Diez cuotas autónomas para la cinta de Marlaska

Da igual que la cinta de correr adquirida por el ministro del Interior para su casa del Departamento cuesta 3.000 o 30.000 mil euros. Lo mismo da que da lo mismo a efectos de ética política y personal.

Aquí es el fuero el que manda. Hace tiempo que el juez que pasó de las faldas del PP a formar parte del elenco “progresista” (sic) del ¡Válgame Dios! dejó de sorprender a nadie. Lo de antaño, al parecer, fue un espejismo obligado para hacer carrera en Madrid y crearse una historia personal y profesional que no es de verdad.

Como diría Carlos Puebla, el cantor de la Revolución cubana, ya no guardan ni las formas. Con un Estado en quiebra, con un país patas arriba, con un Gobierno que más parece un carajal, hete que el señor ministro del Interior, que tiene a los cuerpos y fuerzas de seguridad en la indigencia, se gasta ese dinero sin ningún tipo de escrúpulo ni ejemplaridad. He escrito antes que a algunos los 3.000 euros les parecerá el chocolate del loro; es que ya son muchos loros comiendo chocolate. Para pagar la cinta del deportista nato se necesitan 10 cuotas del más modesto trabajador en la modalidad de autónomo.

¿Acaso no gana lo suficiente el ministro del Interior para pagarse de su bolsillo tamaño elemento?

¿Qué mensaje se manda al contribuyente que a duras penas llega a fin de mes? ¿Qué se les está diciendo a los parados con 900 euros si es que reciben algún tipo de ayuda pública? ¿Qué idea se transmite a los jóvenes en paro ante tales comportamientos? ¿Acaso no gana lo suficiente el ministro del Interior para pagarse de su bolsillo tamaño elemento?

Es que, para más inri, Fernando Grande es juez por oficio. Cabría suponer un poco de decencia en el uso de caudales públicos. Antes de lo que se piensa puede estar con su toga juzgando a gente por malversación de caudales públicos…

Nos hemos acostumbrado a este tipo de comportamientos en los dirigentes públicos. Me da exactamente igual del partido que sea. Esto resulta intolerable, mucho más en las actuales circunstancias de gran penuria que todos padecemos. Cabe preguntarse: si esto lo hacen con una cinta de correr, ¿qué demonios no harán con los fondos reservados que todavía tenemos en la memoria?

En países como Alemania, Dinamarca, Holanda o Austria, por citar cuatro de la Unión, Marlaska ya no sería ministro

En países como Alemania, Dinamarca, Holanda o Austria, por citar cuatro de la Unión, Marlaska ya no sería ministro. Claro, que a su jefe esto le parecerá una bagatela moral sin relevancia.

¿Acaso alguien se puede sorprender de la desafección del pueblo llano y pagano ante sus dirigentes? Hace falta tener tan escasa vergüenza progresista.