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Palo Alto
Por
Basiliscos ensotanados contra la eutanasia
Los jerarcas católicos españoles se han puesto como auténticos basiliscos por lo que era un secreto a voces desde el mismo momento en que se anunció la norma
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Lo escribí cuando la ley 'Por una muerte digna' comenzó su andadura. La libertad alcanza también al momento de no retorno.
Porque el ejercicio de la libertad no tiene compartimentos estancos. ¿Quiere ello decir que estoy a favor de la recién aprobada ley? No. ¿Significa que estoy en contra? Tampoco. Digo que se trata de una cuestión de conciencia cuyo ejercicio corresponde a cada persona decidir si pone fin o no a su existencia.
La coherencia deberían extenderla también a otros ámbitos de su incumbencia moral cuando predican lo que no cumplen
Los jerarcas católicos españoles se han puesto como auténticos basiliscos por lo que era un secreto a voces desde el mismo momento en que se anunció la norma. Están en su derecho y es consecuente con su doctrina. Incluso llaman a la objeción de conciencia entre los profesionales sanitarios.
La coherencia deberían extenderla también a otros ámbitos de su incumbencia moral cuando predican lo que no cumplen. Por ejemplo, y sin ir más lejos, la limpieza en las empresas que dominan y la ejemplaridad en sus medios de comunicación, que tanto pían cuando se habla de corrupción en las filas del vecino.
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Opinión El gran contable que los asiste, Fernando Giménez Barriocanal, ha escrito un opúsculo (palabreja que utilizo alejado de toda maldad) titulado 'La Casa de Cristal' donde exhibe la justeza de los óbolos que el Estado pone en sus manos a través de la X del contribuyente. No está mal, señor recaudador. Pero la honorabilidad y la limpieza deben extenderse también a la catadura ética y moral de aquellas gentes que cobija bajo su ala. Lo digo a propósito, sin que vuelva a mediar maldad alguna, de Pedro Antonio Martín Marín, un muchacho bajo sospecha de corrupción a decir del que fuera presidente de la CAM. Ahí sigue.
También tiene el señor Giménez el derecho a cobijar a quien le venga en gana, 'of course'. Como una mayoría parlamentaria a legislar sobre las cosas humanas —las divinas las dejamos en manos de Añastro 1— y cualquier fiel que se precie a decidir si pone rumbo al otro mundo o prefiere seguir sufriendo en este.
Lo escribí cuando la ley 'Por una muerte digna' comenzó su andadura. La libertad alcanza también al momento de no retorno.
Porque el ejercicio de la libertad no tiene compartimentos estancos. ¿Quiere ello decir que estoy a favor de la recién aprobada ley? No. ¿Significa que estoy en contra? Tampoco. Digo que se trata de una cuestión de conciencia cuyo ejercicio corresponde a cada persona decidir si pone fin o no a su existencia.