Obscena manipulación a Garamendi

Es lo que tiene un titular sin noticia, algo muy frecuente en estos tiempos. La media verdad, o la verdad manipulada, es más peligroso para esa verdad que la propia ausencia de 'noticia', porque conlleva efectos dañinos colaterales.

Como muestra un botón que todavía colea por el amplio espectro nacional. Antonio Garamendi, un empresario bilbaíno sin mácula de sospechosa, acude raudo como máximo representante de los empresarios españoles, a las jornadas de Círculo de Economía de Barcelona a unas horas de que el Gobierno firme el indulto para los secesionistas convictos.

Una muy veterana radiofonista a la que ha contratado RTVE después de haber sido arrojada profesionalmente por la ventana de la cadena SER, cuyos vínculos con el poder socialista son conocidos, entrevista al jefe de la CEOE. Insiste, insiste y vuelve a insistir en su posición sobre la medida de gracia, consciente de que La Moncloa quiere alinearle bajo su paraguas. El vasco, poco ducho en estas lides, decide —para quitarse la insistencia y aún pesadez interesada— hablar de 'normalización' si ello va en beneficio del quehacer empresarial. ¡Bingo!

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A partir de ahí el quilombo que todos los lectores conocen. De nada sirven las rectificaciones, matizaciones y la letra pequeña. Moncloa ha conseguido lo que perseguía hasta el punto que las presuntas afirmaciones del empresario serán utilizadas en sede parlamentaria por Sánchez como machete contra la oposición.

El hombre que cuenta con familiares víctimas de ETA, con amigos y colegas que han tenido que abandonar Cataluña ante el acoso y la persecución de los separatistas, aparece como un colaboracionista irredento de la causa secesionista. No solo le crea un grave problema personal, sino que rompe líneas rojas institucionales.

Nada más que añadir a esta historia ignominiosa. Aunque podría.