El lupanar de míster Adelson

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, no tiene tiempo de acudir al Congreso de los Diputados a explicar los recortes que está ejecutando (el verbo es el adecuado), ni sus reuniones con la señora Merkel, y tampoco para someterse a las  sesiones de control y participar en los debates. Ventajas de la mayoría absoluta, que como sabes de antemano el resultado de las votaciones no tienes por qué perder el día escuchando las memeces de la oposición y aligeras mucho la agenda.

¡Y qué coño, que también hay que sacar provecho del decreto ley! Legislas desde el Consejo de Ministros y remites después la norma a la Cámara Baja para que los señores diputados mareen la perdiz y se ganen el sueldo. El pasado 19 de julio, por poner un ejemplo, no asistió a la sesión plenaria que debatía la subida del IVA y la bajada de la prestación de desempleo, y se limitó a pasar un momento por allí para votar.

Si trata así a los partidos de la oposición, a los sindicatos mejor no mentarlos, y de los subversivos del 15M y Democracia Real Ya, ejemplos del hartazgo ciudadano, ni hablamos. Lagarto, lagarto. Cosas de la vida, los alborotadores se entrevistaron la semana pasada con una delegación de diputados alemanes que vino a Madrid para conocer de primera mano sus opiniones y el por qué de las protestas y de la creciente conflictividad social. No vinieron como invitados; fueron ellos quienes solicitaron el encuentro. A Rajoy le trae al pairo lo que piensen los ciudadanos, que para resolver los problemas él mismo se basta y sobra.

El presidente sí ha encontrado tiempo esta semana en su apretada agenda para recibir en La Moncloa a míster Sheldon Adelson, el magnate que va a construir Eurovegas en Madrid; una versión cañí de la “Ciudad del Pecado” norteamericana. Ya saben, macro hoteles, espectáculos, luces de neón, casinos y putas, tan necesarias para aliviar la decepción de quienes pierdan miles de euros jugando a la ruleta. No todo van a ser disgustos y, además, se crea empleo.

El encuentro se celebró de tapadillo, porque estas cosas no conviene airearlas a los cuatro vientos por razones de discreción. ¿Se imaginan que el presidente Rajoy hubiese convocado a míster Adelson para leerle la cartilla y decirle que tararí que te vi?, que no está dispuesto a transigir con sus exigencias. ¿Verdad que no? Nuestro presidente le trasladó el compromiso del Gobierno para que el proyecto llegue a buen término.

A míster Adelson ya le habían recibido antes el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, y su jefa, Esperanza Aguirre, para darle las gracias y hacerle partícipe también de la disposición del Ejecutivo madrileño a aceptar las condiciones que el magnate ha exigido para sacar la billetera.

Pacata minuta:  no pagar impuestos ni la Seguridad Social durante un par de años (ya los pagan los currelas, que tienen las espaldas anchas), flexibilizar aún más la legislación laboral, que sus trabajadores no puedan afiliarse a ningún sindicato, como ocurre en su joya de la corona, el hotel Venetian Palazzo de Las Vegas, donde ni Dios levanta la voz y, finalmente, que se pueda fumar en el The Estrip madrileño para aplacar la ansiedad que provoca el juego.

El Gobierno y el PP están encantados y venden el proyecto a los ciudadanos como una oportunidad para crear empleo (dicen que hasta 250.000 puestos de trabajo) y demostrar al mundo que España, como Estados Unidos, es un país de oportunidades que está encantado de recibir a emprendedores como míster Sheldon. A este señor le han llamado en otros países de todo menos bonito, además de relacionarlo con numerosas actividades delictivas (como no sé dónde colocar el presunto lo pongo aquí) por las que ha sido y está siendo investigado en el estado de Nevada y en China, país en el que ha hecho inversiones multimillonarias. No importa.

Uno de los aspectos positivos de Eurovegas es que tal vez en unos años veamos por Alcorcón (si finalmente se construye allí) a algún gánster de película como Bugsy Siegel, propietario en su día de uno de los casinos más conocidos en Las Vegas, el Flamingo. Otro beneficio colateral del negocio para los próceres madrileños es que se lo han arrebatado a Barcelona, ciudad muchísimo menos cosmopolita que Madrid. Allí, la señora Miriam Adelson, que también opina, propuso cambiar de ubicadión el aeropuerto y derribar el campo de fútbol del RCD Español porque molestaban.  

Eurovegas va a ser un negocio para el señor Adelson (la revista Forbes le considera uno de los hombres más ricos del mundo) y para los empresarios y compañías que se suban al carro de la especulación aprovechando las facilidades de la Administración.  En Alcorcón, por ejemplo, la constructora Metrovacesa tiene unos pocos metros cuadrados de terreno rústico en una de las posibles zonas de construcción que pasarán a ser urbanizables, y eso es pasta, mucha pasa. El proyecto tiene un presupuesto aproximado de 27.000 millones de euros, de los que el señor Adelson aporta 6.000 millones y el resto lo pondrán otros mecenas del show bussines.

No hay más que escuchar al señor Arturo Fernández, presidente de la patronal madrileña CEIM, que ha dicho que el proyecto “dará muchas alegrías” y creará empleo y riqueza. Como a este señor no le creo una palabra  (por cierto, es uno de los imputados en el “caso Bankia”) doy por seguro, por simple conocimiento empírico, que cuando dice que algo puede ser bueno, lo es para él y sus amigos, y malo para los trabajadores. Prejuicio de pobre.

El señor Adelson no va a crear empleo. Un trabajo es el desempeño de una tarea remunerada de acuerdo a la responsabilidad y cualificación del trabajador, que hasta para el último escalón de la empresa debe ser suficiente para vivir con dignidad. El señor Adelson no viene a esto, viene a repartir la miseria.  

Nota a pie de página: No sé si se han percatado ustedes/vosotros, pero si la trama delictiva china dedicada al blanqueo de dinero  que ha sido desmantelada esta semana en Fuenlabrada se hubiese acogido a la amnistía fiscal del ministro Cristóbal Montoro y declarado a Hacienda los 10 millones de euros que les ha incautado la Policía pagando un módico 10% de impuestos, su dinero sucio sería ahora de curso legal y no estarían en la cárcel. Esto les pasa por no leer el BOE.