Goethe, el oro y el dinero creado de la nada

Hace unas semanas Jens Weidmann, presidente del Banco Central alemán, señalaba en un revelador discurso, que la mejor garantía contra las tentaciones de la política monetaria era una sociedad ilustrada y orientada a la estabilidad.

Weidmann comenzó su discurso indicando que durante largos períodos de la historia diversos objetos habían sido utilizados como dinero, pero que el oro como medio de pago y depósito de valor, era un clásico que reunía todas las características que debía poseer el mismo.

Precisamente por ser el oro la representación del dinero por excelencia, estamos viendo como muchos bancos centrales de economías emergentes como China, India o Rusia, están aumentando considerablemente sus reservas del metal. Asimismo cada vez más inversores se están refugiando en un activo cuya principal virtud es ser un valor tangible, reconocido en todo el mundo y que no puede ser creado de la nada, ni devaluado por ningún gobierno, ni institución monetaria.

Durante su disertación, el presidente del Bundesbank recordó que en la actualidad, el dinero no estaba respaldado por nada tangible y que con demasiada frecuencia se había aumentado la masa monetaria, con el resultado de la devaluación por inflación. Sorprendentes palabras para un banquero central en la actualidad.

El presidente del Banco Central de Alemania hizo referencia a Fausto, la obra maestra de Johann Wolfgang von Goethe, en la que el escritor alemán describe magistralmente las tentaciones y peligros de la creación del dinero de la nada. Weidmann explicó que la teoría de Goethe consistía en que si bien en la antigüedad los alquimistas tradicionales intentaban convertir el plomo en oro, en la economía moderna’ (de la época de Goethe) lo que se intentaba era convertir el papel en dinero.

Goethe que además de escritor y poeta fue ministro de finanzas del pequeño ducado de Sajonia-Weimar-Eisenach, entendía perfectamente las nefastas consecuencias de la creación del dinero sin respaldo y lo quiso plasmar en su obra literaria cumbre. Cuando Goethe fue nombrado ministro de finanzas, el pequeño ducado de Sajonia-Weimar-Eisenach estaba profundamente endeudado y el duque regente Carl August, llegó a flirtear con la posibilidad de introducir dinero papel. Pero Goethe por temor a la inflación, desaconsejó al gobernante llevar a cabo esa idea. En un informe que se conserva del escritor de aquella época, se puede leer en alemán antiguo: “Jeder Münzfuß, er sey welcher er wolle, muß fest seyn”. Cuya traducción libre sería ‘Toda moneda, sea cual sea, debe ser tangible’.

Es la inflación, estúpido

Si algo ha caracterizado a todo tipo de gobernantes a lo largo de la historia, ha sido su voraz apetito por las guerras, el endeudamiento y la creación del dinero de la nada. Solo hay que recordar episodios como el del John Law, el escoces que impulsó el experimento de dinero papel en Francia bajo la protección del regente Felipe de Orléans y que terminó llevando a la nación gala a la ruina en el siglo XVIII, o más recientemente en el siglo XXI tenemos el ejemplo de Zimbawbe.

Desafiando la lógica, todos los partidos políticos en la actualidad defienden políticas monetarias expansivas de endeudamiento, y pretenden resolver un problema crediticio con más deuda. La creación de más dinero sin respaldo en la economía real, sin la correspondiente producción y posterior ahorro, conducirá inevitablemente hacia la devaluación del dinero existente y por tanto al empobrecimiento de la sociedad.

La riqueza no se imprime, la riqueza se crea y además la crean las personas no los estados; que se han convertido en descomunales maquinarias que se retroalimentan de la deuda que contraen en nombre de los ciudadanos, con el único fin de mantenerse en el poder, prometiendo un bienestar basado en el endeudamiento, que por supuesto termina pagando y muy caro toda la sociedad. De eso se hablará el próximo día 14 de noviembre en la Asociación Española de Metales Preciosos.

*Marion Mueller Chueca es Fundadora de OroyFinanzas.com, Vicepresidenta de la Asociación Española de Metales Preciosos