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Otras elecciones que Pablo Casado no puede ganar
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Marta García Aller

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Otras elecciones que Pablo Casado no puede ganar

Si el PP gallego gana el domingo, la victoria será solo de Feijóo. Mientras que si el PP de Iturgaiz pierde peso en el País Vasco, la derrota será de quien lo designó: Casado

Foto: Mitin conjunto en el acto central de la coalición PP+CS en el País Vasco. (EFE)
Mitin conjunto en el acto central de la coalición PP+CS en el País Vasco. (EFE)

Este verano hará un año que Pablo Casado se dejó crecer la barba. Desde entonces, ha ganado las mismas elecciones que cuando iba afeitado por la vida. Al líder del PP no le han bastado tres citas electorales y una pandemia global en el último año y pico para encontrar su estilo de liderazgo, en el que a ratos va de moderado y, a ratos, busca la pelea en el barro dialéctico más exaltado. De momento, su resultado en las urnas es el mismo con barba que sin ella. Ni interpretando la moderación ni echándose al monte con Vox ha logrado ninguna victoria. Y cuando quedan siete días para los comicios de Galicia y País Vasco, no parece que tampoco esta vaya a ser la cita electoral que afiance el estilo del sucesor de Mariano Rajoy al frente del principal partido de la oposición. Más bien lo contrario.

Si Feijóo vuelve a revalidar en Galicia su cuarta mayoría absoluta, como parecen vaticinar las encuestas, la victoria en las urnas gallegas no se la podrá anotar Casado. Es más, si el PP gana de forma contundente, se le puede volver incluso en contra y reavivar el pulso Feijóo-Génova. El estilo del líder gallego, que es quien más inmune parece en su partido a la erosión que le produjo la moción de censura y la emergencia de Vox, no puede ser más distinto al que ha impregnado Casado al PP, ni más distante al de la portavoz Cayetana Álvarez de Toledo, con quien ha llegado a tener choques en público reprochándole el error de “entrar en las provocaciones del Gobierno”. Feijóo, que necesita atraer a las urnas un voto lo más transversal posible, ha desdibujado las siglas en toda la cartelería de la campaña del 12-J.

Foto: Debate a siete a la presidencia de la Xunta de Galicia. (EP)

El presidente de la Xunta es el barón popular que más abiertamente ha desafiado la estrategia de Casado. Se negó tajantemente a reproducir en su tierra la coalición con Cs. También ha afeado repetidas veces el tono crispado del partido y el acercamiento a Vox. Lo hizo tras la derrota del 28-A, en aquella comida que los barones tuvieron en Génova tras el comité ejecutivo, reclamando volver al centro. Lo volvió a hacer cuando el verano pasado se negó a adoptar aquel otro experimento de España Suma. Y desdijo públicamente a Pablo Casado y a Teodoro García Egea cuando a principios de este año se mostró contrario a sumarse a la reivindicación del pin parental de Vox.

Casado mordió el anzuelo que permitía a Sánchez volver a meter al PP y Vox en el mismo saco nada más llegar a Moncloa. Con aquella polémica sobre el control de la educación de los hijos, que tan lejos queda después de haberlos tenido metidos en casa cuatro meses durante la pandemia, Vox marcó la agenda y recuperó cierto protagonismo, pero al PP solo le sirvió para dejar en evidencia las distensiones internas.

Feijóo siempre ha mantenido la misma postura. Durante la primera precampaña de estas elecciones gallegas y vascas, antes de que se retrasara la cita original de abril por la pandemia, el presidente gallego ya optó por la confrontación con los de Abascal: “Si quieren que me vaya de la Xunta, pueden votar a esa formación”, sentenció entonces. Por el contrario, el candidato vasco Carlos Iturgaiz, designado por Casado como sustituto del moderado Alfonso Alonso para el 12-J, se ha prodigado en guiños a Vox diciéndoles que pueden “sentirse cómodos” con los postulados del PP vasco. Dentro del ala moderada del partido hay cierto malestar con esta estrategia, que consideran más pensada para un electorado madrileño que para una comunidad en la que el peso de Vox es testimonial. Temen que lo que esté logrando Iturgaiz sea dar protagonismo a la marca rival en un territorio en el que no lo tenía.

Si Feijóo vuelve a revalidar su cuarta mayoría absoluta, la victoria no se la podrá anotar Casado. Es más, se le puede volver en contra

Génova destituyó al anterior líder vasco, entre otras cosas, por cuestionar las listas conjuntas con las que concurren este domingo. Si se cumplen las encuestas en el País Vasco, la entente del PP con el partido de Inés Arrimadas sacaría entre 6-7 escaños. Dos menos que en las anteriores elecciones para el PP. Esos datos supondrían, sin embargo, una buena noticia para Cs, que gracias a las listas conjuntas lograría representación. El PP puede perder peso con la coalición y Arrimadas salir ganando. También podría traer buenas noticias para Vox si el partido araña el escaño que le vaticina alguna encuesta en un territorio donde sigue siendo una fuerza extraparlamentaria.

El que no tiene forma de ganar estas elecciones es Pablo Casado. Si Feijóo revalida su mayoría absoluta, algo que depende en gran parte de que su electorado más fiel, el de los mayores, salga a votar pese a la pandemia; la estrategia de moderación ganará más peso en el PP. Si el PP gallego gana el domingo, la victoria será solo de Feijóo. Mientras que si el PP de Iturgaiz pierde peso en el País Vasco, la derrota será de quien lo designó y el PP tendrá que ir buscándole un sustituto. Para el País Vasco, digo. De momento.

Este verano hará un año que Pablo Casado se dejó crecer la barba. Desde entonces, ha ganado las mismas elecciones que cuando iba afeitado por la vida. Al líder del PP no le han bastado tres citas electorales y una pandemia global en el último año y pico para encontrar su estilo de liderazgo, en el que a ratos va de moderado y, a ratos, busca la pelea en el barro dialéctico más exaltado. De momento, su resultado en las urnas es el mismo con barba que sin ella. Ni interpretando la moderación ni echándose al monte con Vox ha logrado ninguna victoria. Y cuando quedan siete días para los comicios de Galicia y País Vasco, no parece que tampoco esta vaya a ser la cita electoral que afiance el estilo del sucesor de Mariano Rajoy al frente del principal partido de la oposición. Más bien lo contrario.

Pablo Casado Mariano Rajoy Teodoro García Egea Cayetana Álvarez de Toledo Inés Arrimadas