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El 4-M empieza la cuenta atrás
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Graciano Palomo

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El 4-M empieza la cuenta atrás

En esas estamos cuando restan escasas semanas del veredicto que firmará, esperemos que libre y en paz, el pueblo soberano

Foto: La presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, durante un acto de campaña electoral. (EFE)
La presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, durante un acto de campaña electoral. (EFE)

Debo confesar y confieso que no tengo ni idea acerca de lo que ocurrirá el 4 de mayo; ignoro si las urnas pueden mantener en el poder a Isabel Díaz Ayuso y su PP o, si por el contrario, el 'rara avis' Gabilondo podrá, por fin, ver convertido su viejo sueño en realidad.

Me malicio, en cualquier de los dos supuestos, que tras la inapelable sentencia de los madrileños se podrá describir una línea antes del 4M y después de esa fecha.
Si, como parece (está por comprobarse), Díaz Ayuso obtiene una rutilante victoria, recupera la mayoría para el centro-derecha y puede seguir gobernando parece sensato poder afirmar que al terremoto de la CAM sacudirá los cimientos de La Moncloa. Más que por otra cuestión, es porque el jefe del Gobierno ha decidido abdicar de su responsabilidad de primer ministro para batirse en desigual duelo con una dirigente regional. A partir de ahí, la política se convierte en un castillo de naipes, en una 'House of cards' a la hispana. Todos los arados de la izquierda se trastocarán en lanzas.

A partir de ahí, la política se convierte en un castillo de naipes, en una 'House of cards' a la hispana

Si, por el contrario, es esa izquierda desigual -en algunos casos tan variopinta como leninista que decidió olvidar la historia europea de los últimos cincuenta años- la que conquista la Real Casa de Correos, el centro-derecha y la derecha tienen un problema. Un problema muy serio, tumbativo y refundacional.

De ahí, que Sánchez intente matar dos pájaros con la misma escopeta. Liquida a la mujer que no soporta, entre otras razones, al demostrarle que no está dispuesta a hincarse de hinojos ante tanto esplendor, y de paso pone en serios apuros al líder de la oposición que sesión tras sesión parlamentaria le inflige un durísimo castigo. Un castigo superior a lo que los oídos del gran salvador de España pueden soportar.

En esas estamos cuando restan escasas semanas del veredicto que firmará, esperemos que libre y en paz, el pueblo soberano.

Debo confesar y confieso que no tengo ni idea acerca de lo que ocurrirá el 4 de mayo; ignoro si las urnas pueden mantener en el poder a Isabel Díaz Ayuso y su PP o, si por el contrario, el 'rara avis' Gabilondo podrá, por fin, ver convertido su viejo sueño en realidad.

Isabel Díaz Ayuso Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM)