Futuro se escribe con 'I'
Partidos tradicionales que solo proponen seguir contemplando desde los despachos de las diputaciones, con sus sillones de madera labrada, cómo su población emigra y sus pueblos se vacían
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Llegamos hoy calados hasta los huesos de marchar por la Castellana bajo la lluvia. Hemos marchado con miles de conciudadanos que se sienten abandonados. Miles de ciudadanos que nos han gritado su soledad y su rabia. Nos han dicho que se sienten menospreciados, que no nos acordamos de ellos más que durante el tiempo electoral. Hombres y mujeres que han caminado por Madrid para gritar su hartazgo a una clase política que olvida a menudo lo que son el frío y la soledad. No podemos, ni debemos, hacerles más promesas huecas. Por eso nos hemos puesto en marcha, por eso hemos confeccionado un programa que habla de ellos y de todos los ciudadanos de este país. Hay quien dice que no les conocemos.
En esta España, de estereotipos y prejuicios, hay quien piensa que Ciudadanos no conoce ni el campo ni la España vacía. He marchado con nuestra candidata por Valladolid, que nació en un pueblo de 500 habitantes en el Bierzo, donde aún viven sus padres; con nuestra candidata por Guadalajara, que trabaja el campo en un pueblo de 50 habitantes; con nuestro procurador por Burgos, que vive en Caleruega; con nuestro portavoz en las Cortes, que vive en un pueblo de Salamanca al que no se le puede llamar por teléfono, y con tantos y tantos cargos electos que viven cada día en ese inmenso vacío de la España interior. Muchos nos gritan su desesperanza, la de años y años de abandono por parte de los partidos tradicionales. Partidos que solo saben hablar de diputaciones.
Partidos tradicionales que solo proponen seguir igual. Seguir contemplando desde los despachos de las anquilosadas diputaciones, con sus sillones de madera labrada, cómo su población emigra y sus pueblos se vacían. Nosotros no perderemos más el tiempo en debates estériles. Es hora de arremangarse y dar soluciones a su sanidad, de darles privilegios fiscales que les igualen a las zonas ultraperiféricas de la Unión Europea, de proporcionales una cobertura del 100% de internet de banda ancha. Es tiempo de ayudarles a explotar con inteligencia y de manera sostenible su patrimonio cultural y natural, de atraer el talento a nuestra tierra y de conseguir que el valor añadido de sus recursos se quede en nuestra tierra. Para eso necesitamos libertad. Eliminar trabas al crecimiento, aligerar la burocracia, rendir cuentas del dinero público y evaluar objetivamente el rendimiento de nuestras políticas públicas. No es la hora de más premios, ni más medallas de la diputación.
Es la hora de dejar que el saber se desarrolle y crezca en nuestra tierra. Es hora de acabar ya con el clientelismo y la arbitrariedad que han calcinado nuestro crecimiento. Los castellanoleoneses no necesitan más palmadas ni más palabras vacías. Necesitan mejores universidades y mejor dotadas, necesitan más desarrollo tecnológico en nuestros campos, menos enchufados y burocracia y una defensa a ultranza de la igualdad. Quienes han permitido los privilegios fiscales de los territorios del supremacismo, quienes compran, con el dinero de todos, los votos y el apoyo de las zonas más pobladas, quienes toleran el discurso egoísta del nacionalismo a cambio de sus votos no nos van a dar lecciones de igualdad.
Si la España vacía necesita algo, es precisamente eso: igualdad. 'Ser pocos no es tener menos derechos', rezaba hoy una pancarta, y así es. España, toda España, necesita hoy más que nunca hablar de equidad, y si alguien la ha defendido con ardor estos años, esos hemos sido nosotros. Nadie nos apartará de ese camino. Desde esta tierra, de horizontes y soledades, se ha de escribir el futuro de nuestra nación. Un futuro que se escribe con la 'I' . La 'I' de la igualdad.
*Francisco Igea es candidato de Ciudadanos a la presidencia de la Junta de Castilla y León.
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