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Los millones de los europeos no serán para que el Partido Popular cumpla su programa
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Mª Eugenia R. Palop

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Los millones de los europeos no serán para que el Partido Popular cumpla su programa

La reforma laboral del PP es la antítesis del sistema 'kurzarbeit' alemán, referente europeo, y, de no haberse aplicado un torniquete, se habría acelerado la destrucción de empleo

Foto: El presidente del Partido Popular, Pablo Casado. (EFE)
El presidente del Partido Popular, Pablo Casado. (EFE)

Me incomoda la dinámica crispada y barullera que inunda la política española y desprecio profundamente que la oposición haya utilizado cada renovado estado de alarma para canjear vidas por lo que suponen serán votos. En Europa la confrontación política no suele ser tan agresiva, porque la atención mediática que se nos presta es bastante menor y porque, pese a las evidencias, sigue instalada la idea de que lo que pasa en Bruselas se queda en Bruselas.

Por eso, cuando leí el último artículo del Sr. González Pons en este medio me quedé bastante perpleja. Un ejercicio de provocación basado en la desinformación, la falsa información o la distorsión informativa, llámenlo como quieran, y que no esperaba de un parlamentario pausado a quien, sinceramente, respeto. También me sorprendió que el blog lo encabezara la dirección del Parlamento Europeo en Bruselas (Wiertz, 60), porque es la sede a la que acudimos todos y en la que todos escuchamos lo mismo, salvo que se tengan problemas auditivos o cognitivos.

Foto: El primer ministro neerlandés, Mark Rutte. (EFE) Opinión

No me sorprendió tanto el fino titular de su artículo, 'Los millones de la UE no son para que Podemos cumpla su programa', porque parece haber salido de la misma línea de argumentario que leyó Dolors Montserrat antes de decir, también estos días, que "los fondos europeos no son para caprichos comunistas". El problema es que estos ingenios son, precisamente, los que no hacen ningún favor a los españoles en plena negociación de los fondos de reconstrucción.

Para empezar, en este momento, la única certeza que tenemos es la de la incertidumbre, y los que van de adivinos suelen ser, más bien, prestidigitadores. Es difícil saber qué ocurrirá el próximo 19 de junio en el Consejo Europeo, cómo será el diseño final del nuevo Marco Financiero Plurianual (MFP 2021-2027) y del plan de recuperación Next Generation EU, pero parece que la última propuesta de la Comisión Europea prosperará sin cambios radicales. Tanto en los países frugales como en el resto ha crecido el apoyo al paquete presentado por Ursula Von Der Leyen la semana pasada: un fondo de reconstrucción de 750.000 millones de euros y un MFP de 1,1 billones.

Dinamarca, por ejemplo, ha abandonado su postura inicial, y crecen las grietas en las mayorías gubernamentales de Austria (donde los verdes han mostrado su conformidad con la propuesta) y Holanda (imagino que el Sr. Pons escuchó la defensa del plan que hizo durante el último pleno nuestra compañera De Lange, eurodiputada de CDA, partido de la coalición holandesa). Todo el mundo sabe, lo admitan o no, que en el marco de esta crisis o Europa responde de forma contundente o no habrá Europa que defender. Y los frugales son los más interesados en que la haya, porque son los que más se benefician de la eurozona y del mercado único.

Foto: Una persona sin recursos, en las calles de Valencia. (EFE) Opinión

Pero analicemos algunas de las sugerencias y confidencias de mi colega de escaño. Me pregunto, así, a bote pronto, cómo es posible que diga que insinúe que el Ingreso Mínimo Vital que se acaba de aprobar en España es un capricho populista y derrochador a costa de los guiris. ¿Qué es exactamente lo que quiere decir? No dudo de que algunos amigos suyos alemanes, de origen alemán o que se creen alemanes, critiquen la medida, pero España era el único país donde no existía. Alemania cuenta con una renta básica de inserción vinculada a la búsqueda de empleo. Además, la presidencia alemana del Consejo Europeo (para el segundo semestre de 2020) ya está trabajando en un mecanismo de renta básica a nivel europeo, una iniciativa que ha aplaudido el comisario de Empleo, Nicolas Schmit, y en la que también va a empezar a trabajar la Comisión. El Sr. Pons dice que sus amigos "odiarían terminar pagando a los españoles con dinero de los alemanes prestaciones con las que no cuentan los alemanes", y no entiendo de dónde podría salir semejante odio, ni por qué dice que los alemanes no cuentan con esta prestación.

