Díaz reta a Sumar a que busque algo mejor

Yolanda Díaz ha echado un órdago a la organización que lideraba hasta antes de ayer a que busque, encuentre y compre algo mejor. Harta de las críticas internas de su espacio, hizo lo que pocos hasta ahora, dimitir para asumir en primera persona unos resultados que, sin duda, son su responsabilidad. Las elecciones estuvieron mal planteadas, sin una candidata reconocida por todas las organizaciones y mal ejecutadas con los brazos caídos de quienes se sintieron agraviados en el reparto de la lista. Los resultados fueron peores de lo esperado porque la batalla con Podemos los divide y debilita.

Si “pudieran sumar”, las formaciones de Yolanda Díaz e Irene Montero hubieran sido el cuarto partido político de las elecciones europeas en España con 1.383.400 votos. Pero no pueden y la resta va a seguir restando, porque esta atomización del espacio político a la izquierda del PSOE es una especie de estrategia MAD de destrucción mutua asegurada. La fagocitación del espacio no solo fragmenta al electorado haciéndolo menos competitivo, sino que, además, desmoviliza al votante que no entiende, exactamente cuál es la discrepancia ideológica. Los malos resultados de Sumar y ese salvar los muebles de Podemos han tenido consecuencias inmediatas con la dimisión de Díaz y veremos cuáles son las orgánicas e institucionales.

Más Madrid, IU o Equo no tendrán eurodiputado, a pesar de que la formación de Mónica García aporta al total casi el 20% de los votos y de que IU es el único partido con una implantación orgánica territorial tradicional, de esas que aseguran una mínima estructura imprescindible. La elección de una candidata completamente desconocida, Estrella Galán y la tercera posición en la lista electoral de Vicent Marzà de Compromís soliviantó a una organización que no ha resuelto el encaje de las diversas piezas, sobre todo, de cara a las próximas elecciones generales, sean estas cuando sean.

Yolanda Díaz no ha solventado el encaje de todos los espacios políticos que confluyen en Sumar y este es el principal motivo que podría haber pesado en su decisión de dimitir. Los resultados del pasado domingo se quedan muy por debajo de las expectativas de Sumar, que contaban con, al menos, retener cuatro diputados. Eso, unido a que Podemos ha conseguido su supervivencia institucional en una cámara, que no da mucha visibilidad, pero sí ingresos y puestos de colocación, resulta un cóctel molotov en la línea de flotación del proyecto de la vicepresidenta segunda del gobierno, porque Irene Montero, desde Bruselas y desde todos los espacios va a seguir hurgando en la herida, al menos cinco años más.

Las críticas que antes del 9-J se silenciaban, la mañana siguiente de las elecciones se verbalizaron. Más Madrid, en palabras de su portavoz en la asamblea, Manuela Bergerot, afirmó que cuando se presentan con su marca son mucho más competitivos que si lo hacen bajo el paraguas de Sumar. Además, recordó cómo Sumar ha perdido el 50% de los apoyos en tan solo un año, fecha que se cumple en su primer aniversario de vida.

Los comuns en Cataluña permanecieron más silentes porque consiguieron el número 2 en la lista, por lo que Jaume Asens será eurodiputado en la próxima legislatura, sin embargo, ha sido en su comunidad en la que Podemos ha hecho el sorpaso a la coalición Sumar, con un empate técnico en votos y porcentaje. Podemos decidió no presentarse en las pasadas elecciones catalanas, pero con este resultado se demuestra que con una candidatura conocida y con un mensaje claro, como el de Irene Montero, Podemos todavía tiene mucho que batallar frente a un partido como Sumar que erró el tiro, sobre todo, presentando a una candidata sin marca ni experiencia.

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Marisol Hernández

La dimisión de Yolanda Díaz plantea un escenario orgánico e institucional abierto e inesperado. Desde Podemos podría haber movimientos para reunificar el espacio con una figura de consenso. Desde Mas Madrid, la marca con más punch electoral han planteado la posibilidad de abandonar Sumar. En IU se pone el foco en la importancia de tener una estructura y protocolos de funcionamiento claros. En lo institucional, Yolanda Díaz era vicepresidenta segunda del Gobierno por ser la líder de Sumar; ahora ya no lo es, igual que Sira Rego, que ya no lidera IU. Esto podría facilitar una crisis de gobierno en el espacio confederal unido a la más que probable salida de Teresa Ribera como comisaria europea. De momento, Yolanda Díaz deja de liderar Sumar, sin embargo, encontrar a alguien que aúne a todo el espacio no será fácil. Quién sabe si es una maniobra para que, pasado el tiempo, le pidan que regrese. ¿Les suena?