Es noticia
Libertad e igualdad: Suecia y España
  1. España
  2. Por si acaso
Nemesio Fernández-Cuesta

Por si acaso

Por

Libertad e igualdad: Suecia y España

La mayor eficiencia de una economía abierta ni está ni tiene por qué estar reñida con el mantenimiento de amplios beneficios sociales

Foto: Un aficionado ondea una bandera sueca durante un partido de hockey hielo. (Reuters)
Un aficionado ondea una bandera sueca durante un partido de hockey hielo. (Reuters)

En nuestro imaginario colectivo, tendemos a considerar el liberalismo económico antitético de la igualdad social. Aceptamos que un modelo liberal propicia un mayor crecimiento económico a costa de generar una mayor desigualdad que los mecanismos del Estado de bienestar deben corregir. Quien considera que la igualdad es el valor supremo tiene claro que una mayor intervención estatal que regule los excesos liberales es la receta correcta. Sin embargo, la mayor eficiencia de una economía abierta ni está ni tiene por qué estar reñida con el mantenimiento de amplios beneficios sociales.

La semana pasada se presentó en Madrid el 'Índice 2016 de libertad económica'. Se trata de un 'ranking' de países elaborado por 'The Heritage Foundation', organización conservadora defensora de la libre empresa y la libertad individual, en colaboración con el 'The Wall Street Journal'. Nada sospechosos de connivencia con el socialismo. El índice se elabora a partir de 10 criterios: respeto a los derechos de propiedad, libertad frente a la corrupción, gasto público, libertad fiscal, empresarial, laboral, monetaria, comercial, financiera y, finalmente, libertad de inversión. Los países nórdicos europeos tienen todos unos índices de libertad económica claramente superiores a los correspondientes a España, Francia e Italia. Al mismo tiempo, sus estadísticas de distribución de la renta muestran mayor homogeneidad. Es decir, se trata de sociedades más equitativas pero también económicamente más libres.

Globalmente, Suecia es considerado un país “mayoritariamente libre”, mientras que España es “moderadamente libre”

En una comparación bilateral entre España y Suecia, somos “más libres” desde la perspectiva del índice, porque tenemos una menor presión fiscal y el gasto público es inferior, pero somos “menos libres” en términos de defensa de los derechos de propiedad, clima propicio para los negocios, libertad financiera y monetaria, libertad frente a la corrupción y libertad laboral. Globalmente, Suecia es considerado un país “mayoritariamente libre”, mientras que España es “moderadamente libre”.

En los años noventa, Suecia sufrió una importante crisis como consecuencia del estallido de una burbuja inmobiliaria. El Estado sueco tuvo que acudir al rescate de sus bancos: garantizó los depósitos y creó un banco malo. El coste de la intervención ascendió a un 4% del PIB. Como consecuencia de la crisis, el desempleo se duplicó. En 1994, el déficit público superó el 15% del PIB. La sostenibilidad del sistema económico requirió la introducción de reformas en los tres pilares básicos del Estado de bienestar: pensiones, sanidad y educación. Reformas de corte liberal y pactadas entre los dos grandes partidos, el socialdemócrata y el conservador.

Las dos modificaciones más importantes del sistema de pensiones consistieron en complementar el sistema clásico de reparto (las cotizaciones de hoy sirven para pagar las pensiones de hoy) con un sistema de capitalización individual, según el cual parte de las cotizaciones de cada trabajador se invierten a su nombre y formarán parte de su pensión futura y, en segundo lugar, en diluir el concepto de edad de jubilación. Un trabajador sueco puede jubilarse entre los 61 y los 70 años. En el momento de la jubilación, el cálculo de la pensión se ve afectado por un coeficiente determinado por la esperanza de vida remanente. Si la esperanza de vida en Suecia son 83 años, jubilarse a los 61 supone requerir 22 años de pensión y el importe de la misma se reduce. Por el contrario, jubilarse a los 70 es garantía de disfrute de una buena pensión.

En el momento de la jubilación, el cálculo de la pensión se ve afectado por un coeficiente determinado por la esperanza de vida remanente

El 'cheque escolar' ideado por Milton Friedman es de aplicación en Suecia. Cada colegio recibe un importe determinado en función de su número de alumnos. A este respecto, la disposición clave es aquella que establece la responsabilidad fiscal (directamente asumida por las municipalidades) de asegurar la igualdad de condiciones económicas entre escuelas públicas e independientes. "La determinación del monto básico [del cheque escolar] se hará de acuerdo a los mismos criterios que la municipalidad respectiva utiliza para sus propias escuelas básicas" (Ley Escolar, capítulo 10:38). De acuerdo a la misma ley, el monto básico del cheque escolar deberá cubrir, en el caso de la educación básica, todos los costos de la enseñanza (incluidos los libros y útiles escolares), el servicio de salud para los alumnos, las comidas, la administración y los costos del establecimiento. Además, se entregará un bono suplementario, igual para todas las escuelas, a fin de cubrir los costos adicionales de los alumnos con necesidades especiales. Esta libertad de elección de centro escolar se complementa con dos principios básicos: igualdad de condiciones laborales para los trabajadores de la enseñanza tanto en el sector público como en el privado y prohibición, por parte de los colegios privados, de realizar cobro alguno a los alumnos.

Somos un país menos libre y menos equitativo. Hace más de 20 años que nos marcaron el camino. Consenso político, sentido común y reformas liberales

En sanidad, el omnipresente principio del monopolio de la gestión pública ha sido también sustituido por el de la responsabilidad pública. Cada centro médico, público o privado, recibe un 'cheque sanitario' por paciente que lo elige, cuyo importe es fijo y equivale al costo promedio en atención primaria de los habitantes de la provincia. Este sistema cubre más del 80% de la financiación de los centros médicos, mientras que otros pagos dependen de los actos médicos realizados y de primas por alcanzar ciertas metas. Los centros médicos no pueden seleccionar a sus clientes, lo cual evita que discriminen a los pacientes más complicados.

Estas son las reformas estructurales que Suecia puso en marcha para garantizar la sostenibilidad de su Estado de bienestar. Según datos de la Unión Europea, Suecia cerrará el ejercicio de 2015 con un crecimiento del PIB del 3,6%, un déficit público del 1% y una deuda pública del 44% del PIB. Nosotros lo hemos hecho con un crecimiento del 3,2%, un déficit del 5% y una deuda pública del 100%. Nuestra tasa de desempleo prácticamente triplica la suya. Somos un país menos libre y menos equitativo. Hace más de 20 años que nos marcaron el camino. Consenso político, sentido común y reformas liberales.

En nuestro imaginario colectivo, tendemos a considerar el liberalismo económico antitético de la igualdad social. Aceptamos que un modelo liberal propicia un mayor crecimiento económico a costa de generar una mayor desigualdad que los mecanismos del Estado de bienestar deben corregir. Quien considera que la igualdad es el valor supremo tiene claro que una mayor intervención estatal que regule los excesos liberales es la receta correcta. Sin embargo, la mayor eficiencia de una economía abierta ni está ni tiene por qué estar reñida con el mantenimiento de amplios beneficios sociales.

Suecia Gasto público Milton Friedman Liberalismo