Ministros chamuscados

Conociendo algo el perfil psicológico del presidente del Gobierno no creo que le vaya a resultar sencillo desprenderse de la lista de miembros abrasados dentro del Gabinete. Cierto es que muchos apenas ni han contado ni cuentan en la orientación e impronta del primer Gobierno de coalición de España desde hace más de 80 años. Porque hay dos Consejos de Ministros en España. El oficial, que se reúne todos los martes, que preside Pedro Sánchez. El oficioso, que se reúne todos los lunes, incluso durante otros días de la semana, que preside Iván Redondo. Este último, al fin y a la postre, es el que gobierna 'de facto' el país.

Ignoro si Sánchez aprovechará la crisis para oficializar lo que es real y ascenderá a su hombre fuerte a la categoría de ministros como, al parecer, Redondo pretende, para completar de esa guisa el giro al modelo USA en la presidencia del Gobierno en España. Si UP lo permite, resulta obvio a quien mandar a galeras dentro de la cuota gubernamental morada: Garzón, Montero, Castells. No les llega la camisa al cuello porque apenas hacen nada positivo para el contribuyente que les paga, pero se vive muy bien subido en coche oficial y libando a costa del pueblo pagano.

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EFE

Fernando Grande-Marlaska debería encabezar los candidatos al cese por la parte PSOE. Sánchez no se atreverá con Ábalos, ni con Calviño, ni con Robles. Ni siquiera con Campo, el fiel genuflexo que traga toda la cicuta que el jefe le ordene. Reyes Maroto, al frente de un asunto de comer, también debería ser liquidada por méritos propios. La 'vice' Calvo asume a regañadientes —¡ojo!, que puede abrir la santabárbara y dispara al publicista—, pero como le gusta tanto vivir en techo prestado y con nevera pagada seguro que encontrarán una gran embajada apropiada por una mujer sin fuste.

Como escribía en párrafos anteriores, la remodelación del Gobierno oficial no es algo quite el sueño al señor presidente. El Gobierno que le preocupa es el que pone en marcha Iván a las cinco de la mañana de cada día.