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Aquel 14-A (90 años)
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Graciano Palomo

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Aquel 14-A (90 años)

Los principales anhelos de aquel lustro republicano, se consiguieron después a través de un modelo de Estado establecido en la Constitución del 78 que consagra España como una monarquía parlamentaria

Foto: Adolfo Suárez en una imagen de archivo. (Getty)
Adolfo Suárez en una imagen de archivo. (Getty)

Uno de los grandes problemas que ancestralmente arrastran los españoles es la falta de lecturas. En el mejor de los supuestos, lecturas sesgadas a modo panfletario. Lo de la II República y sus corolarios es uno de esos temas que pasado casi un siglo debería ser objeto de reivindicación objetiva y análisis críticos sobre la realidad de lo que ocurrió porque hay material suficiente para emprender ese empeño.

Por otro lado, todos hemos tenido abuelos –de uno y otro lado– que relataron sus particulares experiencias y dejaron sus 'inputs' (personales e intransferibles) con base en lo vivido e incluso a sus propios intereses.

Resulta tan obvio por demostrable que la II República se pudo proclamar porque la situación de España bajo Alfonso XIII –tras la dictadura de Primo de Rivera– era un completo desastre en lo político, el económico y lo social que hasta un conservador de misa diaria se apuntó al carro.

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No es menos de cierto –a tenor de historiadores no españoles y nada sospechosos como Preston, Thomas, Jackson, Benassar y un largo etcétera– que el 'vínculo luminoso' del que habló esta semana Sánchez duró no más allá de siete meses. 20 gobiernos en menos de cinco años, tiros a la barriga (Casas Viejas), golpe de Estado en Cataluña (Macià), asesinatos políticos, persecución religiosa, el PSOE partido en cuatro mitades con el triunfo interno de Francisco Largo Caballero (“los soviet se instalarán en España en cuanto caiga Azaña”, confesión del 'Lenin español' al periodista de Associated Press (AP), Edward Knoblaugh y que están publicadas y recogidas en más de cincuenta diarios de entonces, tanto nacionales como internacionales.

Se empeñan tan ingenua como machaconamente algunos, no muchos, aunque con ruido, en reescribir la Historia. Aquello desembocó en una inmensa tragedia colectiva. Y esos mismos ponen sordina al milagro que los españoles (todos) produjeron en 1978 con el Pacto Constitucional de la Transición. Ese 'vínculo luminoso' de la II República fue mucho más vínculo y luminoso cuando los españoles decidieron abrazarse y reconciliarse al inicio de la Transición.

Ese 'vínculo luminoso' de la II República fue mucho más vínculo y luminoso cuando los españoles decidieron reconciliarse

Escribo como verdad histórica, porque lo es, que los principales anhelos de aquel lustro republicano, se consiguieron después a través de un modelo de estado establecido en la Constitución del 78 que consagra España como una monarquía parlamentaria donde el poder reside en el pueblo y sus instituciones democráticas.

El resto son ganas de perder el tiempo y, sobre todo, de sacar de mentira, verdad.

Uno de los grandes problemas que ancestralmente arrastran los españoles es la falta de lecturas. En el mejor de los supuestos, lecturas sesgadas a modo panfletario. Lo de la II República y sus corolarios es uno de esos temas que pasado casi un siglo debería ser objeto de reivindicación objetiva y análisis críticos sobre la realidad de lo que ocurrió porque hay material suficiente para emprender ese empeño.