Es noticia
Si los terroristas de Hamás te alaban, algo has hecho mal, presidente
  1. España
  2. Pesca de arrastre
Josep Martí Blanch

Pesca de arrastre

Por

Si los terroristas de Hamás te alaban, algo has hecho mal, presidente

Si los terroristas te cuentan entre los suyos, pregúntate qué has hecho mal. El comunicado de Hamás alabando a Pedro Sánchez es la prueba del algodón

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante una rueda de prensa en El Cairo. (EFE/EPA/Khaled Elfiqi)
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante una rueda de prensa en El Cairo. (EFE/EPA/Khaled Elfiqi)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

Si los terroristas te cuentan entre los suyos, pregúntate qué has hecho mal. El comunicado de Hamás alabando a Pedro Sánchez es la prueba del algodón de que el presidente no estuvo acertado en su viaje al polvorín de Oriente Medio. La diplomacia a martillazos puede rentar políticamente en el mercado nacional, pero sus beneficios son más bien escasos cuando se audita desde el punto de vista práctico y en relación con los bienintencionados objetivos que teóricamente se pretendían con la excursión oficial.

El abrazo de Hamás a Pedro Sánchez elimina a España del listado de naciones que pueden trabajar discreta pero esforzadamente en favor de una mediación efectiva y pone a Europa en el brete de romper su ya limitada capacidad de acción unitaria. No parece que sea este un provecho diplomático del cual pueda sacarse mucho pecho. O sí, pero siempre que uno priorice los aplausos en los mítines del PSOE y el congraciarse con una opinión pública mayoritariamente propalestina como es la española.

Nada de lo que dijo Sánchez es una barbaridad, incluido el voluntarioso y fantasioso reconocimiento oficial del Estado palestino en las circunstancias actuales. Y por supuesto no lo es en absoluto insistirle a Israel sobre la necesidad de respetar el derecho internacional y salvaguardar la vida de los inocentes evitando carnicerías civiles. El derecho a la autodefensa no es un paraguas que pueda cubrir las barbaridades que puedan cometerse en su nombre.

Pero la forma, el lugar, el tono y sobre todo la voluntad expresa de dejar claro que él, Pedro Sánchez, y solo él, ha sido capaz de cantarle las cuarenta a Benjamin Netanyahu dibujaron claramente que el objetivo pretendido por la Moncloa era apuntalar el liderazgo del presidente español a través de la afrenta.

Foto: Ruedas de Prensa de Pedro Sánchez y De Croo en Rafah. (EFE)

Decir esto, por si es necesario aclararlo, no justifica tampoco la reacción exagerada y extemporánea del Gobierno israelí, acusando al Ejecutivo español de apoyar el terrorismo. Solo que en el tablero de las relaciones internacionales, uno tiene siempre la obligación de saber cuáles van a ser las respuestas que provocarán sus movimientos. Y lo previsible, dadas las circunstancias, era que Israel reaccionase como lo ha hecho. Sánchez ha buscado abiertamente la crisis diplomática. La teoría de que lo ha hecho como un ariete por encargo de la UE, diciendo lo que otros no quieren o no pueden decir, es más voluntariosa que plausible.

Ayer, Barcelona acogió el 8º Foro Regional de la Unión por el Mediterráneo (UPM), que Israel ya había decidido boicotear antes de la crisis diplomática con España. La solución de los dos Estados —Israel y Palestina—, los deseos de que la Autoridad Nacional Palestina recupere el control de Gaza frente a Hamás, el recuerdo a Israel de la exigencia de respetar el derecho internacional y evitar la muerte de civiles inocentes fueron los lugares comunes que, tal y como era previsible, se escucharon en los discursos y en las ruedas de prensa.

Foto: El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, durante una conferencia del PP Europeo en Barcelona. (Kike Rincón/Europa Press)

El ministro Albares compareció entre abrazos y parabienes junto a su homólogo de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Riad al Maliki, para explicar que el futuro de Gaza pasa por regresar al pasado y ponerse de nuevo en manos de quienes entre corrupción, dejadez e incapacidad acabaron abriendo la puerta de par en par a Hamás.

Y es que quizás el mayor problema, guerra al margen, al que se enfrenta la cuestión palestina es que todos los actores internacionales que intentan propiciar una salida al conflicto siguen aferrados a soluciones que forman parte de un pasado que ya dejó de existir.

La sociedad israelí, y de un modo más acentuado sus gobiernos, ha dejado de creer mayoritariamente en la negociación con los palestinos, el liderazgo de EEUU ya no es el de los Acuerdos de Oslo o del Cuarteto de Madrid, la ANP es irrelevante para su propio pueblo, los asentamientos de colonos no han dejado de crecer, etc. Trabajar con la plantilla del final del siglo XX y primeros años del XXI en 2023 tan solo demuestra que lo que ya sabíamos entonces enquistado hoy lo está aún mucho más. Cuando España dice que va a reconocer al Estado palestino, resulta difícil anticipar cuál es la entelequia que exactamente va a reconocerse.

Foto: El psoe celebra el nuevo ejecutivo

Como recién ha escrito Juan Cañete, subdirector de El Periódico y uno de los periodistas que mejor conocen la zona (recomendable su libro sobre el particular, Muros, bosques y tumbas: un periodista en Jerusalén, Lengua de Trapo, 2019), “en realidad, la solución de los dos Estados es un zombi diplomático, un autoengaño que se utiliza para maquillar la inexistencia de un proyecto para poner fin al conflicto... Hablar de los dos Estados es como no decir nada y, por tanto, no aporta nada para idear una solución que, si existe, ya no es viable bajo el tradicional prisma de la partición”.

Nada que no sepa toda la comunidad internacional, incluyendo Pedro Sánchez antes de marcharse a su particular cruzada propalestina.

Si los terroristas te cuentan entre los suyos, pregúntate qué has hecho mal. El comunicado de Hamás alabando a Pedro Sánchez es la prueba del algodón de que el presidente no estuvo acertado en su viaje al polvorín de Oriente Medio. La diplomacia a martillazos puede rentar políticamente en el mercado nacional, pero sus beneficios son más bien escasos cuando se audita desde el punto de vista práctico y en relación con los bienintencionados objetivos que teóricamente se pretendían con la excursión oficial.

Pedro Sánchez Conflicto árabe-israelí
El redactor recomienda