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La "relación especial" Biden/Sánchez
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Graciano Palomo

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La "relación especial" Biden/Sánchez

Una cosa es que el nuevo mandatario USA sea demócrata, que lo es; y otra bien distinta que sea tonto, que en modo alguno

Foto: Joe Biden, el presidente de Estados Unidos. (Reuters)
Joe Biden, el presidente de Estados Unidos. (Reuters)

En el cada día más incontenible botafumeiro en el que se ha convertido el llamado "complejo de la Moncloa", han perdido todo asomo de pudor hasta rayar en el patetismo. Ese coro, dirigido por el "tambor donostiarra", más conocido como Iván el sonrosado, que cuesta un congo a los contribuyentes, perpetran cosas tan estimables como hacer creer al jefe del Gobierno que el nuevo presidente de los Estados Unidos pensaba en Sánchez cuando juraba por su biblia católica a los pies del Capitolio.

Recuerda en demasía al desvencijado Zapatero cuando –¿recuerdan?– decía por boca de su Pajín que con la llegada de Obama a la Casa Blanca y ZP residiendo en Moncloa se iba a producir un cataclismo cósmico de buenaventura para el mundo libre. Obama no hizo ningún caso jamás al pobre leonés, salvo para ordenarle que congelara las pensiones, bajara el sueldo de los funcionarios y dejara de gastar dinero en baladronadas.

¿No tiene Sánchez unos socios que son herederos del terrorismo en España?

Dice el doctor en Economía por la Camilo José Cela (sic) –el mismo que no recuerda las francachelas con sus amiguetes en palacios del Estado, ni las veces que ha utilizado el falcon oficial de la Fuerza Aérea para sus viajes privados– su deseo por construir con Biden una "relación especial" sobre la base de luchar contra el terrorismo y en cuestiones de defensa. ¿No tiene Sánchez unos socios que son herederos del terrorismo en España? ¿No decía meses antes de colarse en la presidencia del Gobierno que había que suprimir tal ministerio porque no sirve para nada?

Una cosa es que el nuevo mandatario USA sea demócrata, que lo es; y otra bien distinta que sea tonto, que en modo alguno. ¿Una relación especial va a tener USA con un primer ministro que no pinta nada en Europa, cuya gestión económica y sanitaria aparece en los grandes medios 'brithis' como de las peores del mundo? ¿Una relación especial con un jefe de Gobierno que tiene como vicepresidente al amigo de Castro, Maduro, los ayatolas, y cuestiona los principios básicos de la democracia liberal y sus libertades básicas garantizadas por ese modelo? ¿Una relación especial con un Gobierno que cuestiona la separación de poderes y quiere convertir a la Justicia en un remedo más de su omnímodo poder personal y pretoriano?

¿Una relación especial con un Gobierno cuyo vicepresidente dice que un prófugo de la justicia es un héroe de la libertad?

¿Una relación especial con un Gobierno que tiene a comunistas reconocidos y se muestra orgulloso de militar en la misma ideología que Lenin, Morales, Correa u Ortega? ¿Una relación especial con un Gobierno algunos de cuyos miembros abominaron siempre del líder del mundo libre, insultan y ponen en tela de juicio los valores heredados de Alexis de Tocqueville? ¿Una relación especial con un Gobierno cuyo vicepresidente dice que un prófugo de la justicia es un héroe de la libertad?

A veces un mero observador de la realidad gubernamental llegaría a preguntarse para qué demonios le sirven los 1.200 asesores que nutren la gruesa nómina monclovita. A uno de ellos, el más principal, se le ha ocurrido adornar el póster electoral de Illa con la imagen de Biden/Harris "con ellos llegó el cambio…". En Cataluña, naturalmente.
¿En qué planeta viven? Definitivamente, como trabajan poco, les cunde el tiempo para ver series. Y, definitivamente, confunden la ficción con su realidad y su realidad con la ficción.

En el cada día más incontenible botafumeiro en el que se ha convertido el llamado "complejo de la Moncloa", han perdido todo asomo de pudor hasta rayar en el patetismo. Ese coro, dirigido por el "tambor donostiarra", más conocido como Iván el sonrosado, que cuesta un congo a los contribuyentes, perpetran cosas tan estimables como hacer creer al jefe del Gobierno que el nuevo presidente de los Estados Unidos pensaba en Sánchez cuando juraba por su biblia católica a los pies del Capitolio.

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