Urge regenerar RTVE

Hace meses un compañero de la redacción de los telediarios de TVE me contó apesadumbrado lo que, a priori, podría parecer tan sólo una anécdota. "Estaba -me dijo- intentando conseguir un auto (se refería a una de las muchas resoluciones judiciales que han inundado los medios de comunicación sobre un asunto de corrupción) para poder escribir mi pieza para el Telediario cuando ha llegado mi jefe y me ha dicho que qué hago tardando tanto, que ya tengo el teletipo y que lo escriba con eso". Cualquier periodista que se precie de tal, y tenga un mínimo prurito profesional, sabrá lo que significa esto.

Pues bien, esta anécdota ha sido mucho más frecuente de lo tolerable en la redacción de los telediarios de Televisión Española, y es uno de los síntomas que nos han llevado a exigir que la regeneración democrática y profesional de nuestros Servicios Informativos se produzca cuanto antes. En ella se describe el desgarro de los profesionales que en RTVE siempre han sentido un profundo compromiso con el servicio que han de prestar a la sociedad. Son periodistas, realizadores, montadores, documentalistas, productores… que aman su profesión porque, sobre todo, sienten el orgullo de servir a sus conciudadanos y que desde hace unos años han visto cómo su labor ha dejado de servir al conjunto de la sociedad para caer en la adulación y el servicio al poder.

Y no solo ocurre con los veteranos que un día contribuyeron a hacer de los informativos de TVE un orgullo para todos, y que hoy están apartados de la primera línea informativa fundamentalmente porque nunca han sido ni serán dóciles transcriptores de teletipos o notas de prensa. También con los jóvenes recién incorporados, muchos de ellos en situación de debilidad laboral, que echan en falta referentes profesionales como aquellos de los que les hablaron en las facultades y escuelas de periodismo.

Aún estamos a tiempo de que la mayoría de estos profesionales que están iniciando su andadura en RTVE tengan un jefe que les diga que no tienen que conformarse con un teletipo, que tienen que cultivar fuentes, que tienen que pisar la calle y buscar la información debajo de las piedras si hace falta, que no deben fiarse de notas de prensa sin más, que han de contrastarlas y buscar la verdad porque sólo con esa búsqueda y ese esfuerzo estarán cerca de alcanzarla… Que les exija leer al maestro Kapuściński e interioricen sus enseñanzas: “Cuando el reportero se ve privado de la posibilidad de conseguir información por su cuenta y riesgo, el periodismo deja de ser periodismo, y se convierte, a veces, en propaganda”, ('El mundo de hoy', 2004).

No obstante, los profesionales de RTVE somos conscientes de que no es nuestra profesionalidad o nuestro interés por servir a la sociedad lo que hace urgente el cumplimiento de la reforma legislativa aprobada el pasado septiembre para "recuperar" la independencia editorial de la Corporación. Ni siquiera el descrédito y la pérdida de credibilidad de nuestros informativos que han provocado que dejemos de ser el referente en la cobertura de grandes acontecimientos políticos. Lo que de verdad importa, lo que urge es que el Estado garantice el derecho constitucional a todos sus ciudadanos a recibir información plural, independiente y veraz, y no lo está haciendo.

Los consejos de informativos de RTVE son órganos institucionales elegidos democráticamente entre todos los profesionales de la información de la radiotelevisión pública. Así es desde que en 2006 la Ley de la radiotelevisión de titularidad estatal impuso su creación con una función fundamental: promover y velar por la independencia editorial de la Corporación RTVE. Las acciones u opiniones de los consejos de informativos responden a la confianza que ha puesto la mayoría de la plantilla en sus representantes profesionales, a los que ha elegido de forma directa y unipersonal.

Así, los profesionales de la información de RTVE consideran, a través de su consejo, que es urgente, hoy mejor que mañana, volver a transitar por el camino de la profesionalidad, la calidad y la independencia en nuestros programas. Que esto es imposible con una dirección que a lo largo de estos años ha sido responsable de un cúmulo de manipulaciones, censuras y malas prácticas documentadas fehacientemente por los consejos de informativos. Que se nos hace imposible como profesionales, pero también como ciudadanos, esperar un año o más (que es el tiempo que transcurrió desde que, por ejemplo, en Telemadrid se convocó un concurso público y se culminó).

Que somos conscientes de que las decisiones consensuadas son infinitamente más difíciles que las tomadas con una mayoría absoluta, pero que no son imposibles y son una garantía básica para la independencia editorial de RTVE. Que mejorar el sistema de elección de los máximos responsables de la radiotelevisión pública es una aspiración fundamental de los consejos de informativos y por eso seguirán trabajando por alcanzar un sistema de concurso público que aleje a los representantes políticos de su gestión y la acerque a la sociedad. Pero que para eso hace falta tiempo, garantías jurídicas, y sí, también consenso entre los partidos políticos.

Decía Cicerón que “la verdad se corrompe tanto con la mentira como con el silencio”. No dejemos que la radiotelevisión pública en España siga corrompiéndose con la mentira de unos y el silencio de otros.

* Alejandro Caballero Mateos es presidente del consejo de informativos de TVE