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El eco internacional de Milei
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Verónica Fumanal

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El eco internacional de Milei

En la toma de posesión, se reunieron algunos de los líderes de la extrema derecha mundial, Orbán, Abascal, Bukele, pero hubo significativas ausencias, como Donald Trump

Foto: El presidente de Argentina, Javier Milei. (Reuters/Agustín Marcarian)
El presidente de Argentina, Javier Milei. (Reuters/Agustín Marcarian)
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Dicen que cuando no hay pan, buenas son las tortas, y si son con dulce de leche, pues mejor que mejor. Eso mismo ha debido pensar el escuadrón de la extrema derecha populista española, ese que empieza en Vox y acaba con algunas miembras del PP más cómodas con Milei que con Donald Tusk. Abascal, Álvarez de Toledo y Esperanza Aguirre no quisieron perderse la toma de posesión de un señor cuyo bastón de mando tiene grabadas las caras de sus cinco hijos de cuatro patas, en referencia a sus perros, por los que parece tener más apego que con los millones de argentinos a los que enviará a la pobreza absoluta gracias a las medidas de recorte que ya ha anunciado.

En la toma de posesión, se reunieron algunos de los líderes de la extrema derecha mundial, Orbán, Abascal, Bukele, pero hubo significativas ausencias, como Donald Trump, quien corrió a telefonearlo cuando Milei ganó y aseguró que viajaría allí próximamente. Otras ausencias fueron la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, el flamante ganador de las elecciones en Países Bajos, Geert Wilders, o la ya tradicional líder francesa, Marine Le Pen. Lo que está claro es que todos estos partidos y líderes, también los alemanes, finlandeses o suecos, tienen un referente en Latinoamérica, remplazando al expresidente Jair Bolsonaro, que envió a su hijo a la toma de la Casa Rosada.

La expresión de la rabia tiene ya representación política en casi todos los países cuyas democracias lo permiten. Cada líder le imprime un carácter especial en función de la coyuntura en la que se desenvuelva. Milei busca romper el sistema económico y empezar de nuevo. Bukele, en El Salvador, está haciendo de la lucha contra las maras su principal baza política. Sus métodos absolutamente cuestionables desde el punto de vista democrático y legal resultan ser efectivistas, aunque en ocasiones se comentan injusticias como están denunciando las ONG sobre el terreno. En Hungría, Orbán inició una deriva peligrosa hacia el euroescepticismo, con políticas muy conservadoras e iliberales contra los derechos de las mujeres o los colectivos LGTBI. En Italia, Meloni ha iniciado un camino similar, sin embargo, su principal bandera es la lucha contra la migración. Y Abascal, en España, imprime su particular visión sobre la nación española y un revisionismo nostálgico de la historia. Ya ven, cada ultra tiene su acento.

Foto: Javier Milei, durante su discurso. (Reuters/Agustín Marcarian)

Ninguno de ellos es un líder que abandere la democracia y las libertades como elementos fundamentales de su oferta electoral. Todo lo contrario, se reconcentran en una visión nacionalista y recelosa del exterior, algo que de consolidarse en determinados países dinamitaría las relaciones internacionales en términos de cooperación. De hecho, Milei no ha expresado de manera contundente cuál sería su política exterior, más allá de presentarse como anticomunista y poner a EEUU e Israel como dos países amigos, en detrimento de Brasil y China, ambos socios fundadores de los países llamados Brics.

El 24 de agosto, el presidente Alberto Fernández anunció la incorporación oficial de Argentina a la alianza de los Brics (Brasil, China, Rusia, India y Sudáfrica) en 2024, sin embargo, la noticia no fue recibida positivamente por todos los actores. Milei afirmó su oposición a la entrada del país en la alianza de estos países, fundamentalmente, por las diferencias con algunos miembros actuales, también por incorporaciones como la de Irán, que también se incorporaría en el 24. Es fundamental saber qué hará el nuevo presidente respecto a la entrada en este foro, puesto que es uno de los más pujantes en este nuevo escenario internacional. Cabe recordar que dos de sus miembros más importantes, Brasil y China, son los primeros socios comerciales de Argentina, y no está el país como para rechazar demanda. En cuanto a Mercosur, Milei aseguró que era “una unión aduanera defectuosa que perjudica a los argentinos”, incluso habló de reestructurarla o disolverla. Sin embargo, la opinión más generalizada es que esta opción no parece factible a corto plazo.

Ninguno de ellos es un líder que abandere la democracia y las libertades como elementos fundamentales de su oferta electoral

Volviendo a las consecuencias de la presidencia de Milei en nuestro país, España envió al jefe del Estado a la toma de posesión, sin embargo, ningún miembro del Gobierno consideró asistir a la toma de posesión del presidente argentino. Las relaciones entre España y Argentina pueden enfriarse debido al distanciamiento de los dos gobiernos y, sobre todo, a que, si Abascal es el referente de la Casa Rosada en Madrid, la distorsión será aún mayor. Veremos cómo afecta eso a la importante comunidad española que vive en Argentina y a la actividad económica entre ambos países, ya que el país sudamericano fue en 2022 el 9º destino de inversión española, un 3,59% del total. Tan a gusto estaba el líder ultra en Argentina, que se dejó llevar por el ambiente de titulares motosierra que tanto gustan a los de Vox, ese de colgar por los pies al presidente. Ninguna sorpresa, ya sabemos que Abascal es más proclive a defender las dictaduras torturadoras que las democracias liberales. Sin embargo, Abascal no debió pensar que la polémica embarraría a favor de la Moncloa el debate que comienza hoy en el Congreso sobre la amnistía.

Dicen que cuando no hay pan, buenas son las tortas, y si son con dulce de leche, pues mejor que mejor. Eso mismo ha debido pensar el escuadrón de la extrema derecha populista española, ese que empieza en Vox y acaba con algunas miembras del PP más cómodas con Milei que con Donald Tusk. Abascal, Álvarez de Toledo y Esperanza Aguirre no quisieron perderse la toma de posesión de un señor cuyo bastón de mando tiene grabadas las caras de sus cinco hijos de cuatro patas, en referencia a sus perros, por los que parece tener más apego que con los millones de argentinos a los que enviará a la pobreza absoluta gracias a las medidas de recorte que ya ha anunciado.

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