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De Melody a Netanyahu
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Marta García Aller

Segundo Párrafo

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De Melody a Netanyahu

Es urgente poner la atrocidad que está pasando en Gaza como un asunto prioritario en la agenda europea. Y Eurovisión no es la forma de lograrlo

Foto: Melody, durante la actuación en la final de Eurovisión. (EFE/EPA/Georgios Kefalas)
Melody, durante la actuación en la final de Eurovisión. (EFE/EPA/Georgios Kefalas)
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Si el presidente Sánchez quería ser abanderado de los países occidentales más indignados con lo que Netanyahu está haciendo en Gaza, en vez de recontar los puntos de Melody en Eurovisión, debería hacer un recuento más serio de los contratos de armas que su Gobierno mantiene con Israel después de haber prometido lo contrario en el Congreso. Calculó mal el presidente para hacer del televoto una cuestión de Estado. ¿De verdad no había nada más urgente que discutirle a Israel que Eurovisión?

Este fin de semana, mientras se celebraba Eurovisión, el ejército israelí volvía a bombardear Gaza dejando medio centenar de muertos, muchos de ellos niños. También bombardeó un hospital y un campamento lleno de desplazados que se suponía que era una zona segura. No queda tal cosa en Gaza.

Así que ver al presidente del Gobierno salir el lunes muy ceremonioso a decir que "Israel no debería participar en Eurovisión" al tiempo que Netanyahu anunciaba su intención de "tomar el control" de toda Gaza y llegan de Palestina imágenes de niños demacrados que sufren desnutrición, tras meses sometiendo a dos millones de gazatíes a una hambruna atroz como arma de guerra, no parece precisamente un golpe en la mesa de Sánchez.

Más que tapar sus escándalos con Eurovisión, que es de lo que le acusa la oposición, lo que el Gobierno ha puesto en evidencia con su sobreactuación por un concurso de la tele es que en lo que respecta a la presión a Netanyahu se le da mejor el blablá que las acciones contundentes que sí están en su mano, como rescindir todos los contratos con la industria militar israelí, algo que no consta que haya hecho todavía (que podía bloquear a través de la Junta Interministerial dependiente del Gobierno).

Foto: Un palestino con su hijo en brazos camina entre casas destruidas en el campo de refugiados de Al Shatea, en Ciudad de Gaza. (EFE/Mohammed Saber)

Hace semanas que en Gaza no puede entrar comida, ni medicinas, solo bombas. El día que Sánchez salió a hablar de la participación de Israel en Eurovisión, el ejército de Netanyahu declaró una ciudad entera zona de combate, los ataques aéreos mataron a más de 60 personas y su ministro de finanzas, Bezalel Smotrich, dijo que el ejército de Israel "eliminaría" lo que queda de Gaza. La presión internacional apenas ha logrado que Netanyahu deje entrar nueve camiones de ayuda humanitaria (menos del 2% de los envíos diarios antes de la guerra).

¿Qué ha hecho Sánchez? Salir el lunes a denunciar el televoto de Eurovisión y discutir la participación de Israel en el festival de música. Arriesgando. Entre tanto, la ONU calculaba que pueden morir 14.000 niños de hambre en Gaza en las próximas 48 horas.

El martes, viendo que Netanyahu no se inmutaba por las presiones contra la participación de Israel en Eurovisión, el PSOE se tomó un poco más en serio sus principios y apoyó en el Congreso una proposición de ley para el embargo de armas a Israel. La propuesta —impulsada por Sumar y el Grupo Mixto, y apoyada por Junts— deja claro que afirmar que no comerciamos con Israel, como había hecho el Gobierno hasta ahora, era mentira. Es más, el Gobierno hizo inicialmente un informe desfavorable contra esta propuesta.

El lunes, los Gobiernos de Gran Bretaña, Francia y Canadá no hablaron de Eurovisión. Criticaron directamente la respuesta armada de Israel como desproporcionada y describieron las condiciones en Gaza como "intolerables". Tampoco es que sirva para mucho. Pero hacer referencia al bloqueo de Gaza en vez de al televoto, como han hecho esta semana Londres, Ottawa y París, parece más serio.

El martes, Reino Unido fue un poco más allá y suspendió las negociaciones comerciales con Israel. El secretario de Relaciones Exteriores británico dijo al Parlamento que las "acciones y retórica atroces" del Gobierno israelí están aislando al país de sus amigos y socios. Starmer manifestó su "horror" ante la escalada de violencia. De Eurovisión tampoco dijo nada el primer ministro británico. Le pareció más urgente llamar a consultas al embajador israelí, algo que España no ha hecho todavía. Estábamos muy ocupados recontando los votos de Melody.

Foto: Pedro Sánchez, el 24 de noviembre de 2023, en el paso fronterizo de Rafah. (EFE/EPA/Str)

Si el objetivo es presionar a Netanyahu, mucho más importante que la discusión eurovisiva, es la revisión del Acuerdo de Asociación con Israel en la UE. Mientras era líder de la diplomacia europea, Borrell presionó mucho para que los 27 revisaran las relaciones con Israel como presión a los excesos de Netanyahu. El artículo 2 del Acuerdo contempla la violación sistemática de derechos humanos como razón para bloquear toda relación, es la palanca diplomática más poderosa que tiene la UE para presionar a Israel y ahora va a revisarlo.

Antes solo España e Irlanda presionaban en esa dirección. Ahora el Gobierno neerlandés, considerado un firme aliado israelí, ha enviado una carta a Kaja Kallas, la alta representante de Asuntos Exteriores europea, exigiendo revisar el Acuerdo porque asegura que el bloqueo humanitario israelí en Gaza viola el derecho humanitario internacional. El acuerdo no solo contempla acuerdos comerciales, también políticos y diplomáticos. Es la mayor palanca de presión de la UE para Netanyahu para frenar la masacre indiscriminada que está denunciando la ONU.

Además de España, Eslovenia y Luxemburgo, cada vez más países han pedido la revisión del Acuerdo de Asociación con Israel: Francia, Suecia, Portugal, Eslovenia, Finlandia y Bélgica, también están de acuerdo en que la UE revise este marco para presionar a Netanyahu.

Foto: Gaza. (Reuters) Opinión

Para España, las relaciones comerciales con Israel ascienden a unos 3.000 millones de euros. Pero la verdadera presión es la que pueden ejercer los 27 en su conjunto. La UE es el mayor socio comercial de Israel.

Italia, Hungría y Alemania no quieren rescindir el Acuerdo para presionar a Netanyahu. Así que es difícil que se logre la mayoría para que el Acuerdo se suspenda. También es difícil que se suspenda la participación de Israel en Eurovisión. Pero puestos a ejercer una presión diplomática que fuerce la reanudación total e inmediata de la ayuda a Gaza y frene la masacre sistemática de su población civil, lo primero parece más relevante que lo segundo.

Es urgente poner la atrocidad que está pasando en Gaza como un asunto prioritario en la agenda europea. Y Eurovisión no es la forma de lograrlo.

Si el presidente Sánchez quería ser abanderado de los países occidentales más indignados con lo que Netanyahu está haciendo en Gaza, en vez de recontar los puntos de Melody en Eurovisión, debería hacer un recuento más serio de los contratos de armas que su Gobierno mantiene con Israel después de haber prometido lo contrario en el Congreso. Calculó mal el presidente para hacer del televoto una cuestión de Estado. ¿De verdad no había nada más urgente que discutirle a Israel que Eurovisión?

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