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Cuando Madrid era Mayrit (una ruta especial para Ayuso)
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Marta García Aller

Segundo Párrafo

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Cuando Madrid era Mayrit (una ruta especial para Ayuso)

Si en su partido ya está olvidado el legado de Casado, y no hace ni un mes que se fue, cómo no iba a estarlo el musulmán de hace un milenio

Foto: Vestigios árabes en Madrid. (EFE)
Vestigios árabes en Madrid. (EFE)

Es probable que Isabel Díaz Ayuso, antes de tener coche oficial, aparcara alguna vez en el parking de la Plaza de Oriente. Ella que solía presumir en su primera campaña electoral de lo mucho que le gustaban los atascos en el centro de Madrid a las dos de la mañana, si alguna vez dejó el coche en ese aparcamiento de Ópera, habrá tenido ocasión de ver los restos de la muralla islámica del siglo XI que allí se guardan, en el primer piso subterráneo, protegidos tras una mampara. Tal vez nunca se haya fijado. Está bastante escondido.

Madrid es la única capital europea fundada por los árabes. La bautizaron Mayrit (“fuentes de agua”) en el siglo IX. Y en los dos siglos que permanecieron en el poder de la ciudad los musulmanes la protegieron con una muralla y la llenaron de mezquitas. Hay quien ve en la céntrica Iglesia de San Nicolás uno de aquellos minaretes. De la muralla árabe hay más restos, además de los del parking, en los alrededores del Palacio Real, donde antes estuvo el Alcázar de los Austrias y mucho antes alcazaba. La parte mejor conservada de la muralla árabe puede verse en el parque Emir Mohamed I, en la Cuesta de la Vega, a los pies de la cripta de la Catedral de la Almudena, cuyo nombre también es de origen árabe. Proviene del término 'al-mudayna', "la ciudadela", diminutivo de madina, "ciudad". Tal vez nunca se haya fijado.

Foto: Restos de la Muralla Árabe de Madrid frente a la cripta de la Almudena

Escondido, escondido, no está el origen árabe de Madrid. Otra cosa es que haya cierto interés en no verlo. La presidenta Ayuso renegó en su discurso del Dos de Mayo de los ocho siglos de la “invasión musulmana”. De lo que llamó la “España perdida”, como si del legado musulmán fuera mejor olvidarse. Es de suponer que de esa etapa algo rescataría la presidenta, al menos, la fundación de Madrid. Esperemos que también el álgebra, la cirugía y no pocas de nuestras costumbres, palabras y cultivos.

Las elecciones de 2023 están a la vuelta de la esquina y Vox, también

Está visto que no hace falta saber que Madrid es una ciudad de origen árabe para presidir la Comunidad. Otra cosa es que en estos tiempos haya quien crea que le ayuda a permanecer en el puesto denostar ese importante legado. Al fin y al cabo, este mes la presidenta está en campaña electoral y quiere aprovecharla para ampliar su base electoral. Las elecciones de 2023 están a la vuelta de la esquina y Vox, también.

Entre tanto, es otra la campaña que la ocupa. Ayuso es candidata para presidir el PP de la Comunidad de Madrid, aunque para este Congreso del 20 de mayo la presidenta no tenga ningún rival. Si en su partido ya está olvidado el legado de Casado, y no hace ni un mes que se fue, cómo no iba a estarlo el musulmán de hace un milenio. La historia la reescriben a su gusto los ganadores. Esto sí que ha sido una reconquista.

Foto: Isabel Díaz Ayuso. (EFE/Jesus Diges)

Así que por si resultara tedioso para la presidenta recorrerse dando mítines por la Comunidad, de baño en baño de masas, sin rival a quien enfrentarse, siempre puede aprovechar para encontrarse con los tesoros andalusíes de “la España perdida” en los que tal vez no haya reparado y que se encuentran por toda la región. Le esperan en Talamanca de Jarama, que cuenta con un yacimiento arqueológico de sus hornos medievales de cerámica, que convirtieron durante siglos esta medina en una potencia de alfarería musulmana y hasta contó con una escuela coránica rivalizando con Córdoba y Toledo. También Alcalá de Henares, fundada en el siglo IX con el nombre de Qal'at'Abd al-Salam, proviene de la época andalusí. Es difícil no caer en la cuenta paseando por La Morería.

Si se pasa por Buitrago de Lozoya, puede visitar la muralla y el castillo mudéjar. También las atalayas de Venturada y el Vellón, que en su día ayudaban a Abderraman III a proteger el paso de Somosierra. Ejemplos encontrará también en Camarma, Móstoles y Valdilecha. Y en El Berrueco, Torrelodones y Navalagamella. Además de en Santorcaz, Tablada y Cadalso de los Vidrios. La lista del legado islámico en la Comunidad de Madrid es larga. Tal vez nunca se haya fijado.

Es probable que Isabel Díaz Ayuso, antes de tener coche oficial, aparcara alguna vez en el parking de la Plaza de Oriente. Ella que solía presumir en su primera campaña electoral de lo mucho que le gustaban los atascos en el centro de Madrid a las dos de la mañana, si alguna vez dejó el coche en ese aparcamiento de Ópera, habrá tenido ocasión de ver los restos de la muralla islámica del siglo XI que allí se guardan, en el primer piso subterráneo, protegidos tras una mampara. Tal vez nunca se haya fijado. Está bastante escondido.

Isabel Díaz Ayuso