El regalo envenenado de Aguirre a Rajoy por San Valentín

Esperanza Aguirre ha dicho adiós. Adiós a la presidencia del Partido Popular de Madrid, tan solo unas horas después de la intervención de la UCO de la Guardia Civil en la sede de Génova y cuando las sombras de la Púnica,la corrupción y la presunta financiación ilegalembarran la gestión política del PP en Madrid, Valencia... Aguirre leha dicho a Mariano Rajoy 'ciao bambino' un 14 de febrero, San Valentín. Sin anestesia, aquí te pilloaquí te mato y te dejo compuesto y sin novia, es un decir.

La renuncia de Aguirre, asumiendo responsabilidades políticas por los casos de corrupción púnicos que apuntan directamente a Francisco Granados, su querido 'Paco', su mano derecha (o izquierda), su consejero de confianza... ha estallado en la tranquilidad de un domingo en el que se regalan besos y flores. Probablemente, la intervención de los uniformados en Génova ha sido la espoleta, porque lo de Granados no es nuevo, ni mucho menos. 'Paco' está a la sombra desde hace ya tiempo, rumiando cuál será su (negro) futuro.Claro, que más vale reaccionar tarde que nunca, ¿no, Esperanza?

El adiós de Aguirre a la presidencia de los populares en Madrid no es un adiós a la política. Sigue al frente de la oposición en el Ayuntamiento de Madrid, cuando ella había soñado -quién no sueña- con terminar su carrera política siendoalcaldesa-lideresa, una guinda en la tarta de quien lo ha sido todo en la política española: concejala, diputada nacional, ministra, diputada regional, presidenta del Senado, presidenta de la Comunidad de Madrid... Todo menos presidenta de España, que también, seguro, soñó.

Si Rajoy necesitaba un empujón para precipitarse al abismo, Aguirre ha sido de una generosidad rabiosa

La espantada controlada de Esperanza Aguirre de la planta primera de Génova es una bomba de relojería para Mariano Rajoy. Porque si Aguirre ha tenido que soltar amarras por no haber sido vigilante con los suyos, ¿qué no debería hacer el presidente nacional del PP al que los corruptos (presuntos o no) le han ido creciendo a los pies? ¿Qué debería hacer el líder cuando los incendios empiezan a quemarle la pernera del pantalón?

Aguirre, con su 'adiós que mañana os veo', asesta el último mandoble a un Rajoy desgastado, que tras hacer de tancredo anteFelipe VI intenta ahora llevarse al huerto a Pedro Sánchez, cuando el socialista ya ha empezado a plantar sus brimeros brotes, aunque se le cuelanlas malas hierbas. Si Rajoy necesitaba un empujón para precipitarse al abismo, Aguirre ha sido de una generosidad rabiosa. Si Rajoy tenía difícil al cuadradosupretensiónde revalidar la Presidencia del Gobierno, ahora el pinchazose eleva a la enésima potencia.

Y Aguirre le ha hecho este regalito a Rajoy gratis. Por San Valentín. Como diría Sabina, el presidente habría preferido otra corbata.