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'Ok, boomer' o por qué echaremos de menos a Rajoy
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Marta García Aller

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'Ok, boomer' o por qué echaremos de menos a Rajoy

En España ya tenemos resuelta esta crisis generacional, porque aquí ya hemos comprobado que jubilar a los 'baby boomers' no resuelve gran cosa

Foto: Mariano Rajoy con el lema 'Ok Bloomer'.
Mariano Rajoy con el lema 'Ok Bloomer'.

Esta vez, en España llevamos ventaja. Se está fraguando una gran disputa internacional entre generaciones que aquí ya tenemos resuelta. Si peina canas o se las tiñe, seguramente no le suene la expresión 'Ok, boomer'. Pues mejor apréndasela, porque pueden echársela en cara cualquier día. Resulta que es el último “grito de guerra para millones de jóvenes hartos”, así los denomina 'The New York Times', con el que los menores de 30 años responden irónicamente en todo el mundo cuando los mayores les critican de forma condescendiente.

Los 'millennials' (nacidos entre 1981 y 1996) y los de la generación Z (entre 1995 y 2010) llevan meses utilizando lo de ‘ok, boomer’ en redes sociales, dónde si no. Sobre todo en YouTube y TikTok, esa 'app' de moda entre adolescentes que a quienes recordamos el mundo antes de Google nos cuesta tanto comprender. Por eso hemos tardado en descubrir de qué se ríen todos esos 'memes' que circulan con la frasecita por la red. Era de nosotros. O de vosotros. La generación X, como nos pilla en medio, aún no sé en qué bando estamos.

Descubrí la expresión juvenil por la reciente polémica en el Parlamento de Nueva Zelanda, que seguramente me queda más cerca que la pubertad. La diputada Chlöe Swarbrick, de 25 años, pronunció allí un discurso en apoyo de una ley para la crisis climática que fue interrumpida por las críticas de un miembro sénior del Parlamento. Ella le replicó, sin inmutarse, "ok, boomer" y continuó su defensa de la reducción de emisiones de carbono. El vídeo se ha vuelto muy popular:

“Sr. presidente, cuántos líderes mundiales, durante cuántas décadas, han visto y sabido lo que viene, pero han decidido que es políticamente más conveniente mantenerlo a puerta cerrada”, dijo Swarbrick en su discurso viral. "Mi generación y las generaciones posteriores a mí no tenemos ese lujo". Y añadió: "En el año 2050, tendré 56 años. Sin embargo, en este momento, la edad promedio de este Parlamento es de 49 años". Y fue ahí cuando acalló el murmullo del veterano con el ‘ok, boomer’ que la ha convertido en heroína generacional.

Incluso 'Newsweek' dedicaba un artículo a advertir de que no es conveniente usar esa frase porque puede considerarse discriminatoria

‘Boomer’ hace referencia a la generación del mismo nombre, la del Baby Boom, la que está a punto de jubilarse. Decirle a alguien ‘ok, boomer’ es como resoplar un ‘que sí, venga, vale’. Una especie de ‘no te enteras, Contreras’, en términos viejunos. La expresión se ha extendido tanto a raíz del episodio en el Parlamento neozelandés que la revista 'Newsweek' incluso dedicaba esta semana un artículo a advertir de que no es conveniente usar esa frase contra compañeros de trabajo porque puede considerarse discriminatoria hacia los mayores.

¡Pobres 'millennials'! Llevan una década aguantando todo tipo de risas y menosprecios sobre su generación, a la que lo mismo hemos acusado de haber arruinado el disfrute de los hidratos de carbono que de vaciar los bares. Y justo ahora, cuando empiezan a llegar a puestos de poder y pueden tomarse la revancha, hartos de que les llamen privilegiados mientras acumulan los trabajos más precarios, les decimos que reírse de la brecha generacional ya no tiene gracia.

De Rivera a Rajoy

Decía que en España ya tenemos resuelta esta crisis generacional porque aquí ya hemos comprobado que jubilar a los 'baby boomers' no resuelve gran cosa. Si llevaremos ventaja los españoles que hasta nos ha dado tiempo a retirar a parte de la nueva generación de líderes al tiempo que metemos al país en una nueva crisis institucional. Es lo que tiene agotar dos legislaturas en unos pocos meses, que cada año vale por siete.

Nuestros años de perro de la política han agotado la carrera de Albert Rivera, que hasta hace no tanto era la joven promesa y ha terminado retirándose días antes de cumplir los 40. Su vida política acabó antes de que su edad alcanzara su número de pie, que siempre he pensado que es la edad a la que la gente madura realmente. Pablo Iglesias calza 41 años recién cumplidos. De zapato, calculo que algo más. Pablo Casado solo tiene 38, y Abascal, 43.

Nuestros años de perro de la política han agotado la carrera de Albert Rivera, que ha terminado retirándose días antes de cumplir los 40

El más veterano de todos es el presidente en eternas funciones, Pedro Sánchez, que ya cumplió 47. Demasiado joven como para echarle la culpa a su edad de los errores que cometa y demasiado mayor para que la tenga su juventud. Teniendo en cuenta que mide 1,90, su pie sin duda es el que más talla de calzado necesita.

Puede que mi teoría de relacionar la madurez con el número de pie no tenga mucha consistencia, pero la que basa el liderazgo en la edad de las personas me temo que tampoco. Lo siento por los jóvenes que desahogan su frustración diciendo lo de ‘ok, boomer’, pero que haya tanto político desconectado de los problemas del mundo real va a tener que ver con otra cosa.

placeholder El expresidente del Gobierno Mariano Rajoy. (EFE / Chema Moya)
El expresidente del Gobierno Mariano Rajoy. (EFE / Chema Moya)

Los 'millennials' españoles van a terminar echando de menos un Mariano Rajoy de porte decimonónico al que reprocharle ser un ‘boomer’. Los nuevos líderes ya no tienen la excusa del anacronismo. Si fracasan en atender las demandas de los jóvenes, que en campaña han tenido bastante menos protagonismo que las de los jubilados (será que votan menos), va a notarse en seguida que el problema es otro. 'Spoiler': los nuevos políticos no son necesariamente mejores que los anteriores. No era un problema de edad, sino de competencia. E incompetencia. En España, como ya se ha producido el relevo generacional, llevamos ventaja para demostrarlo.

Esta vez, en España llevamos ventaja. Se está fraguando una gran disputa internacional entre generaciones que aquí ya tenemos resuelta. Si peina canas o se las tiñe, seguramente no le suene la expresión 'Ok, boomer'. Pues mejor apréndasela, porque pueden echársela en cara cualquier día. Resulta que es el último “grito de guerra para millones de jóvenes hartos”, así los denomina 'The New York Times', con el que los menores de 30 años responden irónicamente en todo el mundo cuando los mayores les critican de forma condescendiente.

Mariano Rajoy The New York Times