En fin, lo que me queda claro es que, para el eurodiputado popular, el Ingreso Mínimo Vital del que se podrían beneficiar 850.000 hogares en España es un auténtico dispendio, un gasto injustificado a las puertas de una crisis social que fácilmente podría superar a la de 2008. Hablamos de una medida de la que disfruta toda Europa; que profundiza el pilar europeo de derechos sociales; que es percibida con interés por buena parte de la Comisión; que la presidencia alemana quiere priorizar en el Consejo; y que "es un gran ejemplo de cómo desarrollar un enfoque inclusivo para abordar la pobreza y la desigualdad", señalaba esta semana Olivier De Schutter, relator especial de la ONU sobre extrema pobreza. No sé quiénes serán sus amigos alemanes, pero lo que ha hecho España ha sido alinearse con el resto de países de su entorno y con la política de Bruselas, ofreciendo respuestas similares (de tipo contracíclico) a la crisis que sufrimos. Dice el Sr. Pons que los frugales temen "sufragar políticas populistas en el sur, en España e Italia principalmente, donde Podemos y el Movimiento 5 Estrellas son vistos como partidos extremistas". ¿Políticas 'populistas' como la del Ingreso Mínimo Vital? ¿Serían 'mejor vistas' políticas públicas elitistas? ¿Eso es lo que quiere decir?

Foto: La presidenta de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), Cristina Herrero (EFE)

Señala también que los frugales temen el momento hamiltoniano que vive Europa y, aunque muchos lo celebramos, él entiende perfectamente este temor. ¿Es por su empatía con los frugales por lo que el PP votó, junto a Ciudadanos, contra la enmienda de Los Verdes sobre la mutualización de la deuda que tanto beneficiaba a España? El Sr. Pons lo tiene, una vez más, clarísimo: el problema es que los países frugales temen a Podemos. "El dinero que vendrá de la Unión Europea no es para que Podemos cumpla su programa, es para que lo cumplan las empresas privadas españolas. No se trata de que el endeudamiento europeo sirva para aplicar en España políticas bolivarianas sino para que España converja económicamente con Alemania, Francia o los Países Bajos". Yo pensé que nos iba a contar la fábula aquella del "riesgo moral": si España, Italia o Portugal saben que el resto de países van a asumir mancomunadamente sus deudas, lo que harán será endeudarse más de lo debido. Pero no, lo que nos cuenta es que el dinero no puede ser administrado por un gobierno comunista y bolchevique que, según su criterio, no beneficia a las empresas privadas.

Hoy Europa debe asegurar a cada trabajador un colchón financiero en caso de dificultades, para reducir las desigualdades

Quizá le sorprenda saber que en Dinamarca se ha excluido de las ayudas a las empresas que reparten dividendos o que tienen su sede en paraísos fiscales. Allí, hasta donde sé, no gobiernan los comunistas. Y quizá también le sorprendan las declaraciones de Valdis Dombrovskis, vicepresidente económico de la Comisión, que algo nos decía sobre la condicionalidad del dinero: "… queremos asegurarnos de que todos los trabajadores de la UE estén protegidos por un salario mínimo justo que les permita vivir dignamente…". ¿De verdad piensa el Sr. Pons que son las políticas del actual Gobierno español las que generan desconfianza en Europa? ¿No la generarían, más bien, las propuestas del PP orientadas a liberar, por enésima vez, el suelo y seguir en el bucle de la burbuja inmobiliaria? ¿No será que esa desconfianza, en caso de existir, es una memoria de los años dorados del pelotazo y la ideología de la rotonda, la evasión fiscal y el rescate de la banca? Sin duda, algunos echan de menos aquellos años gloriosos, incluso los de la Troika y los hombres de negro, pero ahora la mano viene de otro palo. Hoy Europa debe asegurar a cada trabajador un colchón financiero en caso de dificultades, para reducir las desigualdades, aumentar la demanda interna, la resiliencia de la economía y las brechas salariales. Sería importante que algunos fueran practicando el regreso al futuro.

