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Tribuna
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Navidad, una oportunidad para liderar con responsabilidad y compromiso social
Ante el aumento del gasto por parte de las familias en la campaña navideña, el sector de la distribución debe responder con soluciones accesibles y sostenibles para cualquier hogar
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En pocos días las familias nos reencontraremos con los nuestros y celebraremos con ilusión tradiciones, como llenar nuestras mesas con productos que nos conectan a recuerdos y momentos especiales. Si bien, es también un momento de especial presión para el consumo y los presupuestos de los hogares, debido en parte a que el gasto en alimentación se incrementa en torno al 30% en diciembre.
Gran parte de este aumento se concentra en categorías tan esenciales para las celebraciones como los dulces, las carnes selectas o las bebidas, que representan el 43% del total del gasto y están presentes en dos de cada tres cestas de Navidad; productos que, además, no solo tienen un protagonismo simbólico en estas fechas, sino que también impulsan el dinamismo de sectores estratégicos de la industria agroalimentaria.
En cuanto a los tipos de hogares, destaca que las personas senior o retiradas son quienes más incrementan su gasto en estas fechas, con un aumento del 38%, ya que suelen asumir el papel de anfitriones principales durante las celebraciones.
"Las personas senior o retiradas son quienes más incrementan su gasto en estas fechas, con un aumento del 38%"
Este año, sin embargo, llegamos a la campaña navideña en un contexto marcado por el impacto acumulado de la inflación, que ha erosionado significativamente el poder adquisitivo de los hogares y ha obligado a las familias a replantearse sus hábitos de consumo. Durante meses, las personas consumidoras han ajustado sus presupuestos con una mayor racionalidad y planificación, priorizando necesidades básicas y limitando otros gastos.
Este esfuerzo por equilibrar la economía doméstica ha tenido un impacto que se ha sentido en toda la cadena de valor, desde los pequeños productores hasta las grandes cadenas de distribución, que hemos tenido que adaptarnos a un escenario de consumo más contenido y selectivo.
Recuperación frágil de la confianza
Aunque datos recientes del Banco de España muestran una incipiente recuperación de la confianza del consumidor, esta mejora de perspectiva continúa siendo frágil y desigual a nivel territorial y social. A esta realidad se suma la persistencia de incertidumbres globales que continúan presionando los costes de producción y transporte, encareciendo los productos esenciales y poniendo a prueba la resiliencia de toda la cadena de valor.
En este contexto, la campaña navideña, tradicionalmente asociada a un mayor gasto, representa no solo un desafío para las familias, sino también una responsabilidad añadida para el sector de la distribución, que debemos responder con soluciones accesibles y sostenibles para cualquier hogar.
Frente a esta realidad, debemos ir más allá de garantizar la variedad y la calidad de los productos que ofrecemos en nuestros lineales. Como actores clave en el desarrollo económico y social, debemos ofrecer soluciones que alivien las dificultades económicas y permitan a las familias mantener vivas sus tradiciones sin comprometer su bienestar financiero.
"Los productos locales no solo ofrecen calidad y frescura, sino que también representan un apoyo directo a la economía rural"
La valorización del producto local también es esencial en estas fechas, no solo como un gesto de apoyo a nuestros pequeños productores y proveedores, sino como una forma de mantener vivas las tradiciones gastronómicas que forman parte de nuestra identidad cultural. Los productos locales no solo ofrecen calidad y frescura, sino que también representan un apoyo directo a la economía rural, que enfrenta también los efectos de la inflación.
Como sector, no podemos ser ajenos a los retos estructurales que enfrentamos. La inflación acumulada nos obliga a responder con políticas comerciales orientadas al ahorro, a la eficiencia y, por qué no, a la empatía. La distribución alimentaria tiene un papel vertebrador; conectamos a millones de hogares con productos esenciales y trabajamos directamente con productores, proveedores y otros agentes económicos.
De este equilibrio depende en buena medida que el mercado se mantenga dinámico, resiliente y preparado para un entorno de consumo más racional y planificado. Por ello, y más allá de la Navidad, debemos avanzar hacia un modelo más flexible y adaptativo, capaz de responder a las demandas cambiantes de las personas consumidoras y, al mismo tiempo, de apoyar la competitividad de los sectores económicos a los que servimos, además de avalar la nuestra.
El consumidor en el centro de la estrategia
En un contexto donde cada decisión cuenta, liderar con empatía e innovación significa poner al consumidor en el centro de la estrategia, entender sus necesidades y ofrecer respuestas reales que refuercen la confianza y el valor de nuestro modelo de negocio y que restauren una imagen dañada, de forma injusta, desde algunos estamentos en los últimos tiempos.
El impacto persistente de la inflación nos interpela a todos: empresas, instituciones y líderes sectoriales. La respuesta no está solo en campañas puntuales, sino en construir un modelo de distribución que, incluso en momentos adversos, aporte soluciones sostenibles, eficientes y comprometidas con el bienestar de las personas consumidoras.
El impacto persistente de la inflación nos interpela a todos: empresas, instituciones y líderes sectoriales
La Navidad es mucho más que un hito, crítico para el sector, en el ciclo de consumo; es una oportunidad para demostrar nuestro compromiso con la sociedad. Debemos liderar con visión de futuro, con responsabilidad, estableciendo políticas que prioricen la accesibilidad y el ahorro sin comprometer la calidad. Como sector, estamos llamados a ser una pieza clave para la recuperación económica y el bienestar social. Debemos estar a la altura y actuar con responsabilidad, innovación y una mirada humana.
Porque liderar, hoy más que nunca, significa acompañar a las familias, apoyar a los productores que están detrás de cada producto que llega a nuestras mesas y demostrar que la distribución puede ser un motor de cambio, progreso y compromiso real. Podemos y debemos, pero también necesitamos aliados que nos acompañen; se trata de una responsabilidad compartida. No dejemos pasar la oportunidad.
*Beatriz Santos es directora comercial de Eroski.
En pocos días las familias nos reencontraremos con los nuestros y celebraremos con ilusión tradiciones, como llenar nuestras mesas con productos que nos conectan a recuerdos y momentos especiales. Si bien, es también un momento de especial presión para el consumo y los presupuestos de los hogares, debido en parte a que el gasto en alimentación se incrementa en torno al 30% en diciembre.