Es noticia
Es un Reparto de Daños, no un Pacto de Rentas
  1. España
  2. Pesca de arrastre
Josep Martí Blanch

Pesca de arrastre

Por

Es un Reparto de Daños, no un Pacto de Rentas

Pedro Sánchez no puede limitarse a poner deberes a los demás. A él también le toca 'pagar el pato' tomando decisiones económicas de guerra

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (EFE/J.J. Guillén)
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (EFE/J.J. Guillén)
EC EXCLUSIVO

Lejos queda el programa electoral del PSOE en que quedaba grabada para la posteridad de las hemerotecas la oferta de un Pacto de Rentas enfocado a garantizar año tras año la subida de los salarios por encima del IPC para que estos recuperasen poder adquisitivo.

Para entonces, no había aparecido la palabra 'pandemia' en nuestro vocabulario, nadie imaginaba una guerra en Europa y menos aún una inflación que en poco más que lo que duran dos telediarios acabará por rebasar los dos dígitos. Ese Pacto de Rentas que se ha recuperado ahora ya no pretende hacernos tocar el cielo con la billetera, sino únicamente que el infierno se nos haga más llevadero.

Foto: Pedro Sánchez, durante el Comité Federal del PSOE. (EFE/Emilio Naranjo)

El Pacto de Rentas del presente no es lo que dice ser. Es más bien un Reparto de Daños. Y el resumen es el que sigue: ya que el pato de la guerra va a costar un porrón, páguenlo a escote empresarios y asalariados.

Esto es lo que, más o menos, les ha dicho en Moncloa Pedro Sánchez a unos y a otros. La idea del Reparto de Daños, reseteado en forma de Pacto de Rentas, apareció ya en enero. Cuando quedó claro que los analistas económicos que cojean del pie del optimismo se habían equivocado y que lo de la inflación —utilizando la muletilla de tertuliano— había venido para quedarse.

Foto: Reunión de la mesa de diálogo social en la Moncloa. (EFE)

Con la guerra y el plus de coerción moral que proporciona para pedir sacrificios a los demás, Pedro Sánchez ha vuelto a demostrar su habilidad para poner la pelota en el tejado de los demás: trabajadores y empresarios, ¡apriétense el cinturón! Vigilen con las reivindicaciones salariales los primeros y con los beneficios los segundos. Pórtense bien por el bien de España, que servidor presidente ya ha cumplido avisándoles.

Poner deberes a los demás está bien. Pero, en esta ecuación, viene faltando algo importante: ¿cómo participará el Gobierno del Reparto de Daños? ¿Cuál es la batería de medidas que pondrá en marcha de manera inmediata para aliviar la carga que deben repartirse empresarios y asalariados? Hasta ahora, da la impresión de que se da por bueno que el papel del Gobierno en general, y de Pedro Sánchez en particular, empieza y acaba cumpliendo puntualmente con el rol de pájaro de mal agüero advirtiendo un par de veces por semana de que vienen tiempos muy difíciles.

Foto: Un hombre, repostando en una gasolinera de Guadarrama. (Alejandro Martínez Vélez)

Del discurso de la recuperación al del apocalipsis. Pero ¿piensa hacer algo más el Gobierno aparte de hacer sonar las alarmas y exigir a empresarios y sindicatos que se comporten responsablemente? Lo más que le hemos oído hasta ahora en primera persona es revalidar el compromiso del mantenimiento del escudo social pandémico para, a renglón seguido, exigir a las comunidades autónomas que hagan lo propio.

Uno esperaba, en su bisoñez, que en la reunión de la Moncloa Pedro Sánchez listase en primer lugar las decisiones que tiene pensado tomar como presidente para mitigar las consecuencias económicas de la guerra en España para, a continuación, añadir algo así como: “Bien, ahora que les he explicado lo que piensa hacer el Gobierno, no espero menos de ustedes, porque esto es cosa de todos y no todo está en manos del poder público”. Pero no, Sánchez recibió, sermoneó y dejó en manos de terceros la abultada factura del pato que debe pagarse y que seguirá incrementándose.

Foto: Una carroza con la imagen de Vladimir Putin en el carnaval de Colonia, Alemania. (EFE/Focke Strangmann)

¿No habría que hacer un presupuesto de base cero replanteándolo todo a la vista de la nueva situación? ¿No convendría decirles a los pensionistas que lo de la indexación de las pensiones al IPC era un deseo que va a resultar imposible a la primera de cambio? ¿No tocaría, por justicia, empezar a hablar de una rebaja temporal en los impuestos directos o de una deflactación del IRPF? ¿No deberíamos tener noticias ya de una rebaja de las cargas fiscales sobre los hidrocarburos? ¿No convendría enfriar la propuesta Escrivá para los autónomos?

Echamos el freno con las preguntas que de momento no tienen respuesta. Que la factura va a ser abultada y la vamos a pagar entre todos es una obviedad sobre la que ya no hace falta insistir. Pero cabe esperar del Gobierno, el actor más importante en una economía mixta de mercado, que participe en primera persona del Reparto de Daños desde una decidida posición de liderazgo. De momento, no se le ve ni con la agilidad, voluntad y capacidad de jugar ese papel. Sánchez no puede limitarse a poner deberes, ha de hacerlos también. Debe convertirse en el jugador más importante en la mesa del Reparto de Daños, no limitarse a centrifugar responsabilidades. Obligue a los demás, pero oblíguese también y primero a sí mismo.

Lejos queda el programa electoral del PSOE en que quedaba grabada para la posteridad de las hemerotecas la oferta de un Pacto de Rentas enfocado a garantizar año tras año la subida de los salarios por encima del IPC para que estos recuperasen poder adquisitivo.

Pedro Sánchez Inflación
El redactor recomienda