En apenas 24 horas, el Gobierno ha recibido dos golpes de realidad que necesitaba desde su fundación, pero que se hicieron indispensables cuando el virus se instaló en nuestras vidas
Ya hemos comprendido que concertar un plan de salvación nacional mientras la nación se va a la mierda es algo que repugna a nuestros dirigentes y sobrepasa sus capacidades
De los 165 diputados que se opusieron a la investidura de Sánchez, 12 han respaldado todas las prórrogas de la alarma: 10 de Cs, la de Coalición Canaria y el del Partido Regionalista de Cantabria
Cuando se mete en la cama, pone la radio y, a la hora tradicional de los programas deportivos, le confirman que España ya posee cuatro récords mundiales...
Aparentemente, el muy confuso y sofisticado plan para la desescalada no guarda ninguna relación con el pacto político, ni en él se reserva papel alguno a la oposición parlamentaria
Se ve que en España no está sucediendo nada que merezca la atención absoluta de los miembros del Gobierno. Se ve que el país vive un momento relajado, sin problemas para la sociedad
Sánchez se dispone a prolongar el estado de alarma hasta el 30 de junio sin tener que pasar tres veces más la tortura quincenal de pedir permiso a un Congreso cada vez más renuente
Hemos traspasado ese instante, tan español, en que el objeto inicial de la discusión deviene irrelevante y los argumentos también, porque el debate se hace 100% posicional: conmigo o contra mí
La crisis que padecemos ha creado un escenario insólito. Pocas veces se da un alineamiento tan claro de una demanda social abrumadora con lo que el país objetivamente necesita
Cuando hay problemas graves, lo habitual es que la sociedad se altere y descomponga, y que el Gobierno ponga orden y marque un rumbo. Aquí sucede lo contrario
Ningún rincón del planeta se librará de esta pandemia ni de sus secuelas. Pero la universalidad de la amenaza no puede servir como burladero para los malos gobernantes
No solo está la infección del Covid-19. España padece también una prolongada infección política que mantiene la gobernación del país intubada y en estado comatoso desde hace un lustro