Misterios a resolver, empieza el curso

La euforia gubernamental, jaleada por una desaforada brunete mediática 'pro', que cuenta con la ventaja de establecer su dictadura moral más allá de los comportamientos individuales y de la realidad colectiva, se muestra confiada. Convencidos de que el próximo curso político será el de su propio relanzamiento, reparten a diestra óbleas xacobeas con base en confundir al respetable sobre una gestión insuperable.

Durante el nuevo periodo no tardaremos en oír algo muy parecido a esto: Sánchez o el caos. La izquierda variopinta —con ribetes estrafalarios— o la checa 'made in derecha'.

Habría unas cuantas cuestiones de singular importancia por descubrir, aunque la mayor parte de ellas el poder cuasi absoluto de Sánchez ha convertido 'per se' en 'secreto de Estado'. Por ejemplo.

—¿Cuántos muertos reales, uno tras otro, se ha cobrado el covid-19 en España?

—¿Quién o quiénes se han llevado la parte del león en el gasto para combatir la pandemia?

—¿Cuál es el real estado de la caja pública de España? ¿Déficit? ¿Deuda Pública?

—¿Qué había y dónde fueron las maletas de Delcy?

—¿Cuándo y cómo se bajará Podemos de un Gobierno que en los asuntos claves les deja en evidencia día y noche?

—¿Tiene pensado el señor presidente del Gobierno dejar de operar sobre 'hechos consumados' y, por una vez, decir la verdad acerca de los grandes pactos de Estado con la oposición que representa, como mínimo, a la mitad de España?

—¿Desvelará con limpieza el destino de los famosos 140.000 millones procedentes de la UE?

—¿Sabrá el contribuyente a ciencia cierta, y al detalle, cómo le afectará la reforma fiscal que dice tener lista?

—¿Conocerán los diez millones de pensionistas lo que les tiene preparado los señores Escrivá&Sánchez?

—¿Volverá a ser el Congreso de los diputados el epicentro de la vida política en cuya sede esté penalizado mentir?

Con el 40 por ciento de respuestas a dichos interrogantes el pueblo llano y pagano (de pagar) se daría por satisfecho. ¿Esperanza? Ninguna.