Chinatown, Sicilia y el desarrollismo desaforado de Murcia con campo de golf adosado

La reciente aprobación ‘definitiva’ de un plan para construir cinco mil viviendas con campos de golf adosados en la única zona virgen que queda junto al Mar Menor pone de nuevo sobre el tapete el desarrollismo desaforado que se está haciendo en la Región de Murcia. Y pone de relieve, a su vez, los interrogantes sobre el uso del agua que llega de otras cuencas y sobre la identidad de quienes manejan los hilos conductores de todo el entramado hídrico-urbanístico, lo que convierten a esta región en una mezcla de Chinatown y Sicilia.

Así, al mismo tiempo que era aprobado el citado plan parcial por el Ayuntamiento de Cartagena, el presidente murciano, Ramón Luis Valcárcel, se encontraba en Londres intentando convencer a financieros británicos de que invirtieran en la región. Su viaje estaba patrocinado por el Depafa Bank, dedicado a la financiación de infraestructuras públicas a nivel internacional.

Pero el nuevo plan parcial para cinco mil viviendas, denominado Novo Carthago, será realizado por una empresa nacional, más concretamente levantina. Se trata de Hansa Urbana, considerada por la prensa regional murciana como “la agencia inmobiliaria” de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), aunque esta entidad financiera sólo participe al 20% en ella, junto al 80% restante en manos la familia valenciana Galea, cuya cabeza visible es Rafael Galea, su consejero delegado.

El proyecto de Hansa Urbana se ha aprobado en el consistorio cartagenero a pesar de un informe contrario de la Confederación Hidrográfica del Segura, que no cree que los futuros habitantes de esas cinco mil viviendas junto al Mar Menor tengan garantizados sus necesarios suministros de agua.

En cualquier caso, nadie duda de que sin el apoyo financiero directo de la CAM sería imposible que Hansa Urbana hubiera despegado como gran empresa inmobiliaria en la Comunidad Valenciana y ahora esté repitiendo su exitosa historia en Murcia. Como tampoco nadie duda de que el otro gran conglomerado de intereses urbanísticos-empresariales regional, el de Polaris World, tampoco habría subido como la espuma en la última década sin un apoyo financiero similar por parte de la otra gran entidad de ahorro que opera en la región: CajaMurcia.

Así, mientras el presidente regional ofrecía en Londres las bondades receptoras de inversiones para la comunidad y el ayuntamiento cartagenero daba luz verde al macroproyecto urbanístico de la CAM, los regantes del Trasvase Tajo-Segura se aprestaban a pedir un nuevo contingente trimestral —170 hectómetros cúbicos— de agua trasvasada que les garantice teóricamente sus explotaciones agrarias.

El Sindicato Central de Regantes de Acueducto Tajo-Segura (SCRATS) lucha por su supervivencia mientras sigue abierto el que a veces se antoja interminable sumario llamado ‘del robo agua’, instruido por el fiscal anticorrupción de Madrid, Emilio Valerio, y cuyos folios relatan casos de millones de metros cúbicos de agua extraída y “desaparecida” al norte de la región y vuelta a aflorar al sur, pero no en el cauce del Segura, sino en fincas agrícolas en las que también se quiere construir urbanizaciones con campos de golf para extranjeros.

En este enrarecido ambiente, el delegado de la Agencia Tributaria en Murcia, Ángel Merediz, nombrado hace año y medio por el Gobierno de Zapatero, dio cuenta hace apenas diez días de que la mitad de las inspecciones realizadas en 2005 fueron sobre el sector inmobiliario y que se había recaudado un 16% más que en 2004 por fraudes fiscales descubiertos, al margen de las declaraciones voluntarias. Además, crecieron en un 30% los controles realizados en el sector inmobiliario en Murcia, unos 1.030.

Ya hace dos años que el secretario regional de UGT, Antonio López Baños, cifró en un 30% el porcentaje de economía sumergida que, en su opinión, se registraba en la región de Murcia. Esa cantidad proporcional sólo es superada por algunas zonas del sur de Italia —Sicilia, Calabria, etc—, de acuerdo con los indicadores de la Unión Europea.

Desde entonces, el crecimiento urbanístico con macroproyectos de adosado y golf se ha acelerado y el sumario del fiscal Valerio continúa abierto, aunque sin concluir. Por eso, el panorama general recuerda a Chinatown, la famosa película de Roman Polanski y otros áridos parajes del sur del Mediterráneo europeo.