Es noticia
¿Qué prefieres… un cigarro, un caramelo o un 'like'?
  1. España
  2. Segundo Párrafo
Marta García Aller

Segundo Párrafo

Por

¿Qué prefieres… un cigarro, un caramelo o un 'like'?

Algo estaba cambiando ya en las casas sin esperar a lo que diga el Consejo de Ministros: el porcentaje de niños con móviles entre 10 y 15 años no deja de caer

Foto: Un niño usa el teléfono móvil y una 'tablet'. (Europa Press/Eduardo Parra)
Un niño usa el teléfono móvil y una 'tablet'. (Europa Press/Eduardo Parra)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

Hasta la década de los 50, había dentistas, deportistas y hasta bebés anunciando tabaco. “Coge un Lucky en lugar de un caramelo” es uno de esos célebres eslóganes muy al gusto de Don Draper. En los años 80, los niños jugábamos a fumar cigarrillos de chocolate y a nadie parecía extrañarle demasiado. Era la época en la que todavía se podía fumar en casi cualquier parte y que los padres llenasen de humo el coche mientras íbamos los niños en el asiento trasero, sin sillita ni cinturón, por supuesto, era de lo más normal.

Así que no tiene nada de ludita, sino todo lo contrario, aceptar que, a medida que avanza el tiempo, la percepción del peligro de algunas sustancias y no pocas tecnologías va cambiando según se tiene más conocimiento de cómo nos afecta. Con los móviles pasa lo mismo que con el tabaco y los automóviles. El símil de fumar vale por lo adictivas que resultan las pantallitas. El de los coches por lo útiles que son y no por ello exentos de riesgos.

Y ya iba siendo hora de que en España debatiéramos en serio del uso de móviles y pantallas, sobre todo entre los menores. Y si sirve para ello el informe encargado por el Ministerio de Juventud e Infancia que llevó ayer al Consejo de Ministros, bienvenido sea. No contiene prohibiciones, pero sí recomendaciones de un asunto crucial del que en España se está debatiendo poco. A lo mejor porque no es fácilmente etiquetable ni en derechas ni izquierdas, que son los que más encienden los titulares y las sobremesas. Es algo de lo que, sin embargo, se discute mucho en los coles y en las casas. Sobre todo en las casas con hijos. ¿A qué edad hay que darle el primer móvil a los niños?

El 20% de los niños de 10 años ya tienen móvil en España. ¿Son los 10 años una edad demasiado temprana? ¿Y los 12? ¿O son los 14 la edad correcta? ¿Y la primera pantalla? ¿Es adecuado que los niños de 3 años ya estén a solas con una tablet viendo dibujos sin demasiada supervisión? Pues algo estaba cambiando ya en las casas sin esperar a lo que diga el Consejo de Ministros.

En realidad, el porcentaje de niños con móviles entre 10 y 15 años no ha dejado de descender. Hace 10 años era mucho más habitual que ahora darle un móvil a un niño de esa edad. Según el INE, en 2013 un 79% de los niños de esa edad tenían móvil. Ahora ha descendido al 63% y bajando. En el informe de expertos que ha llegado al Consejo de Ministros se recomiendan cero pantallas hasta los 6 años, hasta los 16 preferiblemente teléfonos analógicos (sin acceso a Internet) y limitar el uso del móvil en los adultos delante de los niños, entre otras medidas.

A medida que se conocen los riesgos que pueden tener en los niños, desde el acceso sin control a contenidos violentos o porno, a menudo sin siquiera buscarlos, a la adicción a las redes o los problemas de salud mental, cada vez son más padres los que se piensan dos veces si retrasarlos. También cada vez hay más colegios restringiendo su uso.

Foto: Un niño usa el teléfono móvil y una tablet en Madrid. (Eduardo Parra/Europa Press)

En realidad, ningún otro sistema de comunicación ha sido tan adictivo y ha estado tan presente en nuestras vidas. Ninguno hacía segregar el nivel de dopamina que producen las redes sociales. Ninguno ha estado tan pegado a nuestro cuerpo. Uno podía estar enganchado al teletexto hace 20 años, pero no se lo llevaba en el bolsillo al trabajo y a las cenas con amigos.

