Es noticia
"La derecha más estúpida de Europa"
  1. España
  2. Postpolítica
Esteban Hernández

Postpolítica

Por

"La derecha más estúpida de Europa"

Las transformaciones ideológicas en el espectro conservador son parte ya del nuevo mapa occidental. Los nuevos movimientos en ese ámbito muestran un cambio de naturaleza en su mentalidad

Foto: Marion Maréchal. (Reuters/Benoit Tessier)
Marion Maréchal. (Reuters/Benoit Tessier)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

El presidente del Partido Popular Europeo suscitó la semana pasada mucha desconfianza en el seno del Gobierno español. No se trataba tanto de la excusa, su defensa de la acción del PP en Doñana, como del fondo: Manfred Weber estaría abriendo la puerta a una derecha más radical pensando en las elecciones europeas del próximo año, en las que el ascenso de estas fuerzas traerá consigo un nuevo mapa político.

Sin embargo, los movimientos en la derecha van más allá de los cálculos electoralistas atribuidos a Manfred Weber. Su peso es ideológico, y están cambiando el reparto del poder en el continente. Polonia, Hungría, los países del este, fueron pioneros (y antes Austria) a la hora de abrir el gobierno a la nueva derecha. Ahora es el turno de los países nórdicos, como Finlandia o Suecia, donde las extremas derechas tienen un peso notable. En Italia gobierna Meloni, y en España es probable un Gobierno de PP y Vox. Su presencia en el Gobierno, bien al frente, bien como parte menor en la coalición, tiene efectos. Por ejemplo, Meloni ha anunciado el 1 de mayo que acabará con ayudas sociales. En el norte de Europa, los programas contra la inmigración están en marcha, y a menudo bien vistos por las izquierdas (también ocurre en EEUU, y de ello hablarán Biden y Sánchez).

Foto: revolucion-populista-derechas-europa-plan-cambiar-ue

En ese contexto, Le Figaro ha publicado una tribuna colectiva, cuyas firmas encabezan Eric Zemmour, el presidente de Reconquête, y Marion Maréchal, su valedora. Recordemos que Zemmour fue la operación que Maréchal impulsó para ocupar el espacio político liderado por su tía, Marine Le Pen, sin demasiada suerte.

La asimilación

En el texto, "La droite française, la plus bête d'Europe?", los firmantes hacen un repaso a ese ascenso de las derechas populistas en Europa, se perciben como una fuerza en ascenso, ya que parte de su programa está siendo asimilado por partidos de derecha tradicionales, e incluso por algunos de izquierda nórdico, y se preguntan, en el mismo titular, si “la derecha francesa es la más bestia/estúpida de Europa”. Con ese encabezamiento quieren resaltar que sus ideas están siendo mayoritariamente aceptadas en cada vez más países occidentales: poco a poco, están ganando la partida.

La reunión de las tres derechas, afirman, abriría las puertas a una fuerza de gran peso electoral y de amplia aceptación social

Sin embargo, el espacio de Zemmour y Maréchal es minoritario en Francia, y su capacidad de influencia muy relativa, por lo que ese teórico avance de la derecha cultural no estaría cumpliéndose. Pero sería un error verlo así, porque el futuro discurrirá por otros caminos. Zemmour y Maréchal tienen una propuesta: en ese magma de tensiones sociales y descontento con Macron, la reunión de LR, la derecha francesa tradicional, con la formación de Le Pen y la suya propia abriría las puertas a una fuerza de gran peso electoral y de amplia aceptación social.

Foto: Marine y Marion Le Pen. (Reuters)

Esta iniciativa supondría asimismo la unión de lo que Zemmour y Maréchal definen como las especialidades de cada fuerza. Les Republicains prestan especial atención a la gestión económica, Rassemblement Nacional, a los asuntos sociales y la Reconquête, a los culturales y civilizacionales. Las tres derechas podrían solucionar los problemas franceses a partir de un programa de recuperación nacional “basado en el rechazo a la inmigración, al restablecimiento de la seguridad en todas partes y para todos, la reducción de impuestos y de los derechos, de forma que permitan aumentar los salarios, la recompensa del trabajo y la lucha contra las ayudas públicas, el rechazo de la tiranía de las minorías y la lucha contra el pensamiento único”.

Las tres perspectivas

El texto puede interpretarse como una iniciativa para recuperar el terreno perdido por Zemmour y Maréchal, pero lo cierto es que se trata de un programa que, en mayor o menor medida, con mayor o menor atrevimiento, está emergiendo de manera potente en Europa. Esa unión de medidas económicas liberales, desprecio por lo woke y control de la inmigración pueden dar forma a las derechas, y no solo a una parte de ellas.

Lo que está cambiando es la naturaleza de la derecha, y Weber no es más que un síntoma

Lo de Weber, por tanto, no es una añagaza electoral que le permitirá gozar de mayor poder en el espacio europeo al mismo tiempo que limará tensiones internas: forma parte de un programa que está siendo cada vez más asumido por los partidos de derechas tradicionales (los pocos que quedan). Todos ellos, además, tienen componente geopolítico muy marcado, con adscripciones muy definidas, y un aliento menos europeo que la derecha precedente. Incluso en Alemania, esa división entre la CSU y la CDU, está siendo ganada por los primeros, y muy especialmente en asuntos económicos.

La reunión ideológica, esa síntesis entre las distintas posturas, está dando forma a muchas de las políticas de países europeos. Lo que está cambiando, por tanto, es la naturaleza de la derecha, y Weber no es más que un síntoma.

El presidente del Partido Popular Europeo suscitó la semana pasada mucha desconfianza en el seno del Gobierno español. No se trataba tanto de la excusa, su defensa de la acción del PP en Doñana, como del fondo: Manfred Weber estaría abriendo la puerta a una derecha más radical pensando en las elecciones europeas del próximo año, en las que el ascenso de estas fuerzas traerá consigo un nuevo mapa político.

Extrema derecha Unión Europea Partido Popular (PP) Vox Marine Le Pen
El redactor recomienda