Es noticia
Más que una bandera
  1. España
  2. Tribuna
Susi Dennison

Tribuna

Por

Más que una bandera

España no necesita solo un gobierno. España necesita creerse y quererse. Estén seguros: Ese día está muy cerca

Foto:  Una mujer se protege del sol con un paraguas con la bandera de España. (EFE)
Una mujer se protege del sol con un paraguas con la bandera de España. (EFE)

Llueve, llueve a cántaros. Las gotas rebotan con fuerza con su sonido sordo, grave y alegre . El agua marca su ritmo frenético tamborileando sobre la capota de los coches aparcados en frente del Irlandés. El irlandés es un pub mítico para los amantes del rugby vallisoletano. Un templo de pintas de Kilkeny y Guinness, con su barra de madera oscura y sus recuerdos de las “ seis naciones” adornando las paredes y el techo. Bufandas, camisetas de rugby y las inevitables viñetas de chistes irlandeses sobre las bondades de la cerveza negra. Charo nos ha servido, con sus ojos brillantes y su dulce sonrisa, un manjar irlandés de patatas y estofado para celebrar la vida y la suerte. La suerte de la amistad y la creencia. La creencia en la posibilidad de un mundo mejor. Es una celebración extraña. José Mari rasga la guitarra alternando a Silvio y a María Dolores Pradera. Minutos antes aún sonaba la melancólica banda sonora de la música Irlandesa. Si uno no ha oído nunca 'Fields of Athenry' no es capaz de entender toda la profundidad y el lirismo de quienes habitan la isla esmeralda. En el quicio de la puerta, mientras observo las volutas de humo azulado de mi cigarrillo disolverse en la humedad de la lluvia, les escucho entonar 'La flor de la canela' y disfruto de mi suerte.

Casi tres años ya desde que abandone el oficio de la medicina y me metí en este mundo. Dos años largos ya, entrando y saliendo del hemiciclo, conociendo gentes ilusionadas y ambiciosas, entregadas y calculadoras. Nunca como ahora ha sido el hemiciclo la representación de 'las españas'. Hay en él, jornaleros, profesores, guardias civiles, médicos, escritores, comerciantes, letrados, jueces, abogados, periodistas… Gente de toda condición. Gente ilusionada y con fe en su país. Gentes cobardes a ratos, valientes en otros. Hay panteras grises de la política que meditan pasmados desde su escaño lo vertiginoso de estos tiempos. Políticos de pelo blanco y calma, una especie de mamuts con ojos apagados que añoran la lentitud de otros tiempos. Todo parece precipitarse en la política española.

Vivimos días inciertos. Un país convulso y temeroso de su futuro. Un país que se ve amenazado por quienes abogan por el egoísmo, ciego y estéril

Vivimos días inciertos. Un país convulso y temeroso de su futuro. Un país que ve amenazado su horizonte por quienes abogan por el egoísmo, ciego y estéril, de los que se creen superiores. Desde el escaño, en el que representó a miles de vallisoletanos, laboriosos y sobrios, oigo estos días la voz tenebrosa de la soberbia. Una voz amarga y antigua que llama a la separación, y no al acuerdo. Una voz ancestral, de tribus y razas imaginarias, que ahoga un futuro que nos pertenece. Que nos pertenece a todos y cada uno de los que habitamos en nuestra vieja y agitada nación.

placeholder Escultura de Francisco Giner de los Ríos en un museo. (EFE)
Escultura de Francisco Giner de los Ríos en un museo. (EFE)

