Del 'España nos roba' a 'España nos deja malversar'

Aquel eslogan del España nos roba está envejeciendo fatal. No tan mal como aquella vez que Pedro Sánchez dijo: “Clarísimamente, creo que ha habido un delito de rebelión y sedición en España”. Clarísimamente veía entonces la rebelión, ahora ya no ve ni malversación. Se refería a cuando el Parlament aprobó las leyes de desconexión en septiembre del 17, en vísperas del 1-O. Un año después, Sánchez pedía la extradición de los responsables políticos independentistas huidos a Bélgica.

Cuatro años más tarde, puede que consiga esto último y que vuelva Puigdemont, pero tras la reforma exprés del Código Penal que ultima el Gobierno, es más probable que si los huidos vuelven, vuelvan de rositas y hasta terminen presentándose a las elecciones. Con el nuevo artículo 433, Puigdemont podría librarse de ingresar en prisión si se le impone una pena inferior a dos años, ahora que la sedición se elimina y la malversación se rebaja.

Así que lo de España nos roba ya no se oye, cómo se va a oír si ahora en España estamos de oferta, oiga. Tras la modificación del Código Penal, va a salir tan a cuenta agenciarse dinero público para organizar un referéndum ilegal, o los tejemanejes que se tercien, que entre los indepes España puede pasar de ladrona a botín. A punto está el Gobierno de dejarles la malversación de oferta.

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Gabriel Rufián lo ha explicado muy bien. Tan bien como solo puede explicarse alguien que se está saliendo con la suya y necesita presumir de ello. Más difícil lo tienen para explicarse los que están haciendo justo lo contrario de lo que prometían. Al principio, el Gobierno de Sánchez explicaba que los cambios legislativos eran para homologarse con Europa. O para desjudicializar el conflicto (nada como sacar delitos del Código Penal para conseguirlo). Y cuando empezaron las sospechas de que rebajar la malversación corría el riesgo de dejar salir a otros corruptos de la cárcel, se apresuraron a aclarar que era solo para beneficiar a los dirigentes catalanes del procés. Que sí, que está feo legislar ad hoc, pero más feo es lo que hacía el PP, cuando no dejaba más salida a los indepes que ir por ahí declarando una independencia unilateral.

No es que fuera muy sutil como argumentario, pero hasta la brocha gorda flojea. El presidente reconoció este fin de semana que los cambios del Código Penal son para calmar a los del procés, como si con ellos fueraN a pasar página. Pero ahora Rufián dice que no es verdad que la rebaja del delito de malversación se haya negociado pensando en “situaciones personales”. Según el portavoz de ERC, a quienes esperan beneficiar con la reforma que hará que el nuevo Código Penal castigue con hasta tres o cuatro años de cárcel estos hechos, frente a los ocho del actual, es a las “futuras generaciones” y los “hechos futuros”. De indepes, se entiende.

Opinión

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O sea, que si rebajar las penas por desvío de dinero público beneficia a los independentistas indultados o huidos, pues bienvenido sea. Pero eso es solo una parte. Lo importante para Rufián es que beneficiará a los Puigdemont y Junqueras del futuro. Así que más que garantizar la convivencia, ERC entiende que esta reforma lo que les garantiza es vía libre. Más claro no lo puede decir. Bueno, sí. Claro que lo pueden decir más claro. De hecho, aprovechando que la rebaja de malversación va avanzando, la Generalitat ha salido a recordar ya mismo su siguiente paso: convocar un referéndum de autodeterminación. Cómo va a haber conflicto si perciben que todo va saliéndoles según lo previsto.

El Gobierno ha salido a decir que de ninguna manera, que no aceptará un referéndum que sería ilegal en la Constitución española. Pero en ERC, igual que en el PP, no se lo creen. “Han dicho que no a tantas cosas que luego han pasado, como los indultos, como la derogación de la sedición, como el reconocimiento del conflicto político…”, que dicen desde el Govern que solo “hace falta tiempo”. Y cuanta más prisa tiene Sánchez por cambiar las leyes para complacer a ERC, más paciencia le entra al independentismo.