Palo Alto
Por
Cuba, Venezuela, Nicaragua...
El 'laissez faire' llega hasta el jefe de la diplomacia española, Josep Borrell, que tienen tantas versiones de sí mismo como caras Jano
Lo que viene ocurriendo en Cuba desde hace más de seis décadas es conocido de todos los que tienen ojos en la cara. Lo que está ocurriendo en Nicaragua solo lo conocen sus pobres ciudadanos amordazados y alguna organización en defensa de los derechos humanos. Lo que desde hace una veintena de años ocurre en el país más rico del mundo, Venezuela, lo saben hasta en los países No Alineados.
¡Una vergüenza democrática que agoniza entre el desdén de los más y el aplauso de los liberticidas con orejeras! Especialmente en España, donde se ha demostrado que esos regímenes asesinos y opresores, rayando en genocidas, especialmente Cuba y Venezuela, tienen incrustados sus quintacolumnistas en las instituciones, incluso en el Parlamento Europeo. Algunos eurodiputados de la izquierda española han dejado ver en sus emails con destinatarios equivocados su auténtica calaña. El 'laissez faire' llega hasta el jefe de la diplomacia española, Josep Borrell, que tienen tantas versiones de sí mismo como caras Jano.
Un gobierno que presume de defender a los pobres y la libertad abandonando al pairo a pueblos que nos son tan cercanos. Por pura ideología, que se sepa, o quizá algo más por lo que respecta a algunos de sus más caracterizados miembros.
La democracia, las libertades, los derechos humanos, la igualdad económica y de oportunidades no esencias que se puedan olvidar en aquellos países tan cercanos que sufren la ausencia de todo ello, es decir, ni pan ni libertad ni derechos.
Especialmente sangrante y de actualidad es Nicaragua, donde Daniel Ortega y su familia —esa dictadura de los frijoles— han decidido desde hace 40 años que es su predio exclusivo. Encarcela a los candidatos opositores, reprime con satrapía feroz al pueblo, da lo mismo que proteste por la falta de pan o porque exijan un mínimo de libertad. ¿Alguien se ha enterado en el Gobierno? ¿Cómo pueden tener credibilidad alguna aquellos que cierran los ojos ante tal desmán dictatorial porque sus premisas ideológicas vayan en la misma dirección de los que mandan en la llamada Madre Patria?
Lo que viene ocurriendo en Cuba desde hace más de seis décadas es conocido de todos los que tienen ojos en la cara. Lo que está ocurriendo en Nicaragua solo lo conocen sus pobres ciudadanos amordazados y alguna organización en defensa de los derechos humanos. Lo que desde hace una veintena de años ocurre en el país más rico del mundo, Venezuela, lo saben hasta en los países No Alineados.