Marruecos, de reojo

Algo transcendental está ocurriendo en el Magreb que afecta de plano a España y Europa. El acuerdo entre el rey Mohamed VI y Donald Trump a propósito de la soberanía del Sáhara Occidental (antigua colonia española), que difícilmente el nuevo inquilino de la Casa Blanca pondrá en almoneda, con Israel de principal invitado, es un asunto estratégico y táctico de primer orden donde España, con Sánchez&Iglesias al mando, ha sido ninguneada de manera ostensible.

En ese orden y en el mismo contexto geográfico, se están dando muchos factores de primer orden. Parece claro que al monarca de Rabat no parece inquietarle mucho lo que Madrid opine al respecto del Sáhara porque cuenta con muchos vectores de presión. Más bien al contrario; la inquietud tiene que estar más en los dos principales palacios españoles, una vez que la anunciada "cumbre" hispano-marroquí ha sido aplazada 'sine die' en medio del sepulcral silencio por parte de Moncloa. Y, al mismo tiempo, la presión migratoria se mantiene y va en aumento. Asunto en el que la Unión Europea (UE) no puede ni debe desentenderse.

Marruecos es el vecino del sur primordial para los intereses de todo tipo para España. Así lo han entendido todos los jefes de Gobierno desde la restauración democrática. Antes sucedió lo que sucedió en la agonía de Franco.

TE PUEDE INTERESAR

Trump firma proclamación reconociendo la soberanía marroquí en el Sáhara Occidental

A. A.

Es difícil ponerse de acuerdo entre los observadores acerca de la política exterior. En este caso, sí hay coincidencia respecto a dos cosas. La primera es que Rabat no puede tomarte como el pito del sereno; la segunda, que saben jugar sus bazas cuando España atraviesa un momento de debilidad extrema.

Y, finalmente, que es mejor un buen entendimiento –desde la dignidad de ambos páises– que un mal enfrentamiento, máxime cuando la potencia magrebí cuenta con el respaldo de Estados Unidos y algunas naciones singulares pertenecientes a la UE –Francia– no hacen ascos precisamente a los intereses de todo tipo que tienen en Marruecos.

Modestamente, entiendo que este sí que es un asunto de Estado donde todas las fuerzas políticas y económicas del país tienen que ponerse de acuerdo. Esté quien esté en el poder.