Ayuso y Almeida firman la paz en Madrid

Hay algo impúdico en toda rendición. Desde que hay una guerra en Europa es de peor gusto de lo habitual usar metáforas bélicas, es verdad. Pero a ver cómo llamar si no a que el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, diga ahora que no va a ser “ningún problema” para que Isabel Díaz Ayuso sea la presidenta del PP de Madrid. Los demás protagonistas de la batalla interna del partido han ganado o dimitido. Mejor pasar el trago cuanto antes.

En realidad, pese a todas las críticas que está recibiendo por esto, Almeida no ha cambiado de posición. La suya siempre es la misma. Lo que diga Génova. Cuando estaba Casado al frente defendía lo que el líder del PP, que no era buena idea que la presidenta de la Comunidad de Madrid lo fuera también del PP regional. Y ahora que el líder del PP ha cambiado y llega Feijóo al mando deshaciéndose en elogios hacia la presidenta madrileña, quién le ha visto y quién le ve, pues Almeida mantiene la misma versión. Qué culpa tendrá él de que la versión oficial haya cambiado.

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También Feijóo ha cambiado de opinión, aunque se le nota menos por la soltura con la que alaba ahora el liderazgo de la presidenta madrileña con la que nunca ha tenido especial sintonía. La prioridad del partido, tras la batalla de Madrid, es escenificar la unidad que tanto echaban de menos los populares desde que las acusaciones de espionaje de Ayuso a Casado dinamitaron la cúpula caída del partido.

El PP está organizando actos cada poco para escenificar la paz a ver si así se la termina de creer

El PP está organizando actos cada poco para escenificar la paz a ver si así se la termina de creer. Cuando no es un desayuno es una merienda o si no una entrevista en la que cuentan lo unidos que están todos ahora. Ha estallado la paz. Algo sospechoso sí resulta que lo que el gallego más ha destacado de Ayuso es lo poco que se parece a él: "Somos de generaciones diferentes, tenemos estilos diferentes y tenemos retos dispares". Quedó claro durante su gestión de la pandemia en Madrid y Galicia que no están de acuerdo en casi nada. Solo en lo fundamental, que ahora mandan ellos.

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Feijóo dice que fue durante la pandemia descubrió a Ayuso y lo que vio fue “una presidenta con covid, en una habitación encerrada y defendiendo a la Comunidad de Madrid con una entereza, solvencia y seriedad que me dejó impactado para siempre". La hemeroteca lo recuerda de otra manera. Fue durante la pandemia que Feijóo decía que no podía hacer en Galicia lo que Ayuso estaba haciendo en Madrid con los bares por responsabilidad. Eso, en gallego, es llamar al otro irresponsable. La hemeroteca también recuerda que la habitación aquella era de la empresa Room Mate, pero de todas las facturas pendientes de aclarar en la Comunidad de Madrid, tras el lío de los contratos del hermano de la presidenta en la Fiscalía, aquella ha terminado siendo la menos relevante.

El apoyo que Ayuso le ha ofrecido a Feijóo va con un recadito

Para zanjar la guerra interna Ayuso también ha elegido las metáforas bélicas. A Feijóo le ha agradecido “traer la paz” al PP. Pero también ha marcado territorio, que de todos es sabido que las fronteras son fundamentales cuando llega un armisticio. El apoyo que Ayuso le ha ofrecido a Feijóo va con un recadito, el de que su equipo de soldados “tiene poca paciencia para las tonterías, poco aguante para las imposiciones”. Es, la verdad, de las cosas más creíbles que se han escuchado en esta escenificación de la paz madrileña.

Menos convincente está sonando que la implicación del Ayuntamiento en el intento de espionaje a Ayuso que desató la guerra con Casado vaya a investigarse a fondo. De momento, la presidenta de la Comunidad no va a acudir a la comisión de investigación de la capital, ya que ella se considera la víctima. El PP está muy ocupado mostrando unidad como para investigar a fondo las acusaciones que se hacían en la guerra. Más que aclaraciones, para la paz prefieren las escenificaciones.