Alemania, en la encrucijada

Angela Merkel hat gewonnen aber nicht gesiegt – Angela Merkel ha ganado pero no ha vencido

Angela Merkel ha ganado las elecciones con una mayoría abrumadora y sin embargo eso no significa que formar gobierno vaya a ser una tarea fácil. El fracaso de una FDP que ha quedado fuera del Bundestag obliga a Merkel a negociar con el SPD o los Verdes para formar Gobierno. Tanto la canciller como la mayoría de los alemanes desean una gran coalición, tal como indican los sondeos, pero las negociaciones se adivinan tan complejas que pueden quedar bloqueadas durante los próximos meses decisiones importantes para Europa. Es necesario que los dos grandes partidos hagan un ejercicio de responsabilidad y faciliten la creación de un Gobierno que permita poner en marcha las reformas que tanto Alemania como Europa necesitan.

Con un respaldo popular de casi el 42% de los votos, Merkel podría en teoría gobernar en solitario, hecho poco probable. Esto daría lugar a un Gobierno inestable que podría ser bloqueado tanto en el Bundestag como en el Bundesrat. Una coalición entre la CDU y el SPD garantizaría estabilidad en las dos cámaras del Parlamento Alemán.

Las demandas principales del SPD son la obtención de seis ministerios (incluyendo Hacienda, Familia y Trabajo), la introducción de un salario mínimo, reformas del mercado laboral y un incremento de los impuestos para sufragar un mayor gasto en educación e investigación

A pesar de los resultados electorales, el SPD está llamado a jugar un papel fundamental en el nuevo Gobierno y sus líderes son conscientes de ello. Por esta razón, así como por el temor a volver a ser devorado por Merkel, sus líderes están tratando de obtener importantes concesiones de la canciller para tranquilizar a sus votantes. Sus demandas principales son la obtención de seis ministerios (incluyendo Hacienda, ocupada ahora por Wolfgang Schäuble, el arquitecto de la austeridad, Familia y Trabajo), la introducción de un salario mínimo, reformas del mercado laboral y un incremento de los impuestos para sufragar un mayor gasto en educación e investigación.

Una posible fuga de votos tras una nueva gran coalición parece un temor fundado. Además, sus líderes han prometido someter cualquier acuerdo a una votación interna de los afiliados. Esta actitud poco realista dificulta las negociaciones al encerrar a la canciller entre unas demandas progresistas rechazadas masivamente en las urnas y el ala más conservadora de la CDU-CSU, pudiendo poner en jaque la formación del nuevo Gobierno.

Las demandas del SPD son totalmente legítimas. Sin embargo, no se puede obviar que las políticas de Merkel acaban de ser refrendadas multitudinariamente por los ciudadanos y el SPD no puede pretender obtener mediante la negociación lo que en las urnas le han negado. Esto no significa que tenga que aceptar cualquier propuesta de la CDU. Formar una coalición es buscar compromiso y, por tanto, Merkel deberá ceder también en algunos aspectos como el salario mínimo o mayor inversión en educación.

El SPD tendrá que moderar sus demandas para favorecer la creación de la coalición que desean la mayoría de los alemanes y servir de contrapeso al ala conservadora de la CDU-CSU. La presión social puede ser fundamental en este sentido. De hecho, ambos partidos deben ser responsables y anteponer el interés del Estado a los intereses partidistas y ser consecuentes con la voluntad de los alemanes. El deseo de lograr un acuerdo no debe tener prioridad sobre la voluntad de los ciudadanos, rompiendo con sus promesas electorales. Alemania debería formar Gobierno lo antes posible, pero un Gobierno consecuente con los resultados de las elecciones celebradas hace escasas semanas.

*Germán Luis Buceta, presidente de Friends of Spain in Germany, www.friendsofspain.de