Takoma
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El mensaje sobre Ucrania que nos manda China mientras ensaya sus juegos de guerra
El diario chino con más influencia global sostiene en un editorial que el gigante asiático es el país mejor posicionado para mediar en la invasión de Ucrania. Un mensaje que no debería ser difícil de interpretar
Los juegos de guerra han quedado inaugurados en el estrecho de Formosa. China ha iniciado unas maniobras militares sin precedentes en respuesta a la visita de Nancy Pelosi. No es una frase hecha. Al contrario de lo ocurrido durante otros ejercicios bélicos posteriores a los acuerdos de 1955, el Ejército Popular de Liberación está simulando un ataque directo con fuego real, está metiendo drones en el espacio aéreo taiwanés y está bloqueando la isla con un portaaviones y un submarino nuclear. Es, básicamente, una simulación de la temida invasión. En respuesta, Taipéi se ha visto obligado a cancelar vuelos comerciales y ha activado sus sistemas defensivos, la 'táctica del erizo' con la que se prepara desde hace años para repeler un eventual ataque. Los nervios están a flor de piel en ambos lados del estrecho y crece el riesgo de que un incidente desate una crisis impredecible.
Mientras todo esto ocurre, el diario hongkonés ‘South China Morning Post’ (SCMP), el medio chino más influyente en el extranjero, ha publicado un editorial titulado “China puede mediar en Ucrania cuando las condiciones sean las correctas”. Dice así: “Ningún país como China tiene tanta influencia diplomática sobre Rusia mientras mantiene lazos igualmente buenos con Ucrania. Por ello, no es ninguna sorpresa que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, esté buscando un diálogo con Xi Jinping que le ayude a acabar con la invasión de su país. Oficiales de bajo nivel están haciendo propuestas para que Pekín ejerza una presión que permita acabar con la guerra. Pero los líderes chinos han dejado claro que los esfuerzos de mediación tienen que hacerse bajo ciertas condiciones”.
El texto hace referencia a una entrevista ofrecida por Zelenski al propio SCMP esta misma semana, la primera publicada en un medio asiático desde que comenzó la guerra. En el transcurso de la misma, Zelenski apelaba directamente a Xi Jinping. “Me gustaría hablar con él directamente. Tuve una charla con él hace un año (...) Pero desde el inicio de la agresión, el 24 de febrero, hemos solicitado oficialmente una conversación y no la hemos obtenido, a pesar de que creo que sería de gran ayuda”.
El SCMP fue durante años el medio más libre de China. Un 'quality paper' que aún mantiene las formas y que cuenta con excelentes profesionales, pero que en los últimos años ha caído bajo el control del Partido Comunista. Lo mismo que ha ocurrido con el resto de instituciones de Hong Kong desde que Pekín decidió finiquitar el lema 'un país, dos sistemas', la promesa hecha tras la cesión de control de Reino Unido. En el nuevo contexto, una maniobra de este calado (entrevista más editorial) no sucede por casualidad, ni ocurre sin el control de los propagandistas. Y más aún en plena crisis con Taiwán. Con su publicación, China está enviando un mensaje al mundo, en inglés, que puede ser interpretado con diferentes matices, pero siempre en una única dirección: reivindicarse como un actor de peso en el conflicto, como parte de la posible solución… bajo sus propias condiciones.
El editorial enumera algunas (acabar con las sanciones, dejar de vender armas a Ucrania) y alinea a China con un grupo de “más de 30 naciones”, citando a India, Vietnam y Sudáfrica. “China sostiene que la diplomacia y las negociaciones son la mejor manera de resolver la disputa y que las sanciones no son efectivas (...) Un número de gobiernos cree que la crisis es el resultado de los esfuerzos liderados por EEUU para torpedear la seguridad de Rusia a través de la OTAN (...) pero eso no significa que Pekín no haya hecho nada para buscar la paz en Ucrania. China es el mayor socio comercial de Kiev, ha hecho lo posible por aliviar las tensiones y promover el diálogo y ha enviado millones de dólares de ayuda humanitaria, incluidas medicinas, comida, leche infantil y sacos de dormir”.
No es difícil interpretar lo que significa que un editorial de estas características comparta edición con la cobertura sobre los juegos de guerra y las fotos de los misiles sobrevolando el mar de China Meridional. Como otros medios chinos, el SCMP incide en que China no ha enviado por ahora armas a Rusia, algo que sí está haciendo la OTAN con Ucrania. Subraya, en definitiva, hasta qué punto las decisiones que el Partido Comunista chino tome en los próximos meses pueden determinar el desenlace de la guerra y, por extensión, de la paz mundial y del futuro de la Unión Europea. De lo que decidan depende también el porvenir de nuestro lejano y distraído país.
Los juegos de guerra han quedado inaugurados en el estrecho de Formosa. China ha iniciado unas maniobras militares sin precedentes en respuesta a la visita de Nancy Pelosi. No es una frase hecha. Al contrario de lo ocurrido durante otros ejercicios bélicos posteriores a los acuerdos de 1955, el Ejército Popular de Liberación está simulando un ataque directo con fuego real, está metiendo drones en el espacio aéreo taiwanés y está bloqueando la isla con un portaaviones y un submarino nuclear. Es, básicamente, una simulación de la temida invasión. En respuesta, Taipéi se ha visto obligado a cancelar vuelos comerciales y ha activado sus sistemas defensivos, la 'táctica del erizo' con la que se prepara desde hace años para repeler un eventual ataque. Los nervios están a flor de piel en ambos lados del estrecho y crece el riesgo de que un incidente desate una crisis impredecible.