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'Je m'accuse...!' Participé en España 2050
Cuando recibí una amable invitación de los responsables directos de la Oficina de Prospectiva y Estrategia para participar en el ejercicio, respondí afirmativamente y con agradecimiento
Querido Juan Español:
Tengo que decirte, quizá para tu disgusto, que soy uno de "los 100" que hemos participado en los grupos de trabajo del Informe 'España 2050'. Exacto, ese informe que presentó Sánchez, como tú le llamas cuando estás de buenas, el pasado día 20 de mayo. Sí, el presidente del Gobierno de mi país y a quien concedo, como a cualquiera que ocupa el cargo, la presunción de que actúa en bien de todos.
Cuando recibí una amable invitación de los responsables directos de la Oficina de Prospectiva y Estrategia, no de Sánchez, para participar en el ejercicio respondí de la misma forma que he respondido cuando he recibido una amable invitación de cualquier representante del Gobierno español: afirmativamente y con agradecimiento. De hecho, actúo así, sin reparar en esfuerzos, cuando desde cualquier institución, partido político o medio de comunicación (no pongo vetos) solicitan mi colaboración. El único límite son las 24 horas que tiene cada día, de las que procuro descontar las necesarias para atender a mi familia, mi descanso y mis actividades profesionales, tres importantísimas tareas que no siempre satisfago como debiera.
Todos hemos cedido y aportado para construir un argumento que, créeme, nos ha satisfecho
He visto, Juan Español, en todo el tiempo que han durado los trabajos de España 2050, cómo mis opiniones se han respetado siempre y se han tenido en cuenta las más de las veces. He discrepado, imaginarás, de otros expertos amistosamente, y todos hemos cedido y aportado para construir un argumento que, créeme, nos ha satisfecho. Detalle: he podido repasar, y mis colegas también, todas las versiones que se han ido creando de nuestro trabajo y los resúmenes correspondientes.
He disfrutado de retadores intercambios de opinión, en un marco de genuino deseo colectivo de contribuir a objetivos dignos de una "buena sociedad". Y he sido testigo de un increíble y excelente esfuerzo de todo el personal de la Oficina de Prospectiva y Estrategia, liderado por sus responsables directos.
Dudarás, Juan Español, es tu naturaleza, de que lo que digo sea verdad. A veces el velo doctrinario nos nubla la visión y creo que estos velos, en nuestro país, son espesos y persistentes y abundan en todos los cuarteles generales políticos y sus respectivas aficiones partidistas, mediáticas, profesionales y corporativas. Porque, increíblemente, es difícil encontrar instancias civiles o de otra índole, en nuestro país, que sean verdaderamente inmunes al letal virus ideológico. Así están las cosas, Juan Español.
Incluso, desde la más rancia tradición ibérica, el pitorreo y la chufla, a cargo de firmas populares en los medios o en las BBC (bodas, bautizos y comuniones), a cargo de los cuñados y cuñadas, han sido, a veces, siderales.
Escribo esto, Juan Español, pasadas dos semanas de la presentación del día 20. Pero recordarás las reacciones en medios, redes sociales, de firmas incluso respetables, acerca de 2050, como si preparar el futuro, o tratar de imaginarlo, fuese un pecado. Nadie está vacunado contra las equivocaciones o el error, aunque tengo para mí que más se equivocan y yerran, sin aportar nada, además, quienes preparan el pasado o lo imaginan.
Volviendo al informe 2050, solo conozco a fondo el trabajo realizado en el "Desafío 5", de cuyo grupo de expertos formé parte. El denominado "Preparar nuestro Estado del Bienestar para una sociedad más longeva", tema sobre el que llevo trabajando desde 1982. Y, por referencias directas de algunos de los expertos, pero menos a fondo, conozco el trabajo realizado en los grupos que se han ocupado de los Desafíos 1 (productividad), 7 (mercado de trabajo) y 8 (desigualdad). He repasado los restantes, Juan Español, para descubrir que la recepción del informe en muchos casos, según reflejan los apresurados y sanguinolentos titulares (otra especialidad ibérica) que han aparecido aquí y allá, son de todo menos certeros. Y no excluyo algunas recomendaciones de otros desafíos que me han chocado; pero sobre las que carezco de otro criterio que no sea el de un tertuliano, por lo que me abstendré de emitirlo.
¿Cuándo este país va a encontrar el momento de ocuparse en serio de su futuro?
Te voy a ser muy franco, Juan Español, para ir terminando. En España, preocupan más los elogios que los insultos. Lo cual tampoco es normal. Entre los primeros abundan esos que dicen "está bien, pero no es el momento". Me pregunto, entonces, ¿cuándo es el momento? ¿Cuándo, Juan Español, este país, en el que entretiene hasta el vuelo de una mosca, va a encontrar el momento de ocuparse en serio de su futuro?
Me despido y te deseo, Juan Español, una buena siesta.
*José Antonio Herce es socio fundador de LoRIS y uno de los redactores del plan 'España 2050'.
Querido Juan Español: