¡Feliz 2017!

Año en el que, si se toman las medidas  económicas exactamente contrarias, se podría hablar de recuperación. Todos pensábamos que la política económica del Gobierno Zapatero era ‘impeorable’, perdonen la expresión, porque fue nula ante la crisis como se ha reconocido para mayor vergüenza general, pero la del actual es activa, activa pero destrozando el consumo, motor clave del crecimiento económico.

Nunca se ha visto un jefe de Gobierno que en cualquier foro que vaya, parlamento, entrevista, reunión de partido, ruedas de prensa con jefes de Gobierno extranjeros, con empresarios, aunque no tenga nada que ver con la economía, el monotema sea la recuperación económica de España. Cuidado: Excusatio non petita, acusatio manifesta, dime de que presumes y te diré lo que te falta. Esto con el apoyo de sus altavoces mediáticos, lejos de cumplir con la ética periodística de la independencia, como ocurre en muchos medios europeos, y con la ayuda de un histriónico banquero que celebra el dineral que entra en el país, en un intento de captar clientes solventes.

Obama, con una economía boyante y en plena expansión previene de los problemas a los que se enfrenta su país, rebaja el optimismo en un ejercicio de responsabilidad y no se oye un empresario ni banquero diciendo lo bien que va el país, porque se da por hecho.

El crecimiento del PIB no es el indicador que muestra la evolución económica en este momento; recomiendo seguir el de la morosidad bancaria

Y es que la recuperación, señores lectores, no es por desgracia un 0,1  0,2  o 0,n%. El PIB no puede caer indefinidamente porque desaparecería el país. Se necesita como mínimo un 3% para empezar a hablar de cierta creación de empleo.

El crecimiento del PIB, insignificante con los últimos datos, no es el indicador que muestra la evolución económica en este momento en España; recomiendo seguir el de la morosidad bancaria, que mide la capacidad real de pagar sus deudas de empresas y familias. Y esta es sencillamente alarmante: 200.000 millones de euros y subiendo 10.000 cada mes.

La situación real de la economía española en este momento es la estanflación (el peor escenario posible), estancamiento unido a inflación, ya que el IPC aparentemente moderado no refleja en términos de poder adquisitivo la bajada de salarios de los últimos dos años que hacen, en términos reales, una pérdida del mismo del 4%. Todo el mundo sabe que los precios han subido por encima de la cifra que marca ese índice y especialmente los determinados por el Gobierno (luz, gasolina/gasóleo, transporte público, IVA, tasas de todo tipo, copago sanitario etc…)

No se está cumpliendo el déficit público y la deuda crece a tasas insoportables que ponen en peligro la existencia de la Seguridad Social, tal y como la conocemos; por eso el Gobierno, que sabe perfectamente que no hay recuperación a la vista, ha indicado la subida de las pensiones al crecimiento del PIB y no a la inflación. Señores, no somos tontos. (No he visto  a ningún político de la oposición darse cuenta de esto).

Todas las grandes empresas, incluso las estatales, estafan al cliente con el dichoso número (902) al que es necesario llamar para cualquier gestión

¿Recuperación? ¿Con EREs a diario en empresas de todo tipo y tamaño?

¿Recuperación? ¿Con suspensiones de pagos e impagos de intereses de sociedades cotizadas?

¿Recuperación? ¿Con refinanciaciones dramáticas en empresas importantes y grandes patrimonios?

Las empresas con las que hablo están pensando en cuántos trabajadores pueden evitar despedir en el próximo ERE y los particulares, en ahorrar lo más posible ante futuras caídas de sueldos y honorarios cuando no pérdida de los mismos.

España: país de capitalismo salvaje

Paradójicamente este país se ha convertido en el paraíso de las grandes empresas, que campan a sus anchas, sin control, intentando exprimir a un tejido social fuertemente golpeado por la crisis. En EEUU, cuna del capitalismo por excelencia, los bancos que cometen desmanes son fuertemente sancionados de manera inmediata y sometidos a una presión extrema cuando se trata de rescatarles, como ha ocurrido en la crisis financiera del 2007, donde el contribuyente ha salido ganando con la intervención de la Administración Federal. Los  organismos que velan por la competencia funcionan, y si hay acuerdos ocultos de fijación de precios son sancionados con multas coercitivas, siempre velando por el consumidor.

¿Que tenemos aquí?

Sector bancario: tal era la legislación que les permitió en tiempos ser la banca más saneada de Europa que tuvo que venir Bruselas, tras los primeros suicidios por desahucios a decir “basta”. 