Francamente, cuesta creer que, durante las últimas semanas, en el ejercicio de su trabajo parlamentario, el Sr. Pons no haya oído repetir a distintos miembros de la Comisión que, aunque la pandemia ha supuesto un 'shock' general a nivel europeo, su impacto económico y social ha sido distinto en los diferentes Estados miembros. Por eso Alemania aglutina la mayor parte de las ayudas de Estado, por eso está en riesgo el mercado único y por eso es necesario un instrumento que favorezca la recuperación también en aquellos países que no tienen la capacidad de rescatar a su Lufthansa de turno. No se trata de regalar nada, sino de potenciar inversiones que orienten la transformación verde y digital que Europa necesita. Repito: verde y digital. ¿De verdad piensa que esta condicionalidad va a romper la coalición PSOE-Podemos? "Veremos a Sánchez jugar el papel de Alexis Tsipras y a Iglesias, el de Yanis Varoufakis". Cosas veredes, amigo Sancho.

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Finalmente, aclarar que es esta transformación la que inspira la voluntad de una reforma laboral cuya pertinencia, sentido y validez también genera muchas dudas al Sr. Pons: sudor y lágrimas para aprobar una reforma, la de 2012, dice, que se puso al servicio de la conservación y la creación de empleo. "El anuncio del Gobierno Iglesias-Sánchez de que suprimirán íntegramente la reforma laboral de 2012 es un tiro en el pie de las posibles ambiciones españolas para acceder a los fondos" (dixit). Si no recuerdo mal, se matizó la palabra "íntegramente", pero es un detalle si reparamos en lo realmente importante: que, una vez más, la Comisión ha reconocido las medidas adoptadas por el Ministerio de Trabajo español durante la pandemia. ¿De qué tiro y de qué pie estamos hablando exactamente?

Resulta que el abaratamiento de los contratos y el debilitamiento de la negociación colectiva, tras ocho años de aplicación de la reforma, es lo que nos ha llevado al ajuste salarial y al aumento de la pobreza (España, en esto, es líder europeo), de manera que ya sabemos quién ha puesto el sudor, la sangre y las lágrimas. La reforma laboral del Partido Popular es la antítesis del sistema 'kurzarbeit' alemán, referente europeo, y, de no haberse aplicado ahora mismo un torniquete, se habría acelerado la destrucción de empleo y estaríamos condenados de nuevo a más paro estructural, más precariedad y más temporalidad. Y esto es relevante. En Dinamarca, ese país admirado, los empresarios han asumido el pago de parte del salario de los trabajadores hasta llegar al 100%, porque funciona la negociación colectiva que aquí brilla por su ausencia. Me temo que no ha sido la reforma laboral de 2012 la que ha salvado millones de puestos de trabajo, de momento, sino las medidas adoptadas para la flexibilización de los ERTE (que podrían extenderse hasta finales de año), los apoyos financieros a nuestras empresas y el escudo social que ha puesto en marcha el Gobierno. Todo ello celebrado por la nada bolivariana Comisión Europea.

"Tengo el convencimiento de que los gobiernos frugales están preparados y de que, a cambio de cierta condicionalidad, estarán a la altura y aprobarán el Next Generation EU. Ahora solo espero que también estén a la altura los gobiernos populistas como el español". Sr. Pons, yo también estoy segura de que estarán a la altura, tanto ellos como nosotros.

Decía al principio de este artículo que la única certeza que tenemos es la de la incertidumbre, pero no es del todo exacto. Yo tengo una certeza más: que los millones de la Unión Europea, que son de todos y para todos, no van a ir destinados, como en 2012, a las "prioridades" del Partido Popular. Ustedes ya "cumplieron" entonces con su programa. Y de aquellos polvos, todavía nos quedan montañas de lodo.

* Mª Eugenia R. Palop es jefa de delegación de Podemos en el Parlamento Europeo, jurista y profesora titular de Filosofía del Derecho en la Universidad Carlos III de Madrid.

Me incomoda la dinámica crispada y barullera que inunda la política española y desprecio profundamente que la oposición haya utilizado cada renovado estado de alarma para canjear vidas por lo que suponen serán votos. En Europa la confrontación política no suele ser tan agresiva, porque la atención mediática que se nos presta es bastante menor y porque, pese a las evidencias, sigue instalada la idea de que lo que pasa en Bruselas se queda en Bruselas.

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