Además, el debate de los niños y los móviles es fascinante por muchas razones, tiene que ver con tradición y con cambio, con libertad y seguridad, con salud mental y con aprendizaje. Pero, sobre todo, es fascinante porque es un debate que todavía no hemos etiquetado en derechas e izquierdas. En un país en el que hemos politizado hasta el carril bici, anda que no es novedoso esto de pensar argumentos y buscar evidencias para mejorar las políticas públicas.

Y las evidencias son complejas. Sabemos, por ejemplo, por un estudio que hizo la Universidad de Valencia, que prohibir móviles en centros no solo aumenta el rendimiento escolar, también reduce mucho el acoso escolar, hasta el 18%. La prueba se hizo con adolescentes entre 12 y 17 años en Galicia y Castilla-La Mancha. Las conclusiones son claramente favorables a la prohibición. También en los recreos.

Foto: Tiempo frente a la pantalla y síntomas depresivos (Pexels).

Claro, que también hay estudios que prueban que es importante que a esas edades los niños aprendan competencias digitales y que puede ser arriesgado que los colegios se desentiendan de formarlos en un uso correcto de una herramienta que va a ser omnipresente en su vida. El estudio de los expertos del Ministerio de Infancia hay muchos otros datos y referencias.

Otra de las conclusiones para los colegios es eliminar los sistemas de gratificación inmediata en las aulas, como algunas apps para aprender matemáticas, por ejemplo. Aunque diferencian entre los de uso privado del alumnado (no permitidos en educación infantil y primaria, y limitados como herramientas pedagógicas en secundaria) y los de los propios centros.

El informe también pide más responsabilidad a la industria. No es justo que los padres y profesores tengan toda la responsabilidad sin que las tecnológicas mejoren controles y sistemas de transparencia. El Wall Street Journal publicaba hace meses una investigación en la que comprobaban que los vídeos cortos en Instagram, los reels, que el propio algoritmo recomienda, priorizan vídeos subidos de tono sexual a adultos solo por seguir a gimnastas jóvenes, e influencers preadolescentes. Y hay un sospechoso número de adultos que además siguen a esos niños que están interesados en contenidos sexuales relacionados con niños y adultos. Es decir, potenciales comunidades de pedófilos. Y si los periodistas han podido atar cabos, Meta, la empresa dueña de Facebook e Instagram, también. Hay exempleados que están alertando de que la empresa sabe que tiene un problema y no hace lo suficiente para evitar vídeos tóxicos y sexuales dirigidos específicamente a menores y a adultos que siguen a niños.

Foto: Son muchos los niños los que acuden a su móvil para contestar dudas, antes que a sus padres. (Pexels/Pixabay)

Si cualquier niño puede toparse sin querer con porno en el móvil de sus padres, pero no entrar en las cuentas bancarias, esto nos da una pista de que la protección de los niños no ha sido una prioridad para industria. Los niños no están suficientemente protegidos en internet, seguramente porque en los primeros 15 años de llevar smartphones en el bolsillo subestimamos sus riesgos. Faltan los cinturones de seguridad de los móviles.

Es verdad que muchos padres y madres no son conscientes de los riesgos que corren los niños online. Es verdad también que falta educación digital. Pero a lo mejor estamos demasiado preocupados por encontrar una edad correcta para el móvil, como si tal cosa existiera, en vez de exigir a las empresas que se forran con esto que internet sea un lugar más seguro para todos, especialmente para los menores.

Así que falta un debate profundo sobre los usos sociales y familiares, también las medidas, que protejan mejor a los menores en el uso de móviles y redes sociales. Puede que dentro de unas décadas la idea de que hubiera niños menores de 15 años con barra libre de redes sociales y jugaran con pantallas desde antes de saber andar nos produzca una extrañeza similar a la que ahora provocan aquellos anuncios de tabaco de los años 50 o coches en los que los niños van apilados atrás sin sillitas ni cinturones de seguridad. Cuando los vemos ahora no podemos evitar pensar cómo es que entonces no se daban cuenta de los riesgos.

Hasta la década de los 50, había dentistas, deportistas y hasta bebés anunciando tabaco. “Coge un Lucky en lugar de un caramelo” es uno de esos célebres eslóganes muy al gusto de Don Draper. En los años 80, los niños jugábamos a fumar cigarrillos de chocolate y a nadie parecía extrañarle demasiado. Era la época en la que todavía se podía fumar en casi cualquier parte y que los padres llenasen de humo el coche mientras íbamos los niños en el asiento trasero, sin sillita ni cinturón, por supuesto, era de lo más normal.

Niños Móviles
El redactor recomienda