Porque España no es solamente una bandera o un himno. España es un estudiante esforzado que sueña con una bata blanca. España no es un ruido ronco de pelea y de taberna. España es una mujer con una toga negra que cree en la necesidad de una justicia que nos iguale. España no es una trinchera, es una multitud celebrando una victoria sobre un césped o añorando tardes de de sudor y pedaladas en lo alto del Tourmalet. España es todo eso y mucho más . Es música y es letra. Páginas de imprenta con yelmos de Mambrino y rozagantes Dulcineas. Historias de una escalera y de rayos que no cesan. Secretos que cantan amores perdidos y Sabinas canallas y noctámbulos. España es la historia de los que resistieron y perdonaron. Es el relato terrible de sus guerras y sus derrotas. España es una tripulación sedienta, con las pieles cuarteadas por la sal, la humedad y el sol ardiente. España es un Aragonés calvo, barbudo y enjuto, descifrando neuronas con un ojo pegado a un microscopio. España es un vasco de sotana negra y corazón blanco, que supo transformar el mortal destello de Hiroshima en una luz que iluminó el mundo. España es el vallisoletano con boina y escopeta que, pateando surcos de Castilla detrás de unas perdices, nos hizo ver la santidad de los inocentes. España es un hombre de Cadaqués que convirtió el psicoanálisis en arte con unos relojes blandos. España es La Luz del Mediterráneo pintada por Sorolla. Es Giner de los Rios y su sueño de una nación ilustrada. España es Rosalía y Margarita Salas. España son los recuerdos de los indianos del norte, con sus palmeras y sus hortensias. Son laderas de olivos y encinares, mesetas de cereales, viñedos rojos de otoño. España es Europa en su pasado, su presente y su futuro. Es disputa de Erasmistas, corte de pintores flamencos y Picasso en Montparnasse. España es contubernio de Múnich y sangre en Mostar. España es una realidad palpitante y viva.

España no necesita solo un gobierno. España necesita creerse y quererse. Estén seguros

Puede que algunos hoy estén preocupados por nuestro presente. Asómense a su ventana, cierren los ojos y recuerden. Puedo asegurárselo. Somos mayoría. Mayoría inmensa los que pedimos La Paz y la palabra. Yo les he visto. Les he visto, como usted. Les he visto llenar las calles, rojas y amarillas, en los días de octubre. Pero se algo más. Sé que habitan, ocultos detrás del disfraz partidario, dentro del corazón de todos y cada uno de los que habitamos el hemiciclo. Incluso dentro de aquellos que reniegan de sus colores. Ellos son los más españoles. Españoles en su soberbia, en su ensimismamiento y en su olvido. España no necesita solo un gobierno. España necesita creerse y quererse. Estén seguros: ese día está muy cerca. Hoy he vuelto a escucharlo. Estaba en sus voces. Las voces del puente y la Alameda.

*Francisco Igea es diputado de Ciudadanos en el Congreso de los Diputados.

Llueve, llueve a cántaros. Las gotas rebotan con fuerza con su sonido sordo, grave y alegre . El agua marca su ritmo frenético tamborileando sobre la capota de los coches aparcados en frente del Irlandés. El irlandés es un pub mítico para los amantes del rugby vallisoletano. Un templo de pintas de Kilkeny y Guinness, con su barra de madera oscura y sus recuerdos de las “ seis naciones” adornando las paredes y el techo. Bufandas, camisetas de rugby y las inevitables viñetas de chistes irlandeses sobre las bondades de la cerveza negra. Charo nos ha servido, con sus ojos brillantes y su dulce sonrisa, un manjar irlandés de patatas y estofado para celebrar la vida y la suerte. La suerte de la amistad y la creencia. La creencia en la posibilidad de un mundo mejor. Es una celebración extraña. José Mari rasga la guitarra alternando a Silvio y a María Dolores Pradera. Minutos antes aún sonaba la melancólica banda sonora de la música Irlandesa. Si uno no ha oído nunca 'Fields of Athenry' no es capaz de entender toda la profundidad y el lirismo de quienes habitan la isla esmeralda. En el quicio de la puerta, mientras observo las volutas de humo azulado de mi cigarrillo disolverse en la humedad de la lluvia, les escucho entonar 'La flor de la canela' y disfruto de mi suerte.

Ciudadanos