Sector eléctrico: en medio de la redacción de este artículo ha saltado el escándalo que me alegro de haber anticipado en este mismo medio hace  seis meses. Estaba escribiendo esto: “La autofijación de precios sin control es sangrante, las tarifas eléctricas (fijadas entre las tres compañías a su antojo con el beneplácito del Gobierno) son un escándalo de tal magnitud, que la subida no solo excede lo racional sino que está provocando la huida de la industria fuera del país por los excesivos costes, y lo que es peor, la suspensión del suministro a 1, 4 millones de hogares en pleno invierno por falta de pago, lo que es intolerable para las familias afectadas . El Gobierno, impertérrito”.

La crisis ha sido tan feroz que la clase media se ha visto tocada y tardará largo tiempo en resurgir, y todo esto ante un Gobierno de lo más antisocial que se recuerda

Y tras la subasta delincuencial del mes pasado, poco más tengo que añadir, salvo que esta vez el Gobierno no se ha quedado impertérrito, sino preso de pánico electoral, y al ver venir otra desgracia social ha reaccionado como suele hacer, echando la culpa al otro.

Por poner un ejemplo concreto de los abusos intolerables: Gas Natural Fenosa corta la luz sin aviso notificado por una sola devolución del recibo incumpliendo el Real Decreto 1955/2000, de 1 de diciembre que lo regula, sin que el consumidor tenga medios de reclamar daños y perjuicios más que con las costosas tasas judiciales

Pero pongamos ejemplos palpables que el ciudadano ve a diario: el 902. Todas las grandes empresas, incluso las estatales, estafan al cliente con el dichoso número al que es necesario llamar para cualquier gestión. RENFE, Securitas Direct (al que hay que llamar por fuerza cuando te asaltan tu casa), Santander Seguros (que tiene al cliente al teléfono cinco minutos preguntándole datos de los que dispone desde siempre solo para alargar la conversación)…  Busquen en internet el obligatorio equivalente número gratuito y por favor no marquen ni un 902 más.

Cuáles son las características de un país subdesarrollado según el profesor de Berkeley, L. Borsntein :

• Corrupción generalizada en toda la estructura  del país, presencia de la política en todos los estamentos, organizaciones y sectores de la sociedad.
• Clase media escasa o inexistente.
• Ausencia de mecanismos democráticos, impunidad de los dirigentes ante delitos.
• Bajísimo nivel de formación.

¿Les suena de algo? La crisis ha sido tan feroz que la clase media se ha visto tocada y tardará largo tiempo en resurgir, y todo esto ante un Gobierno de lo más antisocial que se recuerda. No solamente los desahucios tuvieron que ser mitigados por la presión social y por la intervención de las autoridades europeas, sino que se debate en el parlamento la prohibición de dejar sin energía a las familias desfavorecidas en invierno. En Castilla y León, por ejemplo, proliferan las empresas que instalan calderas de leña por no poder usar el gasoil. ¿Estamos volviendo a la Edad Media?

Lo peor no es la incapacidad, sino la manifiesta falta de voluntad de gobernar para sacarnos del precipicio

Todo este panorama contemplado por unos ‘¿responsables? políticos’ sin la mínima cualificación, cuando no incapacidad intelectual, como se ve en la mayor parte de sus declaraciones muchas veces balbuceantes; compárenlas con los de otros dirigentes europeos y se quedarán pasmados del nivel del debate.

Hasta se permite que la rama de Hacienda admita prevaricación en las decisiones de inspección, que se incumplan los programas electorales (cuando son contratos con la sociedad y cuando una de las partes la rompe, la otra no está obligada a cumplirla) o que ante lo que se interpreta como prevención ante protestas sociales que se avecinan se permite legislar contra la libertad de movimiento.

Esto por no hablar de la nula presencia internacional del país con el que no se cuenta en ningún foro, ni en los europeos (más que los estrictamente obligatorios), como en el caso del posible ataque a Siria, en el que sólo opinaron Gran Bretaña, Francia e Italia. Claro, no hay más que ver al ministro del ramo .Les aconsejo que lean lo que dice de nuestros políticos la prensa extranjera, la libre.

Lo peor no es la incapacidad, sino la manifiesta falta de voluntad de gobernar para sacarnos del precipicio; algo tan sencillo como un real decreto permitiendo crear empresas por un correo electrónico a un registro como en EEUU facilitaría la creación de miles de empresas, sin los absurdos trámites administrativos que hacen imposible crear una empresa sin costes y tiempos insoportables y desmotivadores.

