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El metaverso y la automoción: posibilidades y retos jurídicos
El metaverso será un gran expositor de vehículos y posibilitará actuaciones novedosas entre los profesionales del marketing y los clientes
El metaverso es un mundo virtual 3D en el que los distintos usuarios, mediante dispositivos de realidad virtual, interactúan entre sí valiéndose de sus avatares, que son la representación gráfica de su identidad. Los usuarios pueden, entre otros, comprar activos digitales, asistir a distintos acontecimientos (conciertos, exposiciones, etc.), así como disfrutar de "experiencias de producto" en el metaverso.
Las posibilidades de negocio que brinda el metaverso para el sector de la automoción son muy variadas. Por ejemplo, permitirá a los clientes experimentar los productos con gemelos digitales de los vehículos de una determinada marca; podrán efectuar conducciones de prueba ('test drives') mediante la realidad virtual. El metaverso será un gran expositor de vehículos y posibilitará actuaciones novedosas entre los profesionales del marketing y los clientes. Entre otras acciones, permite crear comunidades de clientes de una marca en el metaverso para las que organizar eventos y otras acciones de fidelización, como conciertos patrocinados por la marca en el metaverso accesible solo a sus clientes, zonas de interactuación, etc. El metaverso es también es un nuevo canal de venta que actuará como mercado o plataforma de contratación electrónica ('marketplace') para la venta de productos, accesorios o piezas o de nuevos modelos de suscripción o alquiler de vehículos.
También comienza de forma incipiente lo que se conoce como el metaverso industrial, esto es, la posibilidad de aplicar tecnologías relacionadas entre sí en el entorno de la realidad virtual y aumentada o la impresión 3D a la hora de diseñar espacios de fabricación. Esto permite visualizar en el metaverso las necesidades que pueden surgir en las nuevas fábricas o procesos productivos de la automoción antes de su implantación real. Lo mismo ocurre con la prueba de maquetas de vehículos o nuevas líneas de producción de vehículos, que se podrán "probar" en el metaverso antes de su implantación real.
Las líneas de negocio basadas en las subastas de vehículos usados online, por ejemplo, podrán aprovechar la tecnología de la cadena de bloques o 'blockchain' para desarrollarse de manera más transparente. Estas transacciones podrían llevarse a cabo con el soporte de 'smart contracts', que por las características de esta tecnología supondrán transparencia e inalterabilidad en los precios y pujas de la subasta. Las subastas podrán ser más ágiles y fiables, quedando identificados de manera inequívoca tanto el vehículo (ya sea como activo digital creado para el metaverso, ya sea como gemelo digital de su doble en el mundo real) como los participantes en las subastas con sus pasaportes digitales. La verificación del vehículo, antes de la compra, se podrá hacer mediante el gemelo virtual del vehículo objeto de subasta.
Los contratos inteligentes son códigos informáticos que incorporan determinadas instrucciones que se ejecutan en función de que se cumplan o no unas determinadas condiciones. Una vez desplegado en la cadena de bloques, el contrato inteligente es inalterable. Por ello, el reto es dejar previstos en él todas las posibles situaciones que podrían darse y establecer las consecuencias en dichos casos.
Para el escenario de subastas online de vehículos, estas transacciones tienen componentes fácilmente verificables (no subjetivos), automatizables, como es la verificación del pago del precio, la disponibilidad del vehículo en dicho momento con las características requeridas y la comprobación de quién es el postor que ha ofrecido mayor cantidad de dinero dentro del plazo temporal establecido en la subasta, por lo que la auto ejecutabilidad de los contratos inteligentes no presentaría mayor problema y dotaría al negocio del atractivo propio de la transparencia e inalterabilidad de la cadena de bloques.
La cadena de bloques permite también representar activos digitales, que existirán únicamente en el metaverso. Esto es, se puede crear un vehículo digital de una marca concreta en el metaverso o una fábrica de automoción. Todo ello como acciones de visibilización de la marca en el metaverso como nueva herramienta de marketing. Cada uno de estos activos digitales tendrá asignado un identificador único que lo diferenciará de otros activos digitales; se les pueden asignar usos específicos y propiedades. Los activos digitales del metaverso que se pueden transferir en un ecosistema de cadena de bloques se denominan 'tokens' y podrán tener unos atributos que los identifiquen como un modelo de vehículo de una marca determinada. En estos casos, los 'tokens' o activos digitales intercambiables se denominan NFT (non fungible token) en la medida en que no son fungibles (son únicos).
El derecho al olvido y la privacidad, así como la autentificación debida de los participantes, son retos jurídicos a tener en cuenta en estos nuevos entornos. Diversas asociaciones, entre ellas, MOBI, están trabajando en la creación de un estándar de identidades digitales para los activos digitales relacionados con el sector de la automoción (entre los que se cuentan vehículos, personas, puntos de carga de vehículos eléctricos, etc.) y de un sistema de privacidad (que no de anonimato) donde es el propietario el que controla el uso que se hace de su información. Por ejemplo, está trabajando actualmente en un proyecto piloto con la Comisión Europea para el registro de vehículos con las autoridades nacionales, mediante los gemelos digitales del vehículo y el pasaporte digital de los propietarios ―utilizando identidades descentralizadas― preservando aspectos relativos a la privacidad.
* Ainara Rentería Tazo es responsable de automoción en Gómez-Acebo & Pombo.
El metaverso es un mundo virtual 3D en el que los distintos usuarios, mediante dispositivos de realidad virtual, interactúan entre sí valiéndose de sus avatares, que son la representación gráfica de su identidad. Los usuarios pueden, entre otros, comprar activos digitales, asistir a distintos acontecimientos (conciertos, exposiciones, etc.), así como disfrutar de "experiencias de producto" en el metaverso.