¿Quién asistió a la conjura con Iván?

El video completo de la última comparecencia parlamentaria ante la Comisión de Seguridad Nacional del secretario Iván Redondo debería ser de visionado obligado para todos aquellos ciudadanos libres y conscientes que deseen saber en qué manos estamos.

En mis muchos años de observador de la actualidad política, jamás había visto a un compareciente que se permitiera vejar a los diputados que son críticos —como es su obligación— con informes pastiche y sin transcendencia alguna en asuntos claves para el país, como es su seguridad.

Amenazar a portavoces con abrirles una investigación recuerda en demasía a la etapa popular de Redondo en la Extremadura de José Antonio Monago, a quien, por cierto, la dirección nacional del PP ha decidido abrirle la puerta para que se reintegre como teniente bombero.

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Graciano Palomo

Cuando caiga con estrépito Iván Redondo, que caerá, tendremos cumplida cuenta de sus perpetraciones desde el poder. Por de pronto, tendría que responder a la acusación realizada por la presidenta de la Comunidad de Madrid acerca de la conjura que montó contra ella para desacreditarle humana y políticamente y en la que, según Díaz Ayuso, participó un grupo de periodistas. Siempre según la jefa de la CAM, dos de esos profesionales horrorizados ante el bochornoso espectáculo acudieron a Isabel Díaz Ayuso y depusieron la trama.

Es un asunto tan serio como para, al menos, no despreciar tamaña acusación porque el silencio coadyuva a degradar la imagen de tan importante cargo en la Moncloa. En las investigaciones llevadas a cabo para formalizar mi reciente libro 'Iván Redondo. El manipulador de emociones', descubrí su método: la liquidación del adversario, algo aprendido en los métodos y manuales de dos 'spin doctors' americanos: Karl Rove y Roger Stone, asesores de los más ultras del Partido Republicano. La denuncia de Ayuso no me sorprende: exactamente lo mismo hizo en el 2011 contra el candidato socialista Guillermo Fernández Vara.

Luego, cuando llegó a la Moncloa de la mano de Sánchez, Redondo acudió temeroso a pedir disculpas al presidente extremeño que en un acto de suprema generosidad decidió pasar página.

PD: Los últimos runrunes apuntan a que, en el próximo ajuste ministerial —tras los indultos—, este coherente señor guipuzcoano le robará la cartera a Carmen Calvo. Sería la oficialización de lo que actualmente ocurre en la Moncloa.