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El imperio Prisa, tocado por un advenedizo en la prensa y la tv
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El imperio Prisa, tocado por un advenedizo en la prensa y la tv

Mediapro, una empresa ("de izquierdas" presumen), de tamaño mínimo hasta la llegada de José Luis Rodríguez Zapatero a La Moncloa, hace menos de cuatro años, se

Mediapro, una empresa ("de izquierdas" presumen), de tamaño mínimo hasta la llegada de José Luis Rodríguez Zapatero a La Moncloa, hace menos de cuatro años, se ha introducido como una cuña en el corazón del imperio Prisa, editora de El País, y principal socio de Sogecable, propietaria de Canal Plus, Digital Plus y Cuatro. La estaca puede paralizar el sofisticado entramado de empresas y actividades que engloba Prisa. Su estrategia futura y valor en el mercado pueden tambalearse ahora cuando el grupo cumple 30 años.

Y es que los números no cuadran. El fútbol en televisión sólo es rentable si se poseen los derechos de los equipos. Para las plataformas de pago esto es imprescindible porque funcionan como ‘driver’, banderín de enganche de abonados. En cambio, en abierto su rentabilidad es discutible dado el coste/espectador, cinco veces superior a la de cualquier otro prime-time.

Los realities shows son programas basura de bajo coste. La producción es barata (unos famosillos en el plató) y rentable. El coste de cinco partidos de la Liga equivale a todas las horas de Gran Hermano, por ejemplo, ya que un partido, bueno o malo, en abierto cuesta cuatro millones de euros.

Además, aunque cada vez hay más afición, hay muchísimos ‘partidos petardo’ de poquísima audiencia. Y lo mismo pasa en Pay TV y Pay Per View (ppv). El Real Madrid, el Barça y el Atlético de Madrid son los únicos que producen ‘pinchazos’. Ninguno más. Ni el Valencia, ni el Deportivo ni ningún otro genera ingresos adicionales por ppv.

Estos errores no son nuevos. Ocurrió en Alemania (Kirch TV) y en Gran Bretaña (ITV) con los operadores de los derechos del fútbol. Simplemente quebraron.

Mediapro ha pasado de ser intermediario a ser el comprador de derechos, contrato a renovar a partir de la temporada 2009. Entre ellos, los del Real Madrid. Y lo ha hecho con torería, como "los más ricos de Vejar". Doblando las contribuciones a los clubes, encareciendo sin ninguna lógica los costes de derechos, haciendo inviable en técnica contable su explotación futura, pagos e ingresos.

La nueva guerra del fútbol televisado "enfrenta -destacan fuentes del sector- a unos advenedizos (Mediapro) que dirigen mal La Sexta y siempre actuaron como intermediarios o broker de los derechos deportivos internacionales sin intervenir en el mercado del fútbol nacional". Se trata de una lucha desigual. David contra Goliat. Una corporación (Sogecable) que factura 1.800 millones de euros al año frente a un pequeño grupo técnico-empresarial que ha roto su posición de dominio sobre los derechos del fútbol televisado.

Lo que nadie antes se atrevió a hacer lo hace ahora "un grupo de ex empleados de la catalana TV3, Jaume Roures y Tatxo Benet, fundadores de Mediapro, especializada en transmisiones televisivas (unidades móviles, enlaces, satélites) y gestión de derechos deportivos. Su principal cliente siempre fue Sogecable. Empezaron a producir programas de reportajes en directo vía satélite, Andalucía Directo y España Directo. No mucho más". Ahora, este pequeño grupo de ‘águilas’ actúa como leones y le comparan con los elefantes entrando en una cacharrería.

Osar retar a Prisa es temerario por "los daños colaterales del fuego amigo" en palabras de Felipe González. José Luis Rodríguez Zapatero puede convertirse en el próximo objetivo a batir. "Los amigos de ZP son los que pretenden hacer tambalear al imperio Prisa y sólo a las pocas semanas de la muerte del fundador, Jesús Polanco", empieza a escucharse esta cantinela en medios profesionales.

El obús teledirigido por Mediapro contra la línea de flotación de Prisa se dirige hacia el negocio televisivo, pero también contra su buque insignia, el periódico El País. El nuevo diario Público, todo a color por 50 céntimos, popular y de izquierdas, encuentra sus lectores objetivos entre los de El País. Si el periódico de Prisa perdiera en los próximos meses la hegemonía como líder de la prensa nacional (le sigue El Mundo cada vez más cerca), su posición en el mercado repercutiría en el valor de la compañía.

El diseño global y estratégico de Prisa se basa en dos grandes áreas de comunicación: Prensa, TV y radio. Sogecable sustenta todo su poderío en la industria de la televisión y el Cine. Si se tambalea la plataforma de televisión de pago Digital Plus y Canal Plus puede arrastrar a una crisis al resto del grupo.

Tanto Prisa como Sogecable cotizan en Bolsa y deben asumir una transparencia contable que garantice una gestión solvente para sus accionistas. Este es uno de los principales motivos por los que resulta inalcanzable un acuerdo con Mediapro sobre la explotación de un negocio que es imposible cuadrar si sólo suben los costes (los derechos doblan) y no los ingresos. El pez pequeño se quiere comer al grande. La cuestión es saber si se le atragantara y, al final, los "daños colaterales del fuego amigo" dejan tocado a ZP.

* Carlos Taboada, productor y analista de televisión.

Mediapro, una empresa ("de izquierdas" presumen), de tamaño mínimo hasta la llegada de José Luis Rodríguez Zapatero a La Moncloa, hace menos de cuatro años, se ha introducido como una cuña en el corazón del imperio Prisa, editora de El País, y principal socio de Sogecable, propietaria de Canal Plus, Digital Plus y Cuatro. La estaca puede paralizar el sofisticado entramado de empresas y actividades que engloba Prisa. Su estrategia futura y valor en el mercado pueden tambalearse ahora cuando el grupo cumple 30 años.

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