Es noticia
¡Todo (o casi) lo que prometieron era líquido...!
  1. España
  2. Palo Alto
Graciano Palomo

Palo Alto

Por

¡Todo (o casi) lo que prometieron era líquido...!

Podemos hablar de las promesas sobre la luz, la energía, las pensiones, la no utilización por parte de sus militantes de los consejos de administración y sus fabulosas contribuciones

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (EFE)
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (EFE)

Cuando uno relee las promesas realizadas por Pedro Sánchez en sus dos debates de investidura, especialmente en la primera (2018), que con 85 diputados se encarama a la presidencia, sobre el argumento contra la corrupción, el clientelismo, la utilización del poder y el dinero público en aras del interés general, resulta que era líquido. Recuerden a Zygmunt Bauman.

Cuando se recuerdan las peroratas del señor Sánchez, legítimas desde el punto de vista de la lucha política, falsas desde el punto de vista de la ética política, acerca de la necesidad de buscar la "unidad" de las fuerzas políticas, económicas y sociales, no hay mentira en concluir que no había nada sólido en sus proclamas… Ganas de engañar, más bien; incompetencia desde la más pura liquidez sin fuste.

Cuando hablaba de poner a los mejores técnicamente en los puestos claves, la "liquidez" de sus trolas podían verse al día siguiente. Cuando hablaba de la modestia, la austeridad y la humildad como ingredientes imprescindibles en el gobernante, debería referirse como exigencia a los coleguillas que están al frente de las CCAA; porque no ha pisado moqueta monclovita jamás un primer ministro con un ego tan excelso, con una pretensión fatua de estadista que llega a permitir a psicológos y entendidos en la materia cosas que ni queremos creer. Ni siquiera recuerda a cuántos amigos ha invitado a los palacios del Estado. ¡Hace falta caradura! Haciendo constantes cortes de manga a sentencias judiciales y a la Comisión de Transparencia.

Hablaron de libertades y garantizaron una información libre. ¿Se lo preguntamos a los profesionales independientes?

Era promesa líquida de Iglesias, si no mentirosa, cuando prometía conducirse con total transparencia; y ahora ni siquiera es capaz de decir al contribuyente que le paga cuántos asesores tiene y cuánto cuestan al erario público. Era líquido o burda mentira que los cargos de Podemos no cobrarían más de tres salarios mínimos si llegaban al poder; ahora en su casa entran más de 15.000 euros mensuales y casi todo pagado. Era mentira líquida su promesa de poner fuera de combate a todo aquel militante o alto cargo que fuera imputado por los tribunales y/o, en su caso, condenado. Serra, Echenique, Rodríguez y un largo etcétera de gente podemita incursa en irregularidades o condenados, incluido el propio partido por financiación irregular. Todo, o casi, mentira.

Podemos hablar de las promesas sobre la luz, la energía, las pensiones, la no utilización por parte de sus militantes de los consejos de administración y sus fabulosas contribuciones económicas.

¿Cómo recoge la RAE en su ancestro tradicional lo "líquido" de Bauman? ¡Timos!

Hablaron de libertades y garantizaron una información libre. ¿Se lo preguntamos a los profesionales independientes? Hablaron de una RTVE pública que cuesta más de 1.200 millones sin peajes gubernamentales y resulta que enciendes la caja tonta y te topas con Cintora, Fortes y Onega, entre otros; grandes dechados, como todo el mundo sabe, y más que nadie la pobre audiencia cosechada, de imparcialidad, talento y objetividad.

Así podríamos seguir hasta que finalizara el día. Ahí los tienen disfrutando como posesos. Los ciudadanos tenemos que adorarlos sí o sí y además decir que llueve. Con 83.000 muertos, millones de contagiados, los hospitales colapsados, cuatro millones de parados y el Estado en bancarrota, al menos deberían oficiar un poco de por favor

¿Cómo recoge la RAE en su ancestro tradicional lo "líquido" de Bauman? ¡Timos!

Cuando uno relee las promesas realizadas por Pedro Sánchez en sus dos debates de investidura, especialmente en la primera (2018), que con 85 diputados se encarama a la presidencia, sobre el argumento contra la corrupción, el clientelismo, la utilización del poder y el dinero público en aras del interés general, resulta que era líquido. Recuerden a Zygmunt Bauman.

Pedro Sánchez RTVE RAE