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La otra portada que escandaliza un país es de 'Playboy'
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Marta García Aller

Segundo Párrafo

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La otra portada que escandaliza un país es de 'Playboy'

No es necesario ponerse sistemáticamente a favor o en contra de todo. Ni siquiera opinar es obligatorio. También está permitido dudar

Foto: Marlène Schiappa. (EFE/Christophe Petit)
Marlène Schiappa. (EFE/Christophe Petit)
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Hay otra portada que ha puesto a un país entero a opinar y no es la de Ana Obregón. Ni Hola. Ha sido Playboy. En Francia. Y eso que Playboy ya no lo tiene fácil para escandalizar. Lo ha conseguido sacando en portada a Marlène Schiappa, secretaria de Estado de Economía Social. Una representante del Gobierno de la República hablando de feminismo con una mano en el pecho, homenajeando a Delacroix, en una revista conocida por llevar mujeres desnudas, ha causado revuelo dentro y fuera del gobierno de Macron.

Hay varias polémicas entrecruzadas. Ninguna es que una secretaria de estado francesa hable en Playboy de hacer tríos. No va a ser hablar de sexo lo que escandalice a estas alturas a los franceses y menos viniendo de una política que todo el mundo sabe que ha publicado varias novelas eróticas con seudónimo. Es que sea precisamente en medio de la undécima huelga general, con el país en plena oleada de protestas por la reforma de las pensiones. La primera ministra, Élisabeth Borne, ya ha dicho que no le parece oportuno por el momento.

Foto: Marlene Schiappa, en una imagen de archivo. (EFE/Yoan Valat)

Luego está el debate feminista. El de si salir precisamente en Playboy hablando de igualdad no será como hablar de veganismo en Jara y Sedal. De hecho, Schiappa ha suscitado muchas críticas internas, entre ellas la de la secretaria de estado de Igualdad francesa. A su compañera de gobierno le parece contraproducente hablar de los derechos de las mujeres en una revista que reúne todos los estereotipos sexistas.

Marlène Schiappa, que antes fue la responsable de Igualdad en el primer Gobierno de Macron, responde por qué acepta la invitación de Playboy en la primera pregunta de la entrevista que le hace la propia revista: "La libertad sexual de las mujeres es algo muy importante", dice. "Las mujeres deben ser capaces de hacer lo que quieran". Y añade que hay que apoyarlas, decidan hacerse monjas o salir desnudas en esa revista. Ella en las fotos aparece vestida. Entre otras cosas, de Juana de Arco y Luis XIV.

Schiappa defiende no solo que es adecuado hablar de los derechos de las mujeres y de igualdad en una revista dirigida a hombres, sino que en sitios como Playboy es más necesario todavía: "Defender el derecho de las mujeres a disponer de su cuerpo tiene que ser siempre y en todas partes". Dónde mejor que donde menos se le espera. ¿Ayuda al feminismo o blanquea el machismo? Es un debate interesante.

Este país necesita importar más polémicas como esta para entrenarnos a tomar las discusiones con más calma

En un momento en que todos estamos opinando por encima de nuestras posibilidades, algunos incluso cobramos por ello, necesitamos de vez en cuando importar polémicas como esta. No va solo el espacio Schengen a servir para mover gente y tomates de sitio. Nada como una buena polémica de importación para desengrasar el debate nacional.

Este país necesita importar más polémicas como esta para entrenarnos a tomar las discusiones con más calma. Quedan todavía un par de sobremesas de Semana Santa para practicar. Ideal para quienes ya estén cansados de discutir la portada del Hola o de los datos del paro. Siempre nos quedará Playboy. Total, lo que haga esta secretaria de estado francesa puede parecer mejor o peor, pero la distancia permite debatirlo sin atizarse demasiado.

Lo importante es recordar que no es necesario ponerse sistemáticamente a favor o en contra de todo. Ni siquiera opinar es obligatorio. También está permitido dudar. Sobre todo, en vacaciones.

Hay otra portada que ha puesto a un país entero a opinar y no es la de Ana Obregón. Ni Hola. Ha sido Playboy. En Francia. Y eso que Playboy ya no lo tiene fácil para escandalizar. Lo ha conseguido sacando en portada a Marlène Schiappa, secretaria de Estado de Economía Social. Una representante del Gobierno de la República hablando de feminismo con una mano en el pecho, homenajeando a Delacroix, en una revista conocida por llevar mujeres desnudas, ha causado revuelo dentro y fuera del gobierno de Macron.

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