Aparte su cortina de humo, que no me deja ver la mía

Si no ha tenido usted tiempo últimamente de echarle un vistazo a las noticias sobre la situación política en España, a lo mejor se ha perdido. Y si se lo ha echado, se habrá perdido seguro. Es lo que tiene tanta cortina de humo. Puede que todo empezara a complicarse con la amnistía, que anda ahora atrapada en el Senado en el enésimo choque institucional inédito, pero a estas alturas es difícil acordarse.

Recapitulemos estas semanas. Hace no tanto hubo unas elecciones gallegas que parecía que iban a acabar con Feijóo si las perdía, pero el PP las acabó ganando. Y con aquella teoría del fin de Feijóo pasó lo mismo que con los pellets que había en las costas y que nos preocupaban tantísimo. Seguramente los seguirá habiendo, pero de ellos ya nadie se acuerda. Cómo nos vamos a acordar de los pellets si no nos acordamos ya de ni de las elecciones. Dejamos de hablar de ellas porque en seguida llegó el caso Koldo, que con quien iba a acabar era con Sánchez y poco menos que con el PSOE y acabó con Ábalos en el grupo mixto.

Y cuando más entretenido estaba el caso Koldo, de pronto llega el caso del novio de Ayuso que tapa el caso Koldo que tapó las elecciones que tapaba la amnistía. Y este asunto del presunto novio defraudador (novio es, presunto es si defraudador también) se especuló que acabaría con Ayuso. Y saltó justo después del caso de la mujer de Sánchez con Air Europa, que surgió del caso Koldo que tapaba la amnistía que tapaba el delito fiscal del novio de Ayuso.

Y en esto aparece un ministro llamando “testaferro con derecho a roce” a la pareja de la presidenta madrileña, y en vez del fraude se empieza a hablar más de lo impresentable que es este ministro. Y luego eso lo tapa lo impresentable que es el jefe de gabinete de Ayuso porque amenaza al diario que destapó el caso del novio de su jefa que tapaba el caso Koldo que tapaba la amnistía que puede traer de vuelta a Puigdemont.

Opinión

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Espera, ¿vuelve Puigdemont? Mañana veremos. Porque mientras se tramitaba la amnistía, y se hablaba de Koldo y de Ayuso, se convocaron por sorpresa las elecciones catalanas y el Gobierno tiró la toalla con los presupuestos.

Un fracaso del que con tanto jaleo casi no se habla porque andábamos muy liados indignándonos con lo del novio de Ayuso que tapaba el caso Koldo que tapaba la amnistía, ¿o era al revés? No está nada claro qué tapa qué, pero ahí seguimos, de lo más entretenidos con las sospechas de las reuniones de la mujer del presidente con una empresa que fue rescatada por el Gobierno en la pandemia, que era cuando el novio de Ayuso se forraba con las mascarillas y por lo que ahora la Fiscalía le acusa de fraude fiscal, mientras ella acusa a la Fiscalía y a Hacienda y, ya puestos, al Estado entero de atacarla.

Con tanto humo, no vemos que los precios de la vivienda siguen imposibles y las listas de espera de Sanidad también

Seguramente esté más perdido que antes. Normal que haya gente que está dejando de leer los periódicos sin máscara antigás. Se les hace imposible respirar si no entre tanta cortina de humo. Ya no se sabe qué caso tapa qué. Pero, con tanto humo, no vemos que los precios de la vivienda siguen imposibles y las listas de espera de Sanidad también. Y eso sí que no hay cortina de humo que lo tape.