La venganza del 'biquiño'

Dos no se pelean si una presenta la cifra más baja de desempleados en 15 años. Y que el tuiterío me perdone, pero por más encendida que esté la discusión por la ausencia de Podemos en el acto de Yolanda Díaz en Magariños, a lo mejor las opciones de que Sumar pueda formar Gobierno con el PSOE dependen más de la evolución del mercado laboral que de las trifulcas en redes sociales sobre la eterna división de la izquierda.

Marzo acabó con otro ultimátum fallido de Pablo Iglesias a Yolanda Díaz. También acabó siendo el mejor marzo de la historia para el empleo y el de mayor reducción porcentual del desempleo desde 2002. Es probable que haya más votos para la coalición de izquierdas dependiendo de lo segundo que de lo primero, aunque la desproporcionada atención mediática al ex secretario general de Podemos cada vez que se enfurruña pueda llevar a equívoco.

Seguimos prestándole atención por pura inercia a cómo de enfadado sigue Pablo Iglesias con Yolanda Díaz por el empeño de esta en hacer las cosas a su manera en vez de como él quiere. Pero cómo de relevante es realmente que al ex secretario general de Podemos le parezca una tragedia que Sumar vaya a las elecciones sin Podemos.

Entre tanto, Yolanda Díaz aprovecha para presumir de un rebote histórico del empleo, con 50.000 parados menos. Si la economía española va bien y sigue saliendo de la crisis más rápido de lo previsto, será una buena noticia para todos, pero en las urnas ayudará más a la coalición de gobierno que a la oposición. Tampoco dentro del Gobierno ayuda a todos por igual.

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Si el mercado de trabajo sigue remontando, las buenas noticias serán más rentables para Sumar que para Podemos, dado que la vicepresidenta segunda y recién anunciada como candidata a la presidencia del Gobierno es, además, la ministra de Trabajo que impulsó la reforma laboral.

Ayer mismo la alababan en el Financial Times por su contribución a la reducción de la precariedad y el impulso a la economía.

Los buenos datos del mercado de trabajo no solo suponen un espaldarazo a Yolanda Díaz por ser la ministra del ramo, también porque su proyecto se basa más en transmitir ilusión y continuidad, frente a la confrontación marca de la casa morada. Esa continuidad como eje del discurso político sin duda es muy arriesgada en el país con más paro de Europa, pero funciona mejor si la percepción de la crisis va disminuyendo. De hecho, a la hora de movilizar el voto económico, está demostrado que la percepción de la crisis es más importante que la situación económica real.

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Quién iba a imaginar que la empatía y los biquiños por los que apuesta Yolanda Díaz podían ser un arma política más útil de lo que parecía. Ignorar a Iglesias está desinflando más los ataques desde Podemos que la confrontación.

Sin embargo, esto acaba de empezar. El postureo de la conciliación y la continuidad puede resultar cansino en el largo plazo y, más arriesgado todavía, necesita para funcionar que se mantengan las buenas noticias económicas. Si la economía flojeara de nuevo, la promesa de continuidad que hacen el tándem Sánchez y Díaz sonaría contraproducente.

Eso sí, de momento, si la estrategia para impulsar Sumar como coalición de las izquierdas a la izquierda del PSOE es demostrar que Podemos es más prescindible de lo que parece, no podía la ministra de Trabajo elegir mejor semana para presentar su candidatura a la presidencia del Gobierno. Justo en vísperas de anunciar un primer trimestre récord de empleo.