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Graciano Palomo

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Los grandes asuntos siguen ahí

La sensación de desmadre generalizado y la descriptible incompetencia técnica de un Gobierno inflado por mor de las exigencias numéricas en el Congreso de los Diputados

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (EFE)
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (EFE)

España tiene tres grandes problemas vivitos y lacerantes desde hace mucho tiempo. Y a punto de iniciarse el no retorno vacacional, el Gobierno pretende envolver en celofán de colores.

En primer lugar, una pandemia económica/social de proporciones gigantescas agravada por una deuda insufrible, amén de impagable. Los conocedores de la economía real hablan de que el impacto entre la población todavía no ha llegado a su punto álgido que tocará fondos cuando los ERTE se conviertan directamente en desempleo. La superministra Calviño tiene ante sí un formidable compromiso en todos los órdenes. Parar la voracidad impositiva de sus colegas comunistas, convencer al empresariado de que tiene capacidad para echarse el país al coleto y que el presidente dé razón a sus argumentos y propuestas en cuestiones concretas.

Soy de los que creen, sin embargo, que Sánchez tiene la firme voluntad de acabar los 30 meses que restan de la actual legislatura

El otro gran asunto es el territorial, aunque el mismo, obviamente no es algo de la coyuntura. Se trata de un asunto nunca resuelto y ante el que durante siglos se aplicó lo que Ortega y Gasset denominó la "conllevanza". Agravado en el actual momento político porque el primer ministro es un rehén más que evidente de las veleidades separatistas de ERC, PNV y Bildu, entre otros.

Los dos problemas ancestrales tienen, asimismo, corolario en otros asuntos propios del actual Ejecutivo. La sensación de desmadre generalizado y la descriptible incompetencia técnica de un gobierno inflado por mor de las exigencias numéricas en el Congreso de los Diputados.

Soy de los que creen, sin embargo, que Sánchez tiene la firme voluntad de acabar los 30 meses que restan de la actual legislatura. Un tiempo que intentará aprovechar para dar una vuelta a la situación que hoy se antoja difícil y ardua porque el diapasón ha decidido cambiar de ciclo.

España tiene tres grandes problemas vivitos y lacerantes desde hace mucho tiempo. Y a punto de iniciarse el no retorno vacacional, el Gobierno pretende envolver en celofán de colores.

Bildu Ortega y Gasset