Es noticia
Los tres espejismos de la 'golden visa'
  1. España
  2. Segundo Párrafo
Marta García Aller

Segundo Párrafo

Por

Los tres espejismos de la 'golden visa'

El Gobierno de Sánchez elimina las 'golden visa' a cambio de vivienda​, pero mantiene su trato con las demás inversiones, por más que la advertencia de Bruselas del riesgo de blanqueo también se les aplique

Foto: (I-D) La ministra de Vivienda y Agenda Urbana, Isabel Rodríguez; la ministra Portavoz, Pilar Alegría, y la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, después del Consejo de Ministros. (Europa Press/Carlos Luján)
(I-D) La ministra de Vivienda y Agenda Urbana, Isabel Rodríguez; la ministra Portavoz, Pilar Alegría, y la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, después del Consejo de Ministros. (Europa Press/Carlos Luján)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

El Gobierno ha conseguido generar un triple espejismo muy resultón con el anuncio de la eliminación de las 'golden visa'. Tres en uno. Nada que objetar a eliminar esta vía que permitía a extranjeros comprarse una vivienda y de paso la nacionalidad desembolsando por lo menos medio millón de euros. Además del riesgo de especulación inmobiliaria, Bruselas llevaba tiempo advirtiendo de que se había convertido también en una vía de blanqueo de capitales.

El primer espejismo es hacer creer que se elimina la especulación. Se eliminará la que tiene que ver con la compra de vivienda a cambio de nacionalidad, pero no la mayor especulación que encierra la 'golden visa', que es especular con la nacionalidad misma. Vender permisos de residencia al mejor postor, sin mirar más requisito que el dinero y sin siquiera verificar el origen de este, va a seguir siendo posible porque se elimina el visado a cambio de vivienda, pero no de otras inversiones de grandes patrimonios extranjeros, vengan de donde vengan (la gran mayoría chinos y rusos).

Hablando de mirar para otro lado, en España hay cerca de medio millón de personas que viven y trabajan sin papeles haciendo trabajo doméstico, y multitud de tareas en sectores con escasez de mano de obra y que el país necesita, pero para los que no existen vías ágiles de regularización, un infierno burocrático que, en el mejor de los casos, tarda de media casi tres años en tramitarse. El de la regularización de los migrantes es un debate que lleva años pendiente, y que, gracias a una Iniciativa Legislativa Popular, por fin va a empezar a discutirse en el Congreso.

Entre tanto, la atención la capta que se supriman las 'golden visa' por vivienda. Sin embargo, los visados exprés para los que tiren de chequera, o de maletines, siguen de oferta, oiga. Seguirá habiendo 'golden visa' para extranjeros no comunitarios que hagan inversiones millonarias en depósitos, en deuda pública o en acciones de empresas. Son los requisitos que estableció el Gobierno de Rajoy, y una docena de países comunitarios, en los tiempos de la crisis en la que la inversión extranjera escaseaba.

Foto: Foto: iStock.

Las 'golden visa' las incluyeron hace una década dentro de una Ley de apoyo a los emprendedores y su internacionalización, que queda mejor que llamarla ley de atracción de grandes patrimonios sobre cuyo origen no vamos a preguntar demasiado. Aquella ley presumía de querer regenerar la economía, porque también contemplaba que podían solicitar visado quienes pusieran en marcha un proyecto empresarial en territorio nacional que sea considerado y acreditado como de interés general. Sonar suena genial. ¿Cuánta gente ha invertido en algo así? Ocho visados de residencia por esta vía al año. La mayoría de inversores extranjeros optaban por el ladrillo, que más que regenerar, recalienta.

Ahora el Gobierno de Sánchez elimina las 'golden visa' a cambio de vivienda, pero mantiene su trato con las demás inversiones, por más que la advertencia de Bruselas del riesgo de blanqueo también se les aplique. Y ahí está el segundo espejismo. Anunciar por todo lo alto la eliminación de las 'golden visa' como si fuera una gran idea de este Gobierno, que lleva ya seis años en el poder, cuando es algo que podía haber suprimido hace mucho, que sus socios de Podemos llevaban años pidiendo y que Bruselas exigía eliminar con urgencia desde 2022.

Desde la invasión rusa de Ucrania, ha aumentado mucho la presión comunitaria para evitar esta fórmula de nacionalidad vip que permite circular con total libertad por el espacio Schengen al que pague, para evitar que los oligarcas afines al Kremlin encontrasen una vía de escape tan sencilla no solo para su dinero, también para su propia residencia. De hecho, estas 'golden visa' no exigen ningún tipo de permanencia ni obligación fiscal en el país y dan carta de ciudadanía para circular por todo el territorio Schengen.

Y el tercer espejismo es el de que con la supresión de las 'golden visa' se esté dando un paso clave para la solución del gravísimo problema de acceso a la vivienda que tiene España. Desde el Gobierno insisten en que sí va a tener efecto, especialmente en lugares como Madrid, Marbella, Baleares y Barcelona, especialmente atractivos para grandes fortunas extranjeras. La adquisición de viviendas ligadas a estos visados suponen el 7,1% en Marbella, el 5,3% en Barcelona e incluso hasta el 10% en algunos municipios de Baleares. Ahí sí que lo notarán. Sobre todo los que aspiraban a comprar viviendas de más de 500.000 euros, que tendrán menos competencia. También lo notarán las inmobiliarias especializadas en vender viviendas de lujo a este tipo de clientes, que además de chinos y rusos, suelen ser británicos, estadounidenses, ucranianos, iraníes, venezolanos y mexicanos.

Los que difícilmente notarán la diferencia son los más jóvenes, que en España tienen uno de los accesos a la vivienda más difícil de toda la Unión Europea, por la escasez de alquiler asequible y la inexistencia endémica de vivienda social. Hace falta mucho más que suprimir las 'golden visa' para cambiar esto. Las cientos de miles de viviendas de alquiler social que no se han construido en las últimas décadas no se arreglan con un espejismo.

El Gobierno ha conseguido generar un triple espejismo muy resultón con el anuncio de la eliminación de las 'golden visa'. Tres en uno. Nada que objetar a eliminar esta vía que permitía a extranjeros comprarse una vivienda y de paso la nacionalidad desembolsando por lo menos medio millón de euros. Además del riesgo de especulación inmobiliaria, Bruselas llevaba tiempo advirtiendo de que se había convertido también en una vía de blanqueo de capitales.

Inversión inmobiliaria Inversión extranjera
El redactor recomienda