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El Estatuto desde Tokio: Cataluña entre la Globalización y el Cortijo
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El Estatuto desde Tokio: Cataluña entre la Globalización y el Cortijo

Verdaderamente cuesta creer que en la campaña del Estatut se esté pretendiendo dar respuesta a la presumible inquietud fundamental de los catalanes: afianzar su prosperidad en

Verdaderamente cuesta creer que en la campaña del Estatut se esté pretendiendo dar respuesta a la presumible inquietud fundamental de los catalanes: afianzar su prosperidad en los años venideros. Por si los árboles no dejaran ver el bosque se me ha ocurrido mandar una invitación virtual a Kenichi Omhae para este debate; probablemente el primer especialista mundial en estrategia económica y alguien que lleva dos décadas defendiendo que la ‘globalización’ impone el retroceso del Estado-Nación en favor de la Región.

En su último libro The next Global Stage, Omhae se refiere a España en dos ocasiones y en otras dos a Cataluña. ‘El Estado’ es sólo un accidente geográfico y Cataluña aparece como una ‘Región-Estado’ con potencial para convertirse en un modelo de prosperidad. El libro no se pronuncia sobre si Cataluña aprovechará ese potencial, pero deja bien clara la 'Vía Omhae'.

El gurú japonés reclama de Cataluña una reivindicación asertiva de su "diferencia" y defiende la tesis de que el grueso de lo recaudado en Cataluña debe quedar en Cataluña. De hecho, alerta contra el peligro de que el éxito de las "regiones" suscite la envidia de los menos dinámicos y que éstos intenten disfrazar su codicia de solidaridad y equidad nacional. Posteriormente, se dibujan las dotaciones de capital humano y de infraestructura física de los ganadores de futuro... Cataluña parece inspirar a Omhae.

Concluida la revisión de los aspectos cuantitativos y cuantificables del éxito según Omhae, se llega a lo cualitativo. Entonces, el experto japonés explica que, a pesar de todo lo anterior, el elemento más importante es la apertura al mundo exterior. Por si no quedara claro afirma: "El concepto de lo nativo como opuesto a lo foráneo debe eliminarse". Es entonces cuando afirma que la diferenciación sólo tendrá éxito si consigue conquistar espacios en las mentes, los corazones y los bolsillos de "los de fuera". Para Omhae, la normalización lingüística implica favorecer la expansión y utilización de los idiomas de más amplia difusión en los ámbitos sociales, educativos y económicos.

La política hacia el capital y la fuerza laboral foránea que se propone es incompatible con las amenazas a las empresas que se planteen cerrar sus plantas o con las trabas a la movilidad de los trabajadores derivadas de sistemas educativos insulares para sus hijos, o de la proliferación de particularidades laborales y jurídicas. A su juicio, el éxito en este nuestro tiempo reside en el contacto y la apertura hacia el exterior: el intercambio de tangibles e intangibles.

Sólo la apertura al exterior genera la mentalidad abierta y flexible con la que entender como piensan, actúan, reaccionan y se expresan los otros. Sin esa mentalidad, podemos extraviarnos durante la travesía entre el Estado-Nación y la ‘Aldea global’ para terminar atrapados en un cortijo serrano.

Omhae vería la aventura en la que Cataluña está embarcada como un viaje. El buen fin de todo viaje -en el que se persiga algo más que la emoción del viajar-, necesita un destino claro (parece razonable presuponer que los catalanes desean prosperidad), un mapa (el Estatut) y un guía. A este ultimo elemento Omhae le dedica una atención especial cuando reclama valor al líder (Felipe González lo llamaba 'coraje político'). Omhae define el mal liderazgo como el que refleja miedo y, sobre todo, el que suscita miedo.

Un repaso a los eslóganes electorales deja bien claro el maniqueísmo que se propone a los catalanes: España o Cataluña, conmigo o contra mí -¿dónde hemos oído esto recientemente?-. En definitiva, una mísera oferta que es fiel reflejo de la filosofía de la miseria que nos invade. Decía C.K.Chesterton: "No es que no puedan ver la solución. Es que no pueden encontrar el problema". Eso, o que no pocos han hecho de los problemas de los demás una solución a los suyos.

*Isaac Martín Barbero es abogado y economista.

Verdaderamente cuesta creer que en la campaña del Estatut se esté pretendiendo dar respuesta a la presumible inquietud fundamental de los catalanes: afianzar su prosperidad en los años venideros. Por si los árboles no dejaran ver el bosque se me ha ocurrido mandar una invitación virtual a Kenichi Omhae para este debate; probablemente el primer especialista mundial en estrategia económica y alguien que lleva dos décadas defendiendo que la ‘globalización’ impone el retroceso del Estado-Nación en favor de la Región.