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20-D: hacia un 'Parlamento líquido'
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Jaime Olmos

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20-D: hacia un 'Parlamento líquido'

La Carrera de San Jerónimo concentrará un poder decisorio sin precedentes que, a falta de mayorías estables, someterá a los grupos parlamentarios a la dictadura del pacto

Foto: Jaime Olmos, 'public affairs partner' en KREAB.
Jaime Olmos, 'public affairs partner' en KREAB.

Un 42% de votantes indecisos, según las estimaciones del CIS, inclinará este próximo domingo una balanza todavía propicia para el Partido Popular. Los últimos sondeos, publicados el pasado lunes, anticipan la victoria de Mariano Rajoy y sitúan el foco de atención en los 100 escaños que están en juego y que, de acuerdo con la Ley D'Hondt, determinarán el próximo inquilino de La Moncloa.

La demoscopia, ciencia devenida en instrumento de movilización que se ha demostrado imprecisa en las citas electorales más recientes, traslada a día de hoy un escenario de triple empate inédito en nuestra democracia, en el que PSOE, Ciudadanos y Podemos compiten por el segundo puesto con una diferencia menor a los dos puntos porcentuales.

De este ‘trasvase’ histórico de votos y los posibles escenarios de gobierno para esta XI Legislatura, cabe rescatar las siguientes claves:

  1. 100 escaños en juego. Los resultados de las encuestas y la previsibilidad del sistema electoral, gracias al reducido tamaño de muchas de las circunscripciones, permiten anticipar con relativa fiabilidad los 250 primeros escaños del Congreso. La victoria electoral se juega, por tanto, en la forma en que se repartan los 100 escaños restantes.
  2. Fin del bipartidismo, ¿fin de la alternancia? Según la última encuesta de Metroscopia, los dos partidos tradicionales representan el 48% de la intención de voto, menos de lo que consiguió el PSOE en 1982. Hasta la fecha, el máximo histórico que un tercer partido había logrado era 10,8% (PCE/PSUC, 1979).
  3. Triple empate técnico. A la luz de las encuestas conocidas el pasado lunes, segundo (PSOE), tercero (Podemos) y cuarto (C’s) -aun con diferentes variaciones a la hora de ordenarlos- están en empate técnico. Todos los sondeos coinciden en señalar la tendencia al alza de Podemos en la recta final, el estancamiento de Ciudadanos y el descenso del PSOE, cuya distancia del PP cada vez parece más insalvable.
  4. Una campaña determinante. A tres días de la cita con las urnas, cabe anticipar que estamos finalizando una de las campañas más competidas en democracia, no solo por el número de aspirantes, los debates y una cobertura mediática sin precedentes, sino por el número de indecisos que resolverán su voto en el último momento.
  5. El último cara a cara bipartidista benefició a los emergentes. El debate de tintes noventeros entre Rajoy y Sánchez supo a poco en un 2015 marcado por dos partidos emergentes que no rehusaron someterse a formatos más arriesgados antes y durante la campaña. Además, la corrupción acaparó buena parte del debate, precisamente el tema cuya rentabilidad capitalizan mucho mejor las banderas limpias de Ciudadanos y Podemos que un PP y un PSOE atrapados en la dinámica del “y tú más”, por más contundencia verbal que hayan utilizado a la hora del reproche mutuo.
  6. Ciudadanos podría no ser suficiente. El escenario hasta la fecha más probable, y en el que más confianza ha depositado el Partido Popular, podría estar en riesgo. El partido de Rivera podría pagar el cansancio exhibido en la recta final de la campaña y las encuestas abren la puerta a que un posible acuerdo PP-C’s no sea numéricamente una garantía de gobernabilidad.
  7. El futuro de Sánchez: todo o nada. Aunque las últimas encuestas dan un pequeño respiro al secretario general, el PSOE pierde votos a izquierda y derecha. Andalucía salvará los muebles, pero otros feudos estratégicos del socialismo -Madrid, Cataluña o Valencia- podrían sufrir un retroceso histórico. Un resultado inferior a 90 diputados podría tambalear el liderazgo del partido. Las miradas se volverán hacia Andalucía, donde Susana Díaz podría aspirar a hacerse con el poder del partido formalmente.
  8. 'Remontada' por la izquierda. Consciente del éxito de Ciudadanos con un discurso anclado en el centro, Podemos concentró sus esfuerzos en ganar votantes desencantados entre el electorado socialista. Después de ganar enteros en la campaña, Iglesias se erige hoy en único representante de la verdadera izquierda. Sin embargo, algunos analistas coinciden en señalar que el partido de Iglesias tiene más dificultades que sus adversarios para aspirar a captar votos en la bolsa de indecisos que decidirá su voto a última hora.
  9. Los nacionalistas, ¿llave de gobierno? En un escenario de mayorías insuficientes, podría ser necesario completar un eventual acuerdo de investidura o gobierno con los partidos periféricos. En este sentido, los escaños de ERC, DL (antes, Convergència) y PNV -con elecciones en el País Vasco previstas para el mes de noviembre- podrían resultar determinantes.
  10. Reforma constitucional… pendiente del Senado. Una eventual mayoría absoluta del PP en el Senado, donde el sistema impide que existan los terceros partidos de cada provincia, podría condicionar una agenda de reformas estructurales lideradas por formaciones sin apenas representación en la Cámara Alta.
  11. ¿Elecciones anticipadas? El calendario señala que el próximo 13 de enero tendrá lugar la constitución de las cámaras, fecha a partir de la cual arrancará el proceso para nombrar al presidente. A falta de un acuerdo de gobierno o investidura en primera vuelta, la mayoría simple de la segunda votación podría dar lugar a un Gobierno débil sometido a los vaivenes de la legislatura, circunstancia que podría desembocar en elecciones anticipadas.
  12. Impacto en los gobiernos autonómicos y locales. Es el caso de Aragón, Extremadura o Murcia, pero también de ayuntamientos como los de Madrid y Barcelona, donde las alcaldesas gobiernan en minoría, u otros como Zaragoza y Cádiz. Las alianzas post-20-D podrían tambalear los cimientos de no pocos gobiernos autonómicos o locales.

Profecías al margen, lo cierto es que esta nueva dinámica multipartidista sitúa al Congreso de los Diputados en el centro del poder político. La Carrera de San Jerónimo concentrará un poder decisorio sin precedentes que, a falta de mayorías estables, someterá a los grupos parlamentarios a la dictadura del pacto. Tal y como sucediera en las pasadas elecciones municipales y autonómicas, la naturaleza fragmentada del Parlamento limitará la influencia del partido en el Gobierno, quien dependerá de su capacidad de generar consensos.

*Jaime Olmos, 'public affairs partner' en KREAB.

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Un 42% de votantes indecisos, según las estimaciones del CIS, inclinará este próximo domingo una balanza todavía propicia para el Partido Popular. Los últimos sondeos, publicados el pasado lunes, anticipan la victoria de Mariano Rajoy y sitúan el foco de atención en los 100 escaños que están en juego y que, de acuerdo con la Ley D'Hondt, determinarán el próximo inquilino de La Moncloa.

Mariano Rajoy