Otro real decreto reduciendo los costes energéticos al 50% liberaría rentas para el consumo y atraería empresas que se están yendo. ¿Alguien ha oído a la ministra de Trabajo? Un problema que alarma a toda Europa y a la OCDE, y solo la ministra alemana del ramo propone medidas concretas como destinar fondos de su país para los jóvenes en esa situación. Los últimos datos del paro, lejos de respaldar las afirmaciones del Gobierno, las desmienten: es la población activa la que ha disminuido y se han destruido puestos de trabajo. Y no basta con crear empleo: ¿con qué salarios? ¿Nos tenemos que conformar con salarios de 1.000 euros para un profesional?

No dejemos de ser constructivos

Como el economista tiene la obligación de aportar soluciones y en ésta solo hay una, porque carecemos de dos de los tres instrumentos de política económica que existe: la monetaria y cambiaria, por habernos entregado al euro, otro error político económico del que los países del sur Europeo se están arrepintiendo y del que advertí en 1999.  Los países más desarrollados huyen de él cómo de la peste: Suiza, Gran Bretaña, países escandinavos… Así que en lo que coinciden los economistas anglosajones y algún europeo prestigioso, es en que solo queda la herramienta fiscal.

Irlanda sufrió una crisis similar o más profunda que la nuestra, con un rescate europeo, y en dos años no solo nos ha superado en renta per cápita, sino que ha convertido a su capital en el centro europeo de desarrollo informático de las multinacionales

La fiscal, no el recorte de sueldo de los funcionarios y los servicios básicos a los ciudadanos que el Gobierno denomina reformas profundas y que es lo único que han sabido hacer (y además por imposición de Alemania, que es en realidad la que nos  gobierna en remoto), sino una reducción a la mitad de la administración estatal y los reinos de taifas gobernados por catetos locales con ínfulas de jefes de Estado.

Y con la inmediata inyección de esos ingentes fondos en crear bases para atraer y fomentar industrias productivas, investigación y viveros de proyectos en los sectores en los que destacamos: textil, agroalimentación, ingeniería, construcción de obra pública e infraestructuras…  

Esta es la política keynesiana que está realizando la reserva federal norteamericana con tan buenos resultados para el país, que no para de crecer. Atraer pues, con esas ayudas, a capital extranjero masivo y convertir al país en la California del sur de Europa. Esto no es una quimera, está ocurriendo en Irlanda.

Un país que sufrió una crisis similar o más profunda que la nuestra con un rescate europeo y que en dos años no solo nos ha superado en renta per cápita sino que ha convertido a su capital en el centro europeo de desarrollo informático de las multinacionales del sector. Informáticos cualificados españoles han dejado su puesto en España de 30.000 euros por los 90.000 que cobran en Dublín. Ahí sí se ha superado la crisis, pero con la ética y saber hacer de los anglosajones.

Hace falta un partido, outsider, alguno existe, que tome nota, que con un excelente equipo económico detrás para generar credibilidad, se presente a las próximas elecciones

Los desempleados que habría como consecuencia de esta reducción se recolocarían mediante acuerdos estratégicos en países latinoamericanos y EEUU, donde la demanda de mano de obra cualificada hispanohablante es enorme, y una vez más, los países limítrofes de América central quitan protagonismo a España, que nunca ha hecho valer en EEUU la influencia que tiene en la economía del país la lengua hablada por un tercio de sus 300 millones de habitantes.

Pero no soñemos

Ningún Gobierno salido del ‘sistema’ existente se atrevería a hacer los cambios legislativos necesarios para sacar al país de esta situación, no por los votantes, que saben perfectamente que vivir en una región u otra no supone ninguna diferencia (¿alguien puede decir lo contario? –quizás  con alguna excepción– ) y si se les propone un cambio de estas dimensiones lo aceptarían encantados, sino porque nuestros políticos, su vida y sus intereses vergonzosamente privilegiados en relación a cualquier otro político de Europa occidental, estarían en riesgo.

Hace falta un partido, outsider, alguno existe, que tome nota, que con un excelente equipo económico detrás para generar credibilidad, se presente a las próximas elecciones con un programa de este nivel de ambición.

Los actuales dirigentes que no se esfuercen en mandar mensajes al votante hasta el límite de lo tolerable, el ciudadano percibe en su hogar la realidad a diario y las empresas sólo piensan en salir del país. ¿Tienen las maletas preparadas?

Nota: Las opiniones vertidas en este artículo pertenecen  exclusivamente al autor y no forzosamente a la organización profesional que represento.

*Carlos Orduña es presidente de EAF (Economistas Asesores Financieros)