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Las cinco claves de la convocatoria vasca
La incógnita de estos comicios es, si en Euskadi, por primera vez desde la transición, ganará las autonómicas un partido diferente al PNV
¡Quiero las máquinas funcionando las 24 horas! Como el personaje de Alba Flores en La casa de papel, así están los fontaneros de los partidos políticos ante la nueva convocatoria electoral en Euskadi, que precederá a la europea.
El 21 de abril se celebrarán elecciones a la Lehendakaritza con matices muy diferentes de las gallegas, en las que el actor principal era el PP.
En estas hay 5 elementos fundamentales en clave autonómica, pero también una lectura nacional que, sobre todo, atañe al PSOE.
Disputa por el primer puesto
Según la última encuesta pública del gobierno vasco, PNV y EH Bildu están empatados a 27 escaños. En Guipúzcoa ganaría Bildu, en Vizcaya el PNV y en Álava, el PNV sacaría solo 1 diputado más que Bildu. Esta es la gran incógnita de estas elecciones. Si en Euskadi, por primera vez desde la transición gana las elecciones autonómicas un partido diferente al PNV.
La rivalidad es tal, que ambas formaciones han dispuesto todo para una batalla electoral sin cuartel. Ambos partidos han renovado sus candidatos a lendakari; por parte del PNV, Imanol Pradales, sociólogo y profesor universitario, poco dado a la polémica. Se define como "un independentista con los pies en el suelo" en clara oposición a los políticos independentistas catalanes y, sobre todo, con un objetivo: la estabilidad política.
La gran incógnita de estas autonómicas es, si en Euskadi, por primera vez desde la transición, ganará un partido diferente al PNV
EH Bildu presenta un candidato del núcleo duro de la izquierda abertzale, son conscientes de la enorme oportunidad que tienen por delante y no querían ganar con alguien que no fuera un pata negra. Pello Otxandiano tiene un discurso que no condena el terrorismo de ETA, de hecho, en una entrevista a la pregunta de qué era ETA para él, contestó que era "un ciclo político".
La campaña electoral será definitiva para intentar deshacer el desempate, que, en todo caso, tendrá como árbitro al PSE.
PSE, un tercer puesto que decide gobierno
Los socialistas vascos también han renovado su liderazgo, Mendía ha sido relevada por Eneko Andueza, que según el euskobarómetro estaría en 11 diputados, aumentando uno con respecto a las elecciones del 2020. De nuevo, en esta elección los socialistas quedarían en tercera posición tras la izquierda nacionalista, igual que en Galicia. Pero con una grandísima diferencia, en Euskadi tendrían la llave para otorgar el gobierno al PNV, con quien gobiernan en la actualidad, o a Bildu.
Andueza ya ha anunciado en múltiples ocasiones que el PSE no apoyará un gobierno de Bildu ni a su candidato. Sin embargo, esta afirmación esconde otras posibilidades. La primera que el PSE vuelva a pactar con el PNV y así reeditar la fórmula de gobierno. Pero este escenario, a buen seguro, enmarañaría las buenas relaciones que el PSOE ha alcanzado con Bildu en el Congreso de los Diputados, justo en medio de la tramitación de los Presupuestos Generales del Estado, cuando el gobierno de coalición no puede permitirse prescindir de ningún socio parlamentario.
La segunda posibilidad es que ante la suma Bildu + PSE, la izquierda abertzale le ofreciera al PSE la Lehendakaritza, imagine además, que en esa ecuación pudiera estar también Sumar. En este caso, el PNV sería el gran damnificado, pero con toda probabilidad sus diputados en Madrid retirarían el apoyo a Sánchez haciendo caer la legislatura.
PP sin grandes aspiraciones, solo mejorar
El PP no se juega mucho en las vascas, ni tiene opciones de ganar ni de ser decisivo para la conformación de gobierno. En las pasadas elecciones decidieron probar la fórmula de coalición con Ciudadanos que les rentó 6 diputados, 3 menos que en el 2016.
En esta ocasión competirán solos y la encuesta mentada les vuelve a dar el mismo resultado que hace 4 años. Como el resto de los partidos, también estrenan candidato, Javier de Andrés, un perfil más moderado que el de Carlos Iturgaiz.
Estas elecciones romperán el ciclo de victorias del PP que tanto ansían desde Génova. Sin embargo, las aprovecharán para situar en la esfera nacional la narrativa de que el PSOE está secuestrado por Bildu.
Podemos y Sumar, de nuevo enfrentados
Todo parecía apuntar a que ambas formaciones habían aprendido de la experiencia gallega, pero no hay que subestimar la capacidad de algunos partidos de autolesionarse.
Las últimas informaciones publicadas por Esteban Hernández en El Confidencial revelan cómo de nuevo ambos partidos, Sumar y Podemos, volverán a ir separados en estos comicios. La encuesta pública vasca anticipa que Sumar podría obtener representación con 2 diputados.
Sin embargo, también en las encuestas preelectorales gallegas el partido de Yolanda Díaz obtenía representación parlamentaria, sin embargo, una campaña sin fuerza y el voto útil hacia Ana Pontón los dejó fuera del parlamento. En este caso, el partido está más consolidado, pero la división con Podemos y las escasas posibilidades de un gobierno alternativo les podrían volver a dejar fuera.
Vox, en el filo
Dicen que nadie es profeta en su tierra, le pasó a Díaz en Galicia y le ha pasado a Abascal, hasta ahora, en Euskadi.
En esta ocasión, la encuesta pública sitúa a los de la ultraderecha dentro de la cámara vasca gracias a un único diputado por Álava, donde superaría la barrera del 3%. Como en todas las circunscripciones, los de Vox tirarán de discurso nacional y de agenda mediática madrileña.
Por lo tanto, ese diputado en el filo dependerá mucho del protagonismo que consigan desde su sede en Madrid y de la rentabilidad que obtengan que seguir alimentando un problema que, afortunadamente, ya no existe: el terrorismo.
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