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Floridablanca: un punto de encuentro para recuperar la política
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Isabel Benjumea

Floridablanca: un punto de encuentro para recuperar la política

Los españoles en su mayoría lo que queremos es poder disponer de nuestro dinero para ahorrar, invertir o donar, sin un intermediario gigante llamado Estado

Foto: El equipo de Floridablanca.
El equipo de Floridablanca.

Recuerdo cómo un amigo “socialista de toda la vida” me confesó en un café, no sin cierta preocupación y sorpresa, que pensaba que se había vueltode “derechas”. Le pregunté a qué respondía tal inquietud, y me contestó que había hecho el cálculo del coste real de su nómina y que cuando había visto lo que recibía por su trabajo y lo que se “quedaba” el Estado, sentía que trabajaba doblemente por el mismo salario: para el Estado y para su jefe. Se mostraba sorprendido y algo confuso, porque ahora resultaba que el “explotador” no era el empresario, sino el Estado. Las siguientes preguntas que le surgían eran: ¿por qué la carga impositiva es tan elevada si está demostrado que a menor carga impositiva mayor recaudación de ingresos?, ¿por qué no puedo elegir libremente a dónde van mis impuestos?, etc.

A partir de esa experienciay de otras que compartimos entre los compañeros de Floridablanca, nos dimos cuenta de que los españoles en su mayoría lo que queremos es poder disponer de nuestro dinero para ahorrar, invertir o donar, sin un intermediario gigante llamado Estado, que pretende saber mejor que nosotros cuáles son nuestras prioridades. Comprendimos que los españoles creemos firmemente en la libertad, en el esfuerzo personal, en la igualdad de oportunidades y en que todos somos iguales ante la ley. Los españoles estamos orgullosos de nuestra patria, aspiramos a mejorar día a día y somos solidarios. Apostamos por los cambios que vienen acompañados de reformas y desconfiamos de los cambios que se inspiran en la ruptura.

Floridablanca nace para estimular el debate de ideas: recuperar la política con mayúsculas y hacer propuestas basadas en el ideario liberal-conservador

¿Y si les digo que este ideario no es otro que el ideario liberal-conservador? Estoy segura deque más de uno se sorprendería o negaría con la cabeza rechazando esta “etiqueta”. Pues bien, nosotros creemos que toca romper tabúes y salir de lo “políticamente correcto”. Creemos que urge reivindicar estas ideas, principios y valores como lo que son, la base para las mejores políticas, para una España mejor. Rechazamos la falsa “supremacía moral” de la izquierda que nos impone su discurso como único discurso “moderno” y aspiramos a recuperar el espacio cedido en estos últimos años.

Floridablanca nace precisamente para suplir esta falta yestimular el debate de ideas: queremos recuperar la política con mayúsculas, y hacer propuestas basadas en el ideario liberal-conservador. Creemos que la política no consiste solamente en un mero ejercicio de buena gestión y comunicación, consiste en convencer, y si tú no convences, lo harán otros. Así que estamos para eso, para convencer, sobre todo a los jóvenes, de que nuestras ideas son las mejores para cada uno de nosotros y para nuestra sociedad. Estamos dispuestos a debatirlas, contrastarlas y demostrar que a todos nos iría mucho mejor si las lleváramos a la práctica.

No somos un think tankni una fundación;somos un grupo de ciudadanos jóvenes con un proyecto: ayudar a que juntos pensemos y actuemos mejor. Aspiramos a ser un punto de encuentro que sume personas, ideas e invite a la conversación entre distintas generaciones. Para lograr esta tarea tenemos la enorme suerte de contar con un consejo asesor que nos aportan experiencia y sabiduría, y nuestras principales herramientas son nuestro blog (www.redfloridablanca.com) y la organización de encuentros y debates. Todo ello con un objetivo: aportar nuevas ideas, rescatar aquellas que demostraron ser útiles y valiosas y, cómo no, reivindicar su puesta en práctica.

*Isabel Benjumea. Cofundadora de Floridablanca. (@floridablanca_)

Recuerdo cómo un amigo “socialista de toda la vida” me confesó en un café, no sin cierta preocupación y sorpresa, que pensaba que se había vueltode “derechas”. Le pregunté a qué respondía tal inquietud, y me contestó que había hecho el cálculo del coste real de su nómina y que cuando había visto lo que recibía por su trabajo y lo que se “quedaba” el Estado, sentía que trabajaba doblemente por el mismo salario: para el Estado y para su jefe. Se mostraba sorprendido y algo confuso, porque ahora resultaba que el “explotador” no era el empresario, sino el Estado. Las siguientes preguntas que le surgían eran: ¿por qué la carga impositiva es tan elevada si está demostrado que a menor carga impositiva mayor recaudación de ingresos?, ¿por qué no puedo elegir libremente a dónde van mis impuestos